Sed bienvenidos...

... los que estáis asqueados de toda la Tontería que nos rodea, los que estáis hasta los cojones/ovarios de aguantar imbéciles e incompetentes, los que tenéis que reventar y no podéis porque vuestra castrante moral judeocristiana os lo prohibe, los que sufríais de pequeños las mofas de seres inferiores, los que esforzándoos no obtenéis recompensa, los que vivís en un mundo que no es para vosotros, los que sabéis parte de la verdad pero os toman por locos, los que necesitáis opinar sin ser juzgados por ignorantes, los que pudiendo cambiar las cosas aún dormimos.

martes, 21 de diciembre de 2010

EL CLUB DE LOS SOBREVALORADOS

Hermanos, hermanas...

Retomo una idea que expresaba Diane Keaton en "Manhattan", para estas navidades en las que aprovecharé como siempre para largarme de aquí y conocer lugares lejanos de este mundo. Como no podré dar sermones aunque quizás sí seguir el blog, os propongo durante estas fiestas que aportéis vuestras opiniones libres para hacer algo creativo, y elaborar entre todos El Club de los Sobrevalorados, o grupo de individuos públicos del arte u otros ámbitos que pensemos que están en exceso encumbrados por la opinión pública no siendo para tanto. Puede ser un juego divertido, aunque sé de antemano que hay muchas predilecciones en la Viña del Señor, por lo que me adelanto a decir que son opiniones, y no censurando a los hermanos, podrán encontrarse gustos contrarios, no teniendo esto ninguna importancia ni teniendo penitencia por ello.

Bienvenidas sus opiniones / comentarios acerca de los sobrevalorados, y nos volveremos a ver después de las fiestas. Que el espíritu navideño esté con vosotros y no os obligue a consumir mucho.



Podéis ir en paz.

lunes, 20 de diciembre de 2010

UN DÍA DE FURIA

Hermanos, Hermanas:

Durante el día uno afronta grandes contradioses producto de lo intrínsecamente imbécil del hombre. Uno es tiroteado por gran cantidad de chorradas al día. Me hice una pregunta al levantarme. A ver por dónde me viene la primera gilipollez del día. La primera en la frente.

En pleno desayuno: tostaíta de nocilla con descafeinado de sobre y noticia histriónica. En el informativo de la radio se dice que un niño moro y su familia han denunciado al colegio porque en clase se ha nombrado la palabra JAMÓN, y eso es un insulto y una falta de respeto para el muchacho y para su cultura y para la madre que los parió. Juro que me paro a pensar el día que es. No, no es 28. Vamos que va en serio. Joder con los moramen; en su país estaban más calladitos que en misa, pero aquí se te querellan si les miras con el ojo a la virulé. Lo de quitar los crucifijos me importa un carajo. Y lo del velo me importa otro. Lo que me sorprende es lo gallo que se ponen algunos cuando se dan cuenta de que en esta Europa decadente se pueden llegar a tocar los cojones de la forma más descarada si eres de una minoría. Hijo de puta el profesor. Insensible. Este no se ha leído el tema 3 de magisterio sobre la atención a la diversidad en el que decía que cuidadito con contaminar la cultura de los extranjeros con la tuya. Cabrón xenófobo. Lo que tiene que hacer es prohibir el cerdo en el colegio. Y que todavía no se le ocurra mentar el nombre del profeta, que decirlo por boca infiel lo mismo le cuesta el puesto. Mañana espero ver cómo en la siguiente noticia, aceptan a juicio la denuncia los jueces de aquí, con to el arte y to los cojones. Salgo de mi casa hacia el trabajo.

Una compañera de trabajo, muy folclórica y con mucho donaire, como se lleva aquí (la tierra en que todos quieren ser cómo Carmen Sevilla), lo más alto que puede recrimina a otra el hecho de que tiene más pelo de la cuenta en las piernas. Que cómo se le ocurre, que qué descuidada. Debería ser como ella, siempre preparada para su hombre, para estar apetecible cuando la requiera. Con esas palabras. Creo que esta el primer y único libro que se leyó fue el que le dieron a su abuela en la Sección Femenina cuando la posguerra. La pobre, aunque se rasure el mollete, mona se queda. Te lo digo yo, compadre. Ahora, para llevarle las zapatillas y el botijo al marido, no te digo nada. Mujeres machistas… muy común en ciertas poblaciones jóvenes. Curioso.

Todo el día, esta y otras gilipolleces más se ven aderezadas con cientos de ellas de mayor o menor orden.

Al llegar a mi casa intento no conectar con el exterior y me mantengo aislado como en un bunker, haciendo vida hogareña, temeroso de encender algún aparato que me traiga sonidos o imágenes de fuera, para evitar el ataque de una nueva gilipollez. Es inútil, a altas horas, mientras me fumo un cigarrillo prohibido, enciendo la caja tonta en mitad de una cortinilla publicitaria: aparece una foto fija de una médica aséptica examinando a un paciente aséptico, de un sponsor que patrocina a Gran Hermano, mientras una voz en off grabe y clara dice “este programa te lo ofrece el Ministerio de Salud, Política Social e Igualdad”. Boquiabierto, atribuyo lo que acabo de ver a la mierda que me acabo de fumar (que para uno que me tomo en años, me ha trastocado la conciencia a tope), pero es real, no es una jugada de la mente. Salud: cuando el concurso es un atentado contra la salud pública. Política Social: será para enseñarnos qué clase de enfermos sociales quieren rehabilitar. Igualdad: puf… mejor lo dejamos, porque si nos liamos con los roles igualitarios de los especímenes que concursan nos da el tabardillo aquí mismo. Decido hacer una foto a la pantalla para comprobar que es real. Claro que es real, es justo lo que quieren que consumamos. Encima de todo, ni lo esconden. La gente ve las cosas en su cara sin darse cuenta de nada.

Decidido. Ha sido la última gilipollez del día. Mañana más, como siempre, en este absurdo mundo que nos han fabricado en derredor.

Podéis ir en paz.

jueves, 16 de diciembre de 2010

EL CLUB DEL LIBRO (II): EL RESPETO

Hermanos, hermanas...

La gente ha visto muchas películas. Pero de las malas, de las de Van Damme, y de las de tiros y pandillonas de barrio de negros. Es notable la corrupción que el concepto de “respeto” ha sufrido entre los ínclitos miembros del Club del Libro, ni-nis, o generación llamada de la “Y”, o entre los vagos tocapelotas, directamente.

Si antes, entre los jóvenes se usaban las modas a lo Brando, o a lo James Dean, ahora el que menos necesita creerse un latinquin con derecho a respeto pero sin deber de darlo. En la botellona y en los colegios se esgrime la bandera del respeto entre los adolescentes. Qué principios y qué valores tan honorables… diría cualquier gentilhombre. Pero no se llamen a engaño. El respeto que exigen para su persona es un respeto carcelario, pandillero, bajuno-darwinista, de favela de narcos, facilona virtud de quita y pon sobre todo cuando me beneficia a mí.

De todos es conocida la frase: “Mi libertad termina donde empieza la de los demás”. Esta generación de sabios púberes ha trastocado la sentencia, en un alarde de virtudes que abanderan con orgullo (véase: egoísmo, hedonismo, narcisismo y demás rasgos onanistas) y en sus fotomontajes horteras del Tuenti escriben con sobrada suficiencia: “Mi liverta enpiesa donde acava la tulla”. Un cambio leve, aunque muy significativo, que nos describe la estupidez legendaria y egocéntrica que han llegado a alcanzar este atajo de gilipollas.



Su respeto no es más que infundir todo el miedo que puedan en las personas de bien, usando para ello los atuendos y maneras de los que en realidad temen (gitanos, rumanos y sudacas), para ser temidos por otros. Quiero decir, hermanos, que cuando vemos a una quinceañera disfrazada de calorra cani, barritando por la calle y tocando palmas a lo kinki, acompañada de putas del mismo calibre, traduzcan, y vean que sólo se trata de una imbécil insegura y cagada de miedo que necesita un buen par de hostias que le cambie los piños de sitio, o que le echen un polvo de los buenos que la reconcilie con el mundo (y no los que le echará el Cabesa, deprisa y corriendo, y con destreza bajo cero). Por ejemplo, la retrasada del video, aunque intente convencernos de que triunfa y triunfará en la vida, todos menos ella sabemos, que llegará sólo a puta, si no lo es ya.

Para estos pandilleros de tres al cuarto, que sustituyen el pene por el coche tuneado, y la seguridad y autoestima por el perro entrenado para achucharlo al que le mire de aquella manera, que les tengan respeto es que les tengan miedo. No hay más.

