Sed bienvenidos...

... los que estáis asqueados de toda la Tontería que nos rodea, los que estáis hasta los cojones/ovarios de aguantar imbéciles e incompetentes, los que tenéis que reventar y no podéis porque vuestra castrante moral judeocristiana os lo prohibe, los que sufríais de pequeños las mofas de seres inferiores, los que esforzándoos no obtenéis recompensa, los que vivís en un mundo que no es para vosotros, los que sabéis parte de la verdad pero os toman por locos, los que necesitáis opinar sin ser juzgados por ignorantes, los que pudiendo cambiar las cosas aún dormimos.

jueves, 20 de junio de 2013

MI TRABAJO

Hermanos, hermanas...

Mi trabajo consiste en convertir la mierda en oro.
En ganar siempre la partida con la carta más baja.
En salvar al que se ahoga mientras me dan de ostias.
En escupir contra el viento.
En correr en cuesta.
En responder bien ante la incomprensión.
En levantarme para el último round.
En enseñar a otros a hacerlo.
En salvar casos perdidos de antemano.
En creer sin fe.
En enseñar a ser feliz.
En enseñar a ser capaz.
En romper esquemas.
En encajar directos a la cara.
En contaminar mis noches.
En ser honesto entre la basura.
En no revelar que eres el puto Spiderman.
En que a la chica se la lleve el protagonista.
En apagar fuegos.
En atrapar al malo mientras te insultan.

En resucitar.

Algún día conseguirán rendirme. Pero ese día... aún no ha llegado.


Podéis ir en paz.

 

lunes, 10 de junio de 2013

EL NEOBURGUÉS


Hermanos, hermanas…

Hasta hace poco no me explicaba cómo en derredor, las quejas de los conocidos sobre la imposibilidad de llegar a fin de mes, llegaban a cotas nunca vistas. Un análisis superficial acabaría dictaminando que es culpa de la crisis. Pero no es tan fácil. ¿Por qué yo no tengo grandes problemas, ingresando en muchos casos la mitad de pasta que los que se quejan tanto de estar siempre en números rojos?

Estos cabrones te hacen sentir como si fueras un potentado de la hostia, y se apuntan a la moda de pobres que ahora se estila tanto. En la familia paradigmática de la que hablo, supongamos que entre los dos ganan 3500 euros al mes (que ya hay que tener suerte para que tengan trabajo los 2 y bien pagado), pero el comentario que les escuchas más es: “Illo, estamos a 15 y tengo 50 euros en la cuenta” o “No podemos ir hoy a la playa porque no nos queda pasta” o “Como me recorten más le tendré que pedir a mis padres”. ¿Esto cómo se explica? Muy fácil.

Adentrémonos en la intimidad de esta familia y empecemos a ver indicios y contradioses. El primero que vemos es que te enteras de que tienen una “mujé de la limpieza”, reminiscencia de esa tendencia del español a creerse hijodalgo y grande de España. A ver desde cuándo los pobres podemos tener remilgos en limpiar nuestra mierda. La clase media y su patética tendencia a engañarse y creerse rico. Es que eso de limpiar un váter, mira, como que no es lo mío, que yo estudié un ciclo formativo para aspirar a algo.

Otro contradios económico doméstico es la “necesidad” de tener cada miembro de la familia un coche, y el marido además una moto. La necesidad en realidad es muy cuestionable. En mi casa nos aviamos con uno porque no hay más cojones ni más dinero. Y en casa de mi padre no se tuvo coche ni hubo nada hasta que yo tuve 17. Más que necesidad es querer tener comodidad al 100% si o si, porque hasta para comprar el pan hay que ir motorizado y parece que coger un coche que sea de otro miembro da asco o es indigno (otra vez la clase media con sus remilgos de pobre dignificado). Lo del extra motero del hombre de familia entra a satisfacer su afán de adolescencia interrumpida y aplazar su frustración por estar atado a su familia y funciona como sucedáneo de libertad.

El siguiente contradios son los vicios estúpidos en los que se gastan miles de euros al año: en tabaco se puede gastar cada miembro fumador casi 1000 euros. Pero en alcohol mejor ni hacemos el cálculo porque ya es para hundirse y no levantarse más. No beben agua, ni zumitos, ni cocacola. Hay que beber cubatas por cojones, si no eres maricón. Las rondas y convidadas son frecuentes y a veces entre semana. Vamos, que miles de euros también. Como comer, que no cocinan nunca porque será también un trabajo de chacha, y mire, no. Así que vayamos al restaurante Alexandro´s a comer un escalopini al marsala con hierbas provenzales acompañado de un buen reserva, que si no somos finos habrá que aparentarlo.

La ropa es aparte, parece que entre la clase media, está también mal visto repetir modelito hasta en el trabajo. Cada fin de semana es una oportunidad para renovarse uno mismo (no espiritualmente o intelectualmente, que eso no se sabe cómo se hace), su imagen (que es lo más importante que uno tiene en la vida) por supuesto con marcas. Llevar algo no marcado o del mercadillo es de cutre, y verás, que aceptamos a los cutrones como amigos, pero no es lo mismo, oiga. A veces la marca es una cuestión de vida o muerte. El suministro de ropa es más importante que el de la comida.

Y luego los niños. Algunos me constan que han tenido niños