Recuerdo a una de estas sujetas relatando que dejó al novio porque era muy bueno. Y que lo dejó por un maromo de motillo y porro que lideraba una banda de fóbicos al esfuerzo pero fílicos a la bronca callejera. El gachó acabó en la carcel por robo a mano armada. La prematura zorrilla de 15 años no cagaba con la imagen aparecida como en sueños del pavo vestido con su uniforme naranja Guantánamo, apuesto y gallardo, rebelde porque el mundo parece que le hizo así. Fantasías de hembra gorila, supongo, o atracción primitiva y biológica por el macho espalda plateada. Hembras que buscan al latinquín de sus sueños, que les de fuerte y flojo cuando no cumplan con su papel de hembras. Aquí vemos un claro hundimiento de los éxitos femeninos que están llevando a pique las actuales generaciones de subnormales.

Penitencia: una hostia por cada vez que no se la dieron y otras tantas cada vez que abran la boca para decir una chorrada. Y luego, un pico y una pala, que no tienen nada que hacer y esto hay que levantarlo. Consejo: Por Dios y por la Virgen, cuíden de educar a sus hijos, y si no están seguros de ello, por lo que más quieran, absténganse de parirlos.

¡Ley de vagos y maleantes YA!

Podéis ir en paz.

jueves, 9 de diciembre de 2010

CON CHANTAJES A MÍ...

Hermanos, hermanas...

Me gusta cómo hace las cosas el gobierno. Nuestro gobierno está compuesto por tíos duros. Todos ellos son una diabólica mezcla entre John Wayne y Charles Bronson. Machos ibéricos y machas ibéricas. Son profesionales con los que no te puedes jugar los cuartos porque saben lo que no hay en los escritos. Avispados y astutos de aquí a Pernambuco. Y de eso los medios de comunicación saben un rato.

En plena crisis de los controladores aéreos del puente pasado, y en mitad de la refriega que estos tuvieron con nuestro implacable gobierno de ministros de élite, la CNN siempre dispuesta ha subrayar muy americánamente sus noticias apocalípticas, iba poniendo rótulos como éste bajo las imágenes en bucle de los pasajeros hastiados y cabreados: “El gobierno afirma que no negocia con chantajistas”. Chúpate esa, Johnnie.

Esa frase me la conozco yo de otras veces. De otras batallas épicas de las que libra nuestro gobierno de héroes y atlantes, esos titanes de la diplomacia y del échate pa un lao que me pongo yo.

Me suena de cuando lo del Alakrana y los piratas somalíes, por ejemplo. Ese presidente rudo y capaz, mandando a los ejércitos armados para escoltar a los piratas hasta la orilla de Mogadiscio con el dinero que afectuosamente les han ahorrado los que pagan a hacienda en España; no vayan a naufragar y fracasemos en eso de cuidar de los derechos humanitarios o como se llame, de los negritos de los documentales. Nada de petardear con misiles a estos filibusteros como hace Zarkosy; que tienen derechos, coño, los mismitos que los paisanos del barco.

También me llegan flashes de la ETA, de ese “preparamos una tregua de estas para que tú descanses y yo coja votos”. De esas de créetelo que es verdad y luego te la meto doblada por vigésima vez, tontolhaba.

O de las enérgicas exigencias para que los esbirros de Al Qaeda soltaran a los cooperantes catalanes. No veas cómo estuvo el gabinete de crisis ahí: enorme, pepinero, fenómeno.

ABDULAH: Ispanioles, quiremos bolsa de dinero por lus cuperantes, jutder!!!
ZP: ¿Cómo? Me cago en tus Bismillah y en tus Hégiras, hijoputa… lo que te voy a meter es un pedazo de maletín con fajos de quinientos que te vas a cagar, mamón!!!

Ahí, con dos, señor presidente, con dos. Que luego dicen de Bruce Willis. Tanto Chuck Norris y chorradas teníendolo a vuestra merced con nosotros. ¡Orgullo patrio y cierra España!

Podemos estar tranquilos, amigos. Hay una liga de hombres y mujeres “imprezionantes” velando por nosotros. Tíos que ponen al niñato que manda en Marruecos mirando a la Meca pero de verdad, si hace falta. Tanta tontería y churrete con el Sáhara y con quiero Ceuta y la Alhambra, y tirarme a la ministra Chacón pero de uniforme, y comer Jabugo a escondidas… etc. Aquí cuando un tío del gobierno español habla… la peña se cuadra pero ya.

El que no esté tranquilo es porque no quiere.

Podéis ir en paz.

martes, 7 de diciembre de 2010

LAS DISCAPACITANZAS

Hermanos, hermanas...

Uno no es misántropo sólo por evocar a seres humanos que matan y roban, y tienen emociones viles. Me explico. Si contáramos con un fantasioso método exacto y matemático por el que calcular una “media” humana que nos diera como resultado al ser humano medio (medio en todos los aspectos: culturales, educación, costumbres, gustos, personalidad, comportamiento…) que poder exponer ante un comité de calidad evaluador y extraterrestre, el resultado sería nefasto, teniendo en cuenta que esperaríamos ver un humano como el que sale anunciando dodotis o coches por la tele, triunfador, de casa blanca y minimalista, con esposa o marido guapos y jóvenes y un par de hijos sonrientes que sacan al perro a pasear. Pero nos comeríamos una hez fecal al ver que el producto sería un vil simio futbolero, que no sabe apenas escribir, que apenas entiende lo que lee, de mentalidad medieval y costumbres robóticas que no se plantea, que tiene hijos por tenerlos, y que prefiere la cerveza a pensar en algo más elevado.

El otro día fue el Día de la Discapacidad. Entiendo que habría que redefinir el concepto de “discapacitado” para aplicarlo dentro de esta población humana tan normal y tan media. Pensamos en una persona afectada con Síndrome de Down o en otra en silla de ruedas y hablamos de la discapacidad, cuando muchos de ellos están capacitados para casi todo, y adaptados a una vida normal en la medida de lo posible. Sin embargo, de entre la masa de pecadores que nos engulle, sí habría que darle la minusvalía (en porcentaje atroz) a muchos de ellos. Así que permítaseme:

Discapacitados los que se quejan y se quejan en grado sumo, no saliendo nunca de la comodidad que supone no aportar ninguna solución, que sí exigirán a los demás.

Discapacitados los que hablan y hablan sin parar sin escuchar a los demás, porque ellos nunca aprenderán nada.

Discapacitados los que practican lo anterior pero además su temática es el “yo, me, mi, conmigo”, porque nunca llegarán a comprender otras visiones.

Discapacitados los que ante un “buenos días”, no tienen sangre para contestarte al saludo, porque ellos serán los miserables sociales.

Discapacitados los que perdieron el sentido común, y no les da para entender que si les va tan mal es por causa de ellos mismos y no porque los demás se hayan puesto de acuerdo para joderles, porque están definitivamente perdidos.

Discapacitados los que viven para el momento de la botellona, porque ya han perdido su vida.

Discapacitados los que dependen siempre de tener a alguien al lado para hacer cualquier cosa, porque nunca serán libres.

Discapacitados los que hacen chanza de no haber leído ni un libro, porque ellos heredarán toda esta podredumbre.

Discapacitados los que creen tener siempre la razón, porque son los primeros engañados.

Discapacitados los que siempre ponen excusas, porque nunca se permitirán la mejora.

Discapacitados los que no tienen curiosidad, porque nunca verán la esencia de la vida.

Discapacitados los que contestan agresivamente a la primera, porque ellos heredarán la soledad y el miedo.

Discapacitados los que se dejan devorar por el miedo, porque ya viven muertos.

Discapacitados los que infravaloran lo desconocido, porque suya es la derrota de antemano.

Discapacitados los que no luchan por mejorar, porque su condena es la discapacidad.

Aunque todas estas limitaciones sean en realidad discapacidades severas, no dudaría en utilizar para toda esta fauna de sobrados y engañados - no el concepto de discapacitado - sino el históricamente desfasado y más exacto para ellos, concepto de: SUBNORMALES.

Podéis ir en paz.

jueves, 25 de noviembre de 2010

IDIOTIZADORES DE DISEÑO

Hermanos, hermanas...
Resulta insultante ese empeño del sistema por hacer involucionar al hombre hacia la imbecilidad más obtusa. Aprecien y valoren, hermanos, este anuncio de infame fármaco diseñado para idiotizar. ¿Su niño no le come? Psss… no pasa nada. Don´t worry. Dele esta píldora, que tiene todas las proteínas que hay que ingerir para hipervitaminarse y supermineralizarse y olvídese de broncas con el niño, sofocos, soponcios y mecagoentusmuelas varios. No vaya a herniarse educando a su vástago para que coma como un omnívoro normal, no vale la pena, déjele al pobre, y piense en su comodidad de usted, que para dos días que tenemos , disfrútelos en Eurodisney.

La pastilla se ha erigido en símbolo del bienestar. Las amas de casa cincuentonas se empastillan porque antes de enfrentarse a la realidad y coger el toro por los cuernos, es más fácil “endrogarse” con la gragea de la felicidad efímera, para continuar tomándose el cafelito con las amigas hablando de la Campanario, sin solucionar sus vidas de mierda. El niño no me come… dame una pastilla, doctor. El niño no me duerme… dame otra. A estas yonkis se les ha olvidado que criar niños es difícil, y que cuesta trabajo, más allá de que quedaba bonito tener un bebé rechoncho un año después de la boda. Potoma!

Lo de la píldora publicitada es sólo un ejemplo de cómo maleduca el sistema embustero al personal, y estos ignorantes a su vez, a sus hijos. Pero qué me dicen de la puta cuchara fuu, el tenedor fuu, y la madre que los parió a los dos. Para el que no lo conozca, es una genial idea de diseño cuya finalidad es que el fulano que se quiere hincar la sopa no se queme, porque la cuchara ella sola te sopla la sopa. Vamos, que no maltrates al niño, no le hagas soplar al angelito que se va a hiperventilar y eso es trabajo, joder. Para qué soplar si te puede soplar un robot. Ya lo decía la profecía: de aquí a nada, todos gilipollas. Así salen los niños ahora. Si le pones el Sálvame te hablan como marujonas, y si les das la cucharita fuu te salen con lengua vaga y no te hablan hasta los 7 años.

Luego te mandan a casa el catálogo de juguetes del Hipercor con el inquietante Bob Esponja en la portada (ahí, a traición, para que tus niños lo vean y empiecen a tener ideas diabólicas), en el que aparecen los típicos triciclos estos que tienen un mango para que el padre vaya empujando al niño ya de edad contundente que monta el vehículo sin dar pedales. Es lógico, para cuando el niño se canse, el adulto apechuga; igual que pasa en la ESO. Es pasear por el paseo marítimo viendo una escena de estas, en la que el niño apoltronado en su trono arrea a su padre para que empuje, mientras que el adulto siembra la simiente de un futuro imbécil juntaletras, y el niño hace oposiciones para inhabilitar de por vida las piernas que Dios, nuestro Señor, le ha regalado con generosidad infinita.















Pero los idiotizadores no sólo desproveen al hombre de sus capacidades física, intelectual y volitiva, sino que preparan al futuro consumista, esclavo ciego y clasista del sistema de producción y mamporrero de los bancos. Véase el ejemplo del descapotable infantil de 300 napos con el minipijo dentro, paseando a su mininovia (en una relación pensamos aún casta) y conduciendo él, por supuesto, el macho… como debe ser. Menos mal que estamos aquí con la finalidad de criar tontos.

Resumiendo, que en poco tiempo, o por herencia o por selección artificial, nuestros futuros nietos, si no lo son ya, estimamos que presenten las siguientes características: Comerán mcdonalds y píldoras farmacéuticas, tendrán la boca floja, sin dientes y la lengua chica y flácida (igual que la picha), unas aletillas inservibles en vez de piernas, se trasladarán en carritos de marca y coches pepineros, y usarán robots que les limpien el culo.

Que el Señor nos coja confesados.

Podéis ir en paz.

lunes, 15 de noviembre de 2010

LOS ENTENDÍOS

Hermanos, hermanas...

Más que entendidos, enteraos. Con la edad cada vez me revienta más escuchar en la mesa de al lado al típico capullo de profesión liberal y cuenta corriente abultada (al que le ha ido bien la vida por el mucho lloriquear y el mucho arrejuntarse al sol más caliente) hablando de vinos y sentando cátedra. El tipo ha leído algún artículo del Ribera del Duero y lo suelta de memorieta a la chavala en edad de merecer que ha invitado hoy a cenar. Eso le da un aire cultivado y viajero que abruma al personal; nada como recitar: “Si… un oloroso, levemente afrutado, con cuerpo (hace círculos con la copa y la inclina), un buen año el 64 (lo huele), nada que ver con ese vino de Milán que adquirimos el mes pasado, estuve allí ¿sabes? (lo degusta y hace ruiditos asquerosos, como con la boca pastosa, tsah-tsah), pruébalo, ¿notas ese fondo de mar y viñedos? Perfecto para acompañar un Beaf al amontillado…” Es la demostración de que no teniendo ni pajolera, si cuidas la forma en que dices algo y le imprimes seguridad y descaro, puedes cagarte en la Virgen del Carmen y hasta el Papa asentirá complacido.

Conozco a un enólogo que regenta un vegetariano (el cual también atiende como camarero), que me contó una anécdota. En una mesa un entendido le dice que le traiga el vino tal del año tal, que resulta imprescindible para degustar el menú. El camarero, que se calla ante los culturetas gastronómicos por lo del cliente y la razón, hace lo que se le pide. Al traer la botella es obligado a escuchar la disertación vinícola que el cliente enterao insiste en pregonar en alto a las mesas circundantes (quiere hacer ver que es un sibarita, un aristócrata de la cocina, un amante de la cultura deconstruida del vivo al bollo, y un alegre y vital burgués que valora los placeres de la vida desde que estuvo en alguna isla griega, en la que aprendió a decir que el vino es como una mujer y chorradas machistas por el estilo). El camarero, al que se le inflan las gónadas sobremanera, expresa con respeto que el vino pedido no es la mejor elección. El cliente le porfía porque mira que yo se mucho de vinos y que hace un mes fui a unas jornadas vinícolas que lo flipas con expertos y todo eso. El camarero recita inesperadamente el título de las jornadas de enología… y ante la sorpresa del sibarita le informa de que él mismo era uno de los profesores de la conferencia. Ea, ahora te callas, te vuelves al plato, y a comer tranquilito y a chulear de constructoras, de abogados, de euros y de lo que tú entiendas, porque hay riesgo de hacer el ridículo cuando no sabes quien te escucha o a quién tienes delante, digo yo, sobre todo cuando eres el típico gili que acompaña con un periódico el desayuno para aparentar en la plaza del pueblo.

Ilustrativos son los ancestrales entendidos del mundo del toro. Tienen la facilidad de decirte las cosas con corbata. Me refiero a que yo no me creo igual la frase "José Tomá lo que tié que hasé eh heshá la muleta máh par tendío" si me la dice un pureta acorbatado y con puro, que un tío en camiseta y con la gorra pa´trás. Estos tíos tienen señorío, tienen casta, un poderío y unas sevillanas maneras, que él habla y tu te callas... y punto. En el proletariado de esta estirpe está el entendido del fútbol, más de andar por casa, pero con sentencias airadas y críticas, con desconocimiento de causa, que tiene a bien ponerse de salvador estratégico de su equipo (lo que pasa es que no es entrenador, que le pongan a él, cagoenmiestampa), pero sin reparar en el deshonroso billetaje que cobra su ídolo. Estos son los mismos que no caben en sí de gozo cuando la parienta le pregunta al niño qué quiere de comer y el niño responde que se meta la comida por el mojino, que ha perdido el Betis y toca luto.

Pero nada. El gran Ortega, como cito siempre en su Rebelión de las masas, ya nos advirtió. Pasen y vean al tocapelotas de turno que entiende de formula 1 (aunque empezara a entender de ello, casualmente cuando Alonso ganó su primer mundial) que sabe que los ingenieros de la escudería no tienen ni puñetera idea porque esos neumáticos no se ponen con lluvia, si lo sabré yo. Y esto lo dicen gachós muy afectados con el tema que no han dado un palo al agua en su vida y mientras se toman una cervecita.

Igual que los pseudointelectuales que se han apuntado últimamente a entender de perros. El otro día escucho a uno escupiendo gafapasteces sobre la aptitud del perro tal o cual y de las cualidades del pedigrí no se qué. Si es que se vieron la primera temporada del encantador de chuchos y se creen que saben más que el César Millán ese. De todas formas, los que más me molestan son los de los vinos. Valientes fantasmones chupapuros.

Estos frotacalvas lo que hacen es intentar “distinguirse por algo distinguido” como toda la vida de Dios. Poner distancias entre ellos y el populacho que no tié cultura ni tié ná. El vino es imprescindible... El vino es una bebida y ya está. Como el agua, como el zumito de naranja de tu niño en el recreo. No le des más vueltas, carajote.



Este camarero que os comento, es dado desde entonces a ciertos experimentos con los entendíos.
- Pues te voy a traer un vino para que lo pruebes que es magnífico – dijo, y mezcló tres o cuatro vinos llevándoselo al sibarita para su degustación.
- Uhmmm, magnífico, delicioso. ¿Qué vino es este?
- Este vino es una mierda – y le explicó sobre el potaje de bebidas que había hecho.

Qué pena, hermanos. Querer ser pero no ser. La gente quiere saber más que el perito de la obra, decirle al profesor del niño lo que tiene que enseñar, al psicólogo el diagnóstico que dar, al médico lo que le tiene que mandar… Patetismo al cuadrado e inconsciente. Y además con valentía, cualidad generalizada entre el ignorante común. Vergonzante sociedad de arreglabajos y maestroliendres…

Lejos… nuestras abuelas y sus ecos, nos dicen la sabia frase: “Tú haz caso al médico, que ha estudiado”. Pues eso, si quieres saber de algo, no basta con parecer, hay que ser.

Podéis ir en paz.

jueves, 11 de noviembre de 2010

DOUBLE MORALITY

Hermanos, hermanas:

Como saben, esta es Christine O´donnell. No sabemos cómo llegó a ganar unas primarias y amenazó con llegar vía electoral, a gobernadora del castizo estado de Delaware. Esta individua declaró públicamente que la evolución era un mito (que era mentira, vamos; que la prueba era que si salimos de los monos, ¿por qué aún había primates retozando y oliéndose los culos en la selva?). Así fue. También hizo campaña fundamentalista desde la iglesia luterana, calvinista o vete a saber cómo se llaman estos herejes, condenando la masturbación por suponer una infidelidad en toda regla. No se puede hacer uno las pajas oportunas en el honorable estado de Delaware: antes reventar que engañar a la parienta. Contención a tope. El problema es que algún día el que se aguanta cae, y ese día salimos todos en canoa.

Esto contrasta indudablemente con aquel incidente hace unos meses en el que dos republicanos en el senado en Washington DC se dejaron el micro abierto y todos pudieron escuchar como uno de ellos (que defendía la familia tradicional, los valores del compromiso y la castración del adúltero) narraba al otro, la felación practicada por una joven puta de estas que comparten juntos en sus correrías, con detalle tal, que tuviéronse que ausentar algunas de las señorías a visitar el baño. Esto es la doble moral, hermanos. Para los amigos estadounidenses es un arte. Aunque en España también somos unos expertos, aparte de en otras disciplinas en los que somos número uno, como el fútbol, el tenis, el ciclismo, la fórmula uno, y acojonar piratas somalíes. (En la foto: patulea de anormales ultraconservadores danzando en una convención).



Tenemos el ejemplo de los republicanos del Tea Party (o Ti Pari, para los entendidos) por tratarse de un ejemplo paradigmático. Todos estos analfabetos con poder heredado de sus papás – muy anglos y muy sajones – han pertenecido a sociedades en las que se comían la boca unos a otros, que los han impulsado (como el Opus, vamos) ya se llamen estos grupos Skull and Bones o la ilustre Cofradía de la Mierda Pinchá en un Palo. La cosa es que tras una vida en la que los demás le bailaban al señorito, éste decide meterse en política y acabar de rematar la faena jodiendo al personal con su estrechez de miras y ambición por la pela. (George Bush senior en la sociedad secreta Skull and Bones, a la izquierda junto al reloj).



Entre la ilustre profesión del cómico, hay muchos fulanos dados al conservadurismo reaccionario, como Raegan, Heston o Chuacheneguer. Este último tras ver a su California en bancarrota opta por avisar de que legaliza la marihuana y así optener un pastón formidable. De repente un montón de gilipuertas y repartidores de estopa que antes despotricaban de los chicanos por vender esa mierda en nuestra gran nación salen en programas de tv defendiendo lo que diga Terminator. El caso es que Chuachenaguer aseguraba en sus mítines que él se vino de Austria porque en Europa permitían “endrogarse” a las personas humanas y América es un país de puta madre. Suponemos que tuvo que meterse su acento germano por el ojete cuando alguien publicó un video en el que el tipo salía disfrutando de un petardo con sus amigos, los musculitos setenteros.



Y Charlton Heston, al final, trabajó en tantas películas de “convois” que se quedó perpétuamente en el Oeste, como sheriff de Nottingham, aunque ni siquiera sepa que Nottingham no está en USA; porque él tiene que ser sheriff, “y si no, no respiro”. Al final, como sus correligionarios, es sólo un cagado que se va por la pata ante la idea de cruzarse por la calle a alguien diferente. El miedo sigue siendo el desconocimiento, la duda. En la foto: Vote for freedom, vota por la libertad, por la libertad de pegar tiros con revolver o con trabuco.











Estos son los que enseñan a las visitas su escopeta cuando van a casa. Los que ven y dejan ver a sus hijos pelis de repartir leña donde el prota admirado admistra muerte a mansalva pero se automutilan y manifiestan ante el Capitolio cuando se ve una teta en la tele. Los que repiten “In God we trust” o cantan God bless America pero te tiran una bomba de racimo en una guardería, eso sí, preventivamente. Véase el ejemplo de Marco Rubio, el republicano pijo-latino, casado con un pepino de tía, gobernador (o eso creo), con dos hijos muy americanos, jóven y bello, orgullo del american dream que cualquier matao puede conseguir con esfuerzo y un par de mamadas a tiempo. Este proclama básicamente que olé mis cojones: yo entré en este fantástico país… pues ahora que lo cierren, que se nos cuelan los latinos sucios estos, oiga… que yo conozco al Wilson Gómez, que fue conmigo al colegio en Villa Chapultepec y es un cabrón de cuidao.

Baste un ejemplo del que nadie habla, pero que todos sabemos: Sarah Palin, la puretona republicana (que por cierto, en plena campaña fue sorprendida por el bombo de su hija adolescente, que era adolescente pero de familia decente y conservadora, no se vaya usted a equivocar) embelesa con sus discursos anticondones, antiextranjeros, pro-invasiones y pro-explotación de obreros, pero todos los allí presentes con sus corbatitas rojas y pines de la bandera (incluido el Marco Rubio ese), y toda la plana mayor, sueñan con calzársela por derecho, con sus gafitas puestas y sus líftines no reconocidos.

Condeno a estos pecadores a vivir tal y como predican que debemos hacerlo los demás, y sin todo ese parné que tienen… que se lo trabajen. Y el consejo para los hermanos es el de dejarse de moral y de chorradas: ustedes saben lo que está bien y lo que está mal… pues hala… a actuar en consecuencia. Así de fácil.

Podéis ir en paz.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

ABERTZALE: ESTILO NEFASTO DE CARÁCTER FUNESTO

Joder. Walt Disney tenía razón, hermanos: La belleza debe estar en el interior.
Hoy atenderemos a la penitencia de unos pecadores que suponen todo un clásico en nuestro país. El etarra, el abertzale, el batasuno. Pero no atenderemos a estos hijos de mil padres por sus tendencias sociópatas y asesinas, por lo obvio del asunto. Que no merecen vivir está tan claro que no pienso aportar nada nuevo. Sobre lo que me gustaría llamar la atención hoy es sobre una pregunta que ronda la mente de todos pero que por el simple hecho de hacerla te pueden tachar de superficial para los restos: Pero estos cabrones y cabronas ¿Por qué tienen que ser tan feos? Lo digo porque un abertzale se hace notar en el telediario como un rapero en una reunión de viejas.

En verdad os digo que el hecho de que estos pecadores sean tan incómodos de ver no es sino un agravante. Quién no ha fantaseado con encerrarse con estos en una habitación y “arremangarse”. Pues es que si a sus crímenes se les añade su delito hacia la salud pública y estética, el que se meta en esa habitación a cumplir va a dar palos hasta en el cielo de la boca y allí cobra hasta la sota de bastos.

Si tenemos que verlos tanto en la TV por qué no se arreglan… un poquito nada más. Es que me da asco verlos. Hay veces que no distingo bien si uno es un tío o un tío. No se si me explico:


De izquierda a derecha: Macho, Indeterminado, Hembra.

Creo que ha quedado claro. ¿Es que en las batasunas pocilgas sólo hay tíos rudos y marimachos de sexo dudoso? Pareciera que en las filas etarras lo que hay es mucha frustración de transexuales en vez de reconocer su condición y disfrutarla como puedan… y dejar a los demás en paz de una puñetera vez.

Un texto del mismo Arana decía: “La mujer vasca, en el campo, trabaja como el hombre. Es bella, con una belleza que ha perdido sus delicadas formas y se ha hecho varonil a los rudos golpes de la laya y se marchita para los treinta años. Pero es más bella de alma". Pues eso, Sabino Disney. Explicados quedan los rasgos grotescos, aunque a ciencia cierta sabemos, que las batasunas, sobre golpes de laya, nada de nada, pero de porros mucho de mucho. Pero vascas las hay de todas las familias en la viña del Señor, y el fallo es que tú siempre identificaste a cualquier vascongado como puto batasuno liberador de Euskal Erria. Que puestos a reivindicar fueros como lo hacías de todo el antiguo Reino de Navarra, País Vasco español y francés, etc... pues yo ya me pongo y pido para mí el territorio de Al-Andalus de digamos el año 800, me quedo con toda la península y te regalo un cacho de Asturias para tus perroflautas extremos y tu Rh de las pelotas. A lo que íbamos; que féminas vascas, apreciamos en las dos fotos siguientes:


Y digo yo que la de la derecha es vasca pero un día de estos se parte. ¿No va a ser, Sabino, que las feas sacramentadas son las tuyas? Las abertzales de diseño: pelo corto coloreado y duro como estacas, más anchas que Popeye de levantar piedras, mentón de buque, focamonjes, forzada estética izquierdosa e imposibles de ser cubiertas sexualmente. Y los machotes disfrazados de okupas punketas con colección de aros en las orejas, y unas ojeras de noche porrera de muy señor mío, y peinado mohicano. Señor… si parece que estáis en plenas olimpiadas de ver quién es más antilujuria. Vaya engendro debe ver el mundo con el cruce perveso entre dos etarras. Me hago cargo de lo incómodos que deben sentirse los vascos de veros a vosotros el careto de alpargata que portáis.

Lo peor es cuando tras ser aleccionados por su famoso manual (el mismo que ordena que denuncien malos tratos de la poli – que se entiende que los etarras malos tratos a los muertos, pues no oiga -), por consejo de este, te salen esposados de sus pisos francos supercontentos y saludando al vecindario como el que se va de farra y seguro de que uno es en todo caso un martir. ¿Pero como salís así de contentos (y no lo digo por los años de cárcel), con la desgracia que tenéis encima por esa cara de trucha infame.

Está claro que el ser feo de cojones es algo que lo da la ideología. Supongo que se le empocha a uno el carácter hasta convertirse en un ser engurrumido hasta el alma. Rediós… ser tan feo es pecado capital. Pues sí, Mr Walt, la belleza estará en el interior… cuando esté. Porque hay veces que no está. Qué triste.

La penitencia para estos truhanes es la pena de muerte. Pero como no puedo quitarles el don divino, me contentaría con que limpiaran culos con la lengua por toda la eternidad unos a otros. Estáis en pecado mortal, y es irreversible. Sois como aquel retrato de Dorian Grey, que afeaba la cara del jóven cuanto más crímenes cometía, hasta convertirlo en un viejo putrefacto. Felicitaciones.

Podéis ir en paz.

sábado, 30 de octubre de 2010

JALOGÜÍN

Hermanos, hermanas...

El sincretismo religioso o mezcla rabiosa de conceptos y cosmologías siempre ha sido causa de muchas confusiones entre los “enteraos” y de guerras medievales y no tan medievales. Los que ignoran la historia aún seguirán abofeteándose con el guante por cuestiones de esta fiesta es yanki o qué ha sido del Tenorio. Para los que sepan del pasado multicultural de estas fechas va esta pequeña y trillada reflexión.

Ya sabemos que la tradición anglo y latina al respecto son lo mismo, por lo menos en estos tiempos. Ya lo dice la propia contracción: All hallow´s eve, es decir, “víspera de todos los santos” es una tradición de ida y vuelta, como los cantes de Cádiz. Lógicamente la tradición e idiosincrasia de cada pueblo ha hecho que las cosas se manifiesten de una forma o de otra, y que uniéndose en algún momento de los siglos se hayan mezclado, como toca en un mundo como este, chachipiruli-globalizado, y haya salido un producto raro y a veces incómodo de conciliar.

Véase: Catolicismo + Yoruba = Santerismo. Cristianismo + Paganismo Romano = Catolicismo…

El producto puede ser extraño. Don Juan y la Jack´o´Lantern no casan bien. La Conferencia Episcopal pide que los niños no vayan vestidos de fantasmas sino de Santos, demostrando cuán alejada está de la realidad del niño que le mete una somanta de palos a la madre por vestirlo de San Pancracio, o las collejas que recibirá él si se deja vestir de santo varón (que no se yo que es más tétrico, porque un disfraz de San Juan Bautista con la cabeza cortada bajo el brazo sería un disfraz de la hostia para Jalogüín). Y el trucotrato con el que te soborna el niñato del vecino, caracterizado con el original disfraz de zombi no tiene que ver con esa ínclita tradición de joderte la fachada con 3 docenas de huevos. Válgame… aquí todo kiski actúa como si las calabazas anglosajonas hubiesen vivido con nosotros de toda la vida.

Lo que sí es, es un producto comercial como que el anterior post iba de gafapastas. Más aún que ese San Valentín metido con calzador, en el que cualquiera que no regale nada a la novia es un truán y un hijo de la gran puta insensible, además de enfermo social y hereje. A mí los santos y el jalogüín me parecen de puta madre, pero estoy realmente cansado de esa insistencia de los medios en hacerme entender por narices que necesito vestir a los niños de druida gore, que necesito comprar un quintal de caramelos para repartirlos, que necesito decorar el balcón de mi casa, que necesito ir al cine a ver una de las de turno de terror adolestonto, que necesito celebrarlo con cena especial y cara (que para eso importemos el Día de Acción de Gracias y nos comemos un pavo en Noviembre y otro en Navidad), que necesito y que necesito y que necesito…

Yo no necesito una mierda. No estoy tan vacío como para necesitar continuamente, gracias a Dios y a la Virgen del Carmen. El problema no es Jalogüín. El problema es que como es costumbre importamos género sin querer saber de qué va el tinglao, sólo porque mola; y como pasa con la Navidad, gastamos a tutiplén, encantados de ser exprimidos sin tener idea ni querer saber qué cojones celebramos.

Para que se vea que sí tiene relación una cosa con la otra, mientras que escribo y oigo las chuminadas vociferantes del vecino que ha convocado en una barbacoa a una pandilla de amigotes disfrazados de tocapelotas para celebrar algo de lo que no tienen ni idea, evoco los versos primeros del Tenorio de Zorrilla:

"Cuán gritan esos malditos.
Pero mal rayo me parta
si en concluyendo esta carta
no pagan caro sus gritos".

Podéis ir en paz.

jueves, 28 de octubre de 2010

GAFAPASTAS

Hermanos, hermanas...

Lo prometido es deuda. Hoy es un gran día para hacer una crítica y una confesión al mismo tiempo. Primero la una y luego la otra. No quiero invertir mucho tiempo en la descripción de este subgénero de freaky adulto, porque supongo que el menos versado en el asunto se hará una idea. Gafapastas los hay con y sin gafas; es más bien una aptitud, como el pijo. Desde tiempos ancestrales ha habitado entre nosotros el “snob” o fantasma, tan abundante en las películas de Allen como en la vida misma.

Pero qué tentación hermanos… citar a Kiarostami o a Won Kar Wai en lugar de cualquier otro de la parrilla comercial y populachera. Te hace parecer una persona cultivada, con inquietudes, más elevada que tu interlocutor (que tendrá como mucho la ESO). Porque hermanos, el snob gafapastero piensa que mientras él leía a Chejov y se fumaba las películas de Winterbotton, los demás nos rascábamos el escroto y perpetrábamos botellones. Pero la pena de todo esto es la automentira: de Kiarostami vio una película y un tráiler, y de Kar Wai te cita un par de frases de Isabel Coixet que se leyó en un blog de cine y ya parece que no le puede toser ni Dios.

Se saben al dedillo el viejo truco de cuando te preguntan por un grupo de música que no has escuchado nada pero tienes que hacer ver que sí a como de lugar. Basta con decir “psss, es una mierda, me gustaban más los primeros discos”. Tú le dices eso a uno que te toca las pelotas y el tío se calla para toda la vida (acabas de dejar claro que sí lo conoces, que te sabes su trayectoria, que evalúas con conocimiento de causa, de paso mientes como un bellaco, sientas cátedra, y dime algo más que te disparo un par de grupos del panorama underground que te hundo aquí mismo de vergüenza pa los restos).

Estos pecadores, que se revuelcan en la cochambre de la soberbia y la envidia, no dejan de ser unas fashion victims como otras cualquiera. Sólo que sus directrices onanistas están encaminadas, más concretamente, a renegar de todo lo que corra un riesgo de ponerse en boga, porque lo realmente cool es marcar tendencias y ser el primero en conocer al último director novel que ha hecho un corto que prometa, aunque este sea una mierda supina y megalítica, porque para eso ya lo justificas con que “es conceptual”. Y si no, que el director se haga un performance y listo… a la gloria directa.

Sin ir más lejos, el otro día veo un performance de una tía que lo estaba petando en el underground de internet, en el que abre una lata de conservas (hm, me suena), y se mea en ella. Los gafapastas allí concurridos, con cara de haber visto al Santísimo, empiezan con su labor hermenéutica hiperforzada a descifrar aquello como obra de arte anticonsumista en un mundo vacío y a la deriva, y a encumbrar a la pseudoartista al olimpo de la quintaesencia del arte, sintiéndose evangelizados por semejante mierda escatológica, y escupiendo en el neocapitalismo. No obstante, todos soñaban en aquel instante con bienvivir en Manhattan, asistir a pubs selectos y megacaros de artistillas efímeros, y tomarse un café solo en compañía de otros gafapastas en un local de la 5ª avenida mientras escuchan Russian Red (hasta que Russian Red se lo escuchen nombrar al vecino, y larguen las de San Pedro).

Ellos saben a ciencia cierta que son en realidad unos gilipollas de tomo y lomo. Prueba de ello es que podréis comprobar que un gafapasta no soporta escuchar las mismas pedanterías que diría él, en boca de otro gafapasta. Producto de ello son los continuos debates de besugo en los que se intenta rizar el rizo del frikismo cultureta, con consecuente y progresivo abandono del lugar de todos los que allí estaban. Simplemente ignórenlos; si les llevan la contraria, les retiraran la amistad, el respeto y le pondrán a parir a sus espaldas por iletrado y donnadie del vulgo. Que esa es otra, hermanos: investiguen los éxitos del gafapasta y verán que son en su mayoría unos fracasados mantenidos por sus progenitores (de ahí todo ese tiempo libre). Aunque existen sus excepciones, como el subtipo “lesbiana-catalana-artista-hippiepija con gafas y sin deficiencia ocular”.

A mí la masturbación cultural no me parece mal, es más, me pone. Lo que merece tormento y martirio es el desprecio que estos imitadores de miope procesan hacia todo ser humano que no sienta la necesidad de exponer su chorradas exclusivistas, dando por hecho que el prójimo es como poco retrasado mental; sin duda debe tratarse de algún trastorno de la personalidad encaminado a delirar con la idea de que uno es alternativo y marginal. ¿Alternativo a qué? Hay tanta gente en lo alternativo que muchas veces lo alternativo es comerse dos huevos con papas. ¿Y marginal? Todavía no he visto a ninguno de estos pichafloja en las Tres Mil Viviendas, o en las Barranquillas… eso si que es marginal; a cambiar el mundo ahí, con dos cojones, y a meterse esa visión pesimista pero tan cool por donde tengan a bien.

La infancia del snob debió ser dura, supongo. Esa falta de habilidades sociales y esa actitud evitativa debió enfrikarles demasiado en el cómic y el youtube durante largas noches. Entiendo, amigos frikis, el huir de la gente – porque para qué negarlo – la gente es casi toda un conjunto mundial de imbéciles… pero cobardes habéis sido como nadie, y eso os ha hecho analfabetos sociales, y pedantes de medalla de honor.

Mi confesión es la siguiente: yo soy un puto gafapasta cabrón. Aunque no tenga gafas. Me acuso de haber sido un snob, y de haber juzgado a la gente según su cultura (en cine, música y literatura; fíjate tú la cultura) cuando eran muchos de ellos superiores a mí en otros aspectos, y de haber sido a veces más Asperger que los de verdad. Pero mi mérito está en haberme dado cuenta de que la humildad te da paz, que hay valores como el afecto y la sencillez que otros tienen en más cantidad, y que reconocer todo esto te hace más feliz que ser un jodido pedante. Gracias, Señor, porque ahora soy un snob redimido por tu Gracia. La amplia cultura, que en muchos casos sólo te trae sufrimientos y consciencia, es algo muy bueno para uno mismo, para disfrutarla, para usarla, para hacerte libre… pero su sola exposición porque sí, es lo que decíamos antes, onanismo en público. La definición de gafapasta sería: pajillero cultureta compulsivo y vacío.

Penitencia: que sigan así, ellos mismos lo pagarán, creedme. Acabar asqueado de uno mismo es el futuro para estos pecadores. Consejo: humildad y sencillez, hermanos… humildad y sencillez.

Video Ilustrativo (Annie Hall):


El Señor esté con vosotros.

Podéis ir en paz.

jueves, 21 de octubre de 2010

EL CERDO Y EL AMIGO DEL CORONEL TAPIOCA

Hermanos, hermanas...

Entre los seres humanos están los que son observadores, curiosos y buscadores de respuestas, y por otro lado el subgrupo de los de me importa todo un carajo (nada más que copular y comer), siendo el primer grupo más escaso en proporción, y el segundo tan numeroso que podría decirse que define sin paliativos a la población mundial.
Al grupo elevado debemos todo lo que en la humanidad ha sido progreso y avance. Al segundo no le debemos nada (bueno si: bajunez, chabacanería y telebasura). Esta introducción es debida a que me gustaría hablarles de un acontecimiento del que fui testigo este fin de semana y que viene a ilustrar el caso.

Disfrutaba de una magnífica jornada en la sierra, en mitad de un campo que libremente pueden transitar los senderistas, y en el que personas y animales pueden cruzarse andando por ahí sin ningún problema. Conviviendo y esas cosas. De buen rollo. En la esquina de una esplanada verde, terminaba desapercibido de comerme el condumio, cuando veo aparecer por la izquierda a lo lejos, una pequeña familia de cerdos de granja que pastaban libres. Casualidades del destino, aparecen por la derecha del paisaje un par de familias de homo sapiens (o así se hacían llamar), de estos que han ido al Decatlón a equiparse con vestimenta de élite , porque ellos no son menos que nadie, para pasar el único día que han venido en sus vidas a la montaña y luego fardar de naturales. Así que lo vi claro: he aquí el experimento, la oportunidad, he aquí el encuentro interespecies. Y yo, como observador oculto, me quedé a comprobar lo que derivaba de aquel choque biológico y relacional, aún sabiendo ya en un 90% cual de las dos especies animales saldría del lance con mayor dignidad.

En el rincón de la izquierda, con 150 kilos de peso y en pelotas, un cerdo y su pobre familia destinada a lo que ya sabemos y ellos no. En la esquina de la derecha, con 90 kilos de peso y disfrazado del Coronel Tapioca y mochila Quechua, un tío con dos mujeres, un cuñado y 4 niños equipados con bastones de andar y gafas de sol la ostia de caras. A un asalto.

Miro, expectante…

Los niños reparan en los bichos gordos que pastan a lo suyo. Se suben a una piedra y se advierten de que más vale no asustarlos, no se vayan a poner farrucos por proteger a las crías y manden a todo Cristo al Purgatorio en un arrebato. Hasta ahí bien, parecen niños sensatos. De entre la jauría homínida salta destacado el padre en postura gorilácea, riendo y gritando, que se adelanta a los niños y empieza a perseguir a los cerdos. Los animales ante tamaño susto surrealista optan por las de Villadiego y corren acojonados por sus vidas. El humanoide no lo deja en un simple susto, y de entre el repertorio posible de opciones, escoge la más degradante para su propia especie: seguir y seguir corriendo tras la familia porcina (que no entiende nada y prefiere huir de un loco antes que preguntarle qué desea sacar de todo esto). En la foto: especímenes de Sus Scrofa Doméstica, los póbrecitos míos.

Al mirar la escena, mientras blasfemo en sumerio, no se si lo que veo es un hombre o al Hommer Simpson ese de las reposiciones de Antena 3. Lo que está claro es que sí es un Padre de Familia. Cuando se cansa, se detiene, respira y sigue la persecución infame, fascista y antizoóica, partiéndose de risa, por lo que los niños (que antes guardaron sabia prudencia) ahora se apuntan a la caza del jamón. Juro que así pasó y así lo he contado.

Vemos el enésimo ejemplo de cómo los padres educan a los idiotas y a los imbéciles presentes y futuros de nuestra comunidad. No entiendo Señor, tu dilación en mandarnos las plagas de Egipto, y masacrar a todo primogénito mastuerzo susceptible de fabricar la siguiente generación de tontos. Tontos sin necesidad de entrenar, por mucho que se me recorten la perillita, luzcan Rayban y hallan llegado a la sierra en Audi.

Y no crean que la hembra humana quedaba atrás en sapiencia y raciocinio. En vez de cagarse en los difuntos del inútil del padre (que son su familia política) sólo se le ocurre decir que “dejadlos ya, que no van a estar bien para navidades”. Valiente educadora, vaya forma de defender a los inocentes. Inocentes, que por cierto demuestran mayor inteligencia, puesto que el cerdícola ¿qué hizo al correr sino adaptarse al medio? No queda sino correr cuando una fiera del frenopático te persigue, sepas lo que pretende o no lo sepas. Sin embargo, el fulano, con su actitud ¿qué pretendió? No se si alguna razón espiritual más elevada se me escapa al entendimiento y estoy yo aquí poniendo a parir al pobre hombre injustamente. Pues mira, no creo. La pregunta que queda en la recencia es ¿Cuál de los dos es el berraco?

Hora de repartir leña; administremos la penitencia para éstos: Lléveseles a una pradera abierta y hágaseles encontrar con una familia de elefantes, rinocerontes, o criaturas por el estilo, que decidan exprimirles corriendo perseguidos para salvar sus patéticas vidas de urbanización chaletera. Posteriormente, sean sodomizados por dichas bestias.

Consejo para los hermanos: sigan disfrutando de la naturaleza y de lo realmente puro que este planeta - habitado por esa puta plaga humana de mierda - puede aún ofrecerles, a ustedes y a sus hijos de ustedes. Como me decía la hermana Pandora; es una suerte que aún podamos caminar por sitios salvajes, convivir con animales y plantas, y disfrutar de ese respeto mutuo que nos debemos todos los seres que compartimos esa complejidad en común: la Vida.

Podéis ir en paz.

viernes, 15 de octubre de 2010

EL ZAPATO DE CRISTAL

Hermanos, hermanas...

Todos en la villa se parten la cara por calzarse el zapato de cristal.
Pero en esa pelea barriobajera del pueblo en la que luchan por encajar el pinrel, no es casualidad que sea en un 50% el más garrulo el que gane, y en otro 50% el menos escrupuloso (que en gran medida tienden a coincidir).

Es lógico: pongan a una persona decente, cabal y honesta a competir en un pueblo por el bastón de alcalde o por un puesto en la lista cercano al Gran Kajuna, contra la fauna que se suele presentar para tal efecto:

Tendremos al analfabeto con más cara que espalda, que vio demasiadas películas bolcheviques los domingos por la tarde y que cuenta con innumerables contactos y enchufes en la administración (en la que tiene algún primo o hermano, vamos, gente como él). Tendremos también al presidente de la mancomunidad de vecinos, que en el ejercicio de su labor aprendió algunos términos como “llamamiento”, “conciliación” y “convenio” y decide utilizarlas para crear un discurso que haga pensar al pueblo llano que dice algo (y lo consigue, por supuesto: el problema suele estar en el receptor, más que en el emisor; estos ponen vestido de limpio a su propia madre en toda la cara si hace falta). Tendremos a la militante hippie de ONGs que venía con ideas de las que se le ocurrieron en 1º de Bachillerato cuando estudió historia y se pensó la más culta del pueblo, y que se corromperá en la casa consistorial más que un filete en cocacola. También el liberado sindical que no ha trabajado en su puta vida ni piensa hacerlo y que maneja la jerga como nadie, sobre todo si lo que se dice se dice con la vena en el cuello, en tono de dictador sudaca y lanzando algunos "compañeros y compañeras (y compañeres)". O el empresario estirado de la villa, que pone un porcentaje de su riqueza en campaña para desde el sillón seguir exprimiendo a los demás, no ya como clientes o trabajadores, sino ahora también como “súbditos”.

Imaginen la pelea de perros. O no la imaginen; recuérdenla de cuando tienen que votar en sus municipios, y verán que de toda esa masa garrula, sin formación ni educación y con la valentía de los ignorantes se dan de ostias dialécticas, se llaman de cabrón para arriba, se acusan de genocidas, y una vez en el cargo chupan pasta para los suyos mientras les resbala lo que les digan (porque estando yo caliente, ríase la gente). Verán al concejal de turno, el analfabeto, firmar con una X los documentos que más beneficien a su clan con tu dinero, pero no se dejen engañar; que no sepa ni escribir no quita que sea más listo que su puta madre (que lo es). De repente la hija del alcalde tiene un 4x4, la cuñada que no estudió tiene trabajo ampliamente remunerado aunque tenga una baja vitalicia, y empiezan a salir deportivos de los sueldos de estos huelebraguetas.

Es normal que los honestos huyan de estos bajunos infraestimulados y fácilmente corrompibles. Nadie de bien querrá mezclarse nunca con esta chusma. Los buenos que prueban un tiempo, salen escopetados del asco o a patadas.

Todo lo dicho es una evidencia, no hay nada nuevo. Lo que quisiera manifestar es mi hartazgo referido a ver una y otra vez en los municipios a un montón de cerdos calzándose los zapatos de cristal (y se los calzan, por cojones, pero se los calzan).

Algún día, ojalá, podamos ver que los zapatos se los ponen los que los merecen, los que pueden llevarlos con dignidad, y hacer algo con ellos. Sobre los cerdos… de momento: al Tártaro con estos mamones. ¡Y viva el VOTO EN BLANCO!

Que el Señor esté con vosotros.

Podéis ir en paz.

viernes, 8 de octubre de 2010

EL SOMA Y LA FÁBRICA DE CIUDADANOS DELTA

Hermanos, hermanas...

A esa hora en que los que pueden se echan la siesta, en la que las compañías telefónicas te llaman e invaden impúdicamente la intimidad de tu casa… se perpetra paralelamente el hundimiento de nuestra civilización desde ese aparato, en otro tiempo revolucionario, llamado televisor. Como casi todo lo revolucionario, pudiendo usarse para el bien, el ser humano prefirió usarlo para hacer el mal, y sacar tajada.

Podemos encenderla a cualquier hora y notar sus efectos corrosivos. No obstante hay ciertas horas (sobremesa y tarde, además de prime time de fin de semana) en que es más fácil capturar y lavar los cerebros de los individuos más vulnerables y numerosos: las amas de casa autómatas, incultas y empastilladas, y los adolescentes de la ESO. Para subyugar a los hombres basta con el fútbol. Ejemplifiquemos:

Enciendo la TV y veo una pandilla de tertulianos (dícese del personaje que cobra por aparentar que lo mismo sabe de la Campanario que de física cuántica) que aseguran tener el título de periodistas aunque aún largan cosas como “contri más” o “habemos”, mientras se atiborran de chucherías en la mesa de debate, por llamarle a la mesa de alguna forma (lejos quedan, por allí por los 80 aquellos debates de eruditos serios y estirados pero que por lo menos sabían leer y escribir). A esta horda de retrasados y chuloputas intenta moderarlos el presentador show- gay (todos sabemos a estas alturas que para llevar un programa de éxito es requisito indispensable que te huela la espalda a Brumel). Lo de moderarlos es relativo porque más bien los arenga para que se griten entre ellos, los pica y los manipula que da gusto, mientras el público aplaude como loco cada vez que uno de los esperpentos acaba una frase en un tono arrabalero aunque no haya dicho nada con significado. Y para animar al personal, nada como poner musiquita y politonos que no vienen al caso y bailar, ¿para qué? y a quién le importa, la gente es tonta ¿no? pues toca hacer el gilipuertas. El showman le da a la parroquia lo que la parroquia pide.

Como personaje invitado tienen sentada en medio a una mujer que es enferma mental. No estoy ironizando. Se le ve un claro trastorno psiquiátrico y un problema de adicción. Cada palabra suya provoca dos cosas: o el descojone general, o las lágrimas empáticas de los que se reían de sus chorradas. Emoción barroca pura y dura, hermanos. Todos hablan del mismo tema: a una bajuna operada de cara y mamas que han dado el título de princesa del pueblo (así por las buenas, sin referéndum ni nada) famosa por haber fornicado hace una década con un torero de tercera división y por hablar de su hija menor, le ha puesto los cuernos su marido camarero con una tía que va cascándolo por los programas (recolectando dinero para operarse ella también). Y todo se ha montado porque la borracha invitada un día lo soltó también con ánimo de lucro (que para eso está aquí hoy, subida al carro). En definitiva, toda esta jauría vomitivamente bizarra de freaks parlando de esta mierda provoca en mí una pregunta: ¿Y a mí qué carajo me importa?

El caso es que a la mayoría de España sí le importa. Y además se partirían la cara contigo por defender a la agraviada, que gana 100 veces el sueldo mínimo interprofesional por poner a parir al que le pongan esa tarde por delante. La gente está aburrida de la ostia. Y es ese mismo aburrimiento el que les lleva a tragarse y además creerse no solo los montajes que preparan en la TV (más preparados que el pressing catch), sino también los numeritos amateurs diseñados por los buscadores de sus 15 minutos de gloria en los programas de testimonios, confesiones y pelea familiar.”¿Te has follado a tu perro y no te atreves a contárselo a tu madre?, ¿Has vendido el coche de tu padre porque te obligaron las voces y temes que te de una manta de palos? Ven y cuéntalo en la tele”.

Luego te diseñan un Gran Hermano (desprestigio donde los haya del concepto Orwelliano) donde cuidan al máximo el casting para meter hacinados a una panda de trastornados, enfermos e inadaptados para que revienten, y nosotros muy felices y voyeurs, ver cómo le dan a la noble tarea de dormir, follar, echar mierda y pelearse de las formas más bajunas imaginables, hasta que llegue el día en que uno le pegue una mojá a otro con el cuchillo del jamón porque le falta el tabaco, y eso si que no porque yo soy así, y yo voy de frente, y tu no me vas a cambiar y a mí no me chulea ni Dios. Opino como todos; que los enfermos deberían estar en tratamiento. Pero lejos de eso, luego los envían como fichajes a otro programa en el que una caterva de tías vestidas de puta de discoteca intenta conquistar el amor (cuando quieren decir fornicio y pasta gansa) de unos ex peones de albañil metidos a Cristiano Ronaldo, todos con el mismo peinado de la puta crestita de los cojones. Lógicamente todo acaba como el rosario de la aurora, llamándose de todo y hasta pegándose de leches.

Tras pensar que todo es un teatro e intentar consolarte, ves los mensajes de texto que ponen debajo de las imágenes: “ai ke nominar ala Chuki envustera ijaputa tkiero loco / salbar a Debo es la k bale + xk sea trebido a foyá besito la jitana wapa”. Es entonces cuando sabes que todo ha acabado; no sólo es dentro, la metástasis está fuera y crea tarados a velocidad imparable. Los jóvenes son carne de zombie, los padres no harán nada porque ya son muertos vivientes, el sistema educativo no podrá hacer nada porque el legislativo no se lo permite, y la producción y el mercado seguirá pagando un potosí por cada minuto de oro con su marca en los descansos de estos programas para electroencefalogramas planos.



La tele es un espejo de la sociedad que la consume. Estamos en tierra de muertos que se piensan vivos. Rodeados de reporteros forzando amaneramientos y de gilipollas por doquier. La soledad más bestial y paupérrima nos rodea. Nuestros vecinos ya son como ese falso periodista que busca la menor oportunidad para acusarte impunemente de genocida cabrón, encendiendo la mecha del bulo embustero a cambio de algo de popularidad y unos eurillos si es posible. Así es la prostitución en los mass media.

Al venir cansado de regalar tiempo de tu vida a cambio de pasta que luego se llevarán la hipoteca, hacienda y las aseguradoras, la TV te ofrece horas de relax e historias virtuales, inócuas y poco peligrosas para el sistema. No acudan a la literatura ni al arte (podrían pensar demasiado). No descubran el mundo que hay tras la tele, no vean la verdad, no se planteen otro mundo. Les da lo que ustedes necesitan. Hagan lo que diga la tele, piensen lo que diga la tele, crean lo que diga la tele, encaminen sus vidas hacia donde les diga la tele…

Solución: Apaguen la tele.


Podéis ir en paz.

domingo, 3 de octubre de 2010

EL INFANTE SOBREDIMENSIONADO

Hermanos, hermanas...

Este sermón va sobre niños gordos. Los niños gordos actuales, que ya son legión. Pero no arremeteré contra la obesidad en sí, porque la trataremos hoy no como un pecado capital, sino como una de las manifestaciones más tangibles de la dejadez más infame.

No obstante, debo desvelarme ante ustedes, hermanos, y he de confesar una idea que me viene a la cabeza involuntariamente cada vez que veo a un onceañero obeso; un mentismo que me atormenta cada vez más frecuentemente al ser estos especímenes cada vez más numerosos. Se trata de una compulsión surrealista, fascista y a la vez desternillante: al ver al infante siento la necesidad de coger una manguera y rebolearlo por el suelo a base de cañetazos de agua fría, como hacen los antidisturbios, y ver cómo rueda mientras se arrepiente de sus pecados. Como veis es una idea por la que merezco la penitencia que ustedes consideren oportuna administrarme. Pero una vez confesada y yo absuelto, pasemos al tema que nos ocupa.

Hallábame en una tienda de chinos buscando entre la baratura, al lado de un gachó que con lentas y decibélicas palabras instaba al oriental a que le trajera una máquina “pa cé buhero” (máquina para hacer agujeros, dícese del taladro o trompo), ignorando que el chino dominaba el castellano mejor que él. En ese momento siento una gran fuerza que me desplaza decidida hacia la estantería de los tapergüer. Al mirar descubro que se trata de un mico de poca edad y volumen incalculable que ha pasado con una bolsa de chetos sin pedir perdón por sus atropellos a los parroquianos de la tienda.

Le sigue una madre cetácea que se balancea de lado a lado, respirando con dificultad, ojos medio cerrados, boca entreabierta y actitud pánfila. Queda demostrado al instante el traspaso genético, y mientras, observo algunas cosas en la conducta del muchacho: apenas habla, cuando quiere algo de la madre hace un amago de llorar y amenaza con un golpe, pasa de la amenaza a la risa bobalicona en 0,2 segundos, chilla, come chetos a manos llenas y se limpia en los artículos del chino. La madre, en babuchas, le mira y le dice con voz adormilada: “Va a haber que comprarte algo ¿no?”. Yo observo y no veo el momento, como os dije, de emigrar a Suecia.

Es muy frecuente que aparezcan asociados esa obesidad y esa aptitud tontuna. ¿Qué fue antes? ¿el huevo o la gallina? Fueron sencillamente a la vez, efecto de la misma causa: la dejadez suprema, tan premiada en el presente. Déjense la gente de gilipolleces extremas excusándose en el tiroides, en la constitución propia y chorradas por el estilo. Esos problemas son en realidad estadísticamente escasos. Todos se justifican en el tiroides, igual que la mala educación en la hiperactividad.

En este estudio de caso, la matriarca se ha dejado y ha preferido el confort de la telenovela y el bocata de barra entera con chorizo. Correr es de cobardes. El ejemplo es seguido por su engendro, que pide comida y caprichos sin mesura porque pa qué. Esa dejadez es también la causante de que el niño cuide con esmero de conservar e incluso adelgazar esa puntuación bordeline que reflejó su cociente intelectual la vez que la madre lo llevó al psicólogo porque el niño con 5 años aún no hablaba (luego se daría cuenta de que no habló porque no lo necesitaba, ya que la madre le daba todo nada más poner “el puchero”). La dejadez es la causa de esa decadencia física, y más preocupante caída intelectual, social y cívica.

El niño gordo se agencia un rotulador clandestinamente y hace un grafitti en la pared a escondidas del dependiente, antes de irse entre gritos e insultos a la ballena. Me acerco a la manifestación escrita y compruebo que el tonel andante, en un alarde de ignorancia supina del lenguaje, ha expresado: “QIERO FOYA”. Entiendo que ha querido dejar constancia de una elemental pulsión biológica ya conocida por las películas que guarda el padre junto a las revistas porno, y soy nuevamente testigo del aprovechamiento que del colegio hacen nuestros jóvenes.


Salgo a la calle y al contar 10 niños, compruebo que 7 están sobredimensionados y 6 son gilipollas. Son las vísperas del Apocalipsis. En la piscina veo en un rincón del césped una pandilla de 4 espatarrados sebosos con cadenitas de oro, de unos 12 años, sendos cigarros en mano y simulación pseudoadulta mientras miran a los demás desafiantes y pensándose sobraos y atractivos para las nenas. Las nenas juegan a imitar a Beyoncé y a Shakira moviendo un pandero más propio de la madre de Marco o de señoras de 60 años por el estilo, y creyéndose diosas sexuales irresistibles al contoneo de los michelines rebosantes, sin complejos de haberse calzado un bikini para Megan Fox (ala, fuera complejos). El rebosado ya no me molesta - me vuelvo insensible a la estética -, pero resulta intolerable ver cómo se han provocado ellos mismos un grave retraso mental, y cómo faltan al respeto al respetable con desfachatez inaudita.

Es lógica entonces aquella idea inconsciente y subrrealista de antes. Veo a los infantes dejados, que me llevan, encima, una camiseta de equipación de fútbol en un acto de hipocresía sin igual, como si se ejercitaran físicamente emulando a sus héroes del campo de juego pero eso sí, sin seguir el ejemplo (nada más que verlos en la tv), porque a estos los veréis más desplazándose en moto y jugando a la Wii, que corriendo y comiendo lechuga. Y a las niñas no les digas que no son Beyoncé, que te cogen un trauma, que eso es muy normal tanto entre el sebo como entre las delgadas compulsivas. (En el video ilustrativo: consecuencias nefastas y gravitatorias; ¡stop it, it hurts!)



La penitencia contra la dejadez imperante a estos miembros de la juventud es: ¡PICO Y PALA! Un pico y una pala y cavar a mansalva, a hacer vías y autopistas. Que sirvan para algo de una vez. El consejo para los hermanos: a los niños… alimentación equilibrada, lectura, conversación, juegos al aire libre, límites en el comportamiento, y sobre todo, fomentar el amor propio.

A los comentarios propios de programa de tarde de “Yo me gusto como soy” y “soy más feliz y simpático que los esmirriaos”, yo les digo: ¡Y una mierda! a nadie le gusta estar gordo, prueba de ello son las dietas estrambóticas fracasadas. Te puede más la cultura de la telera de medio kilo con mortadela que la estética y la salud propia; cultura traspasada no biológicamente como gustaría a muchos para quedar justificados, sino heredada de forma ambiental y negligente. Qué forma de dejarse, hermanos.

Podéis ir en paz.

viernes, 1 de octubre de 2010

REQUISITOS PARA REGIR DESTINOS

Hermanos, hermanas...

Esta es la pandilla de inéptos que nos gobiernan:
















No tengo nada más que decir.


Podéis ir en paz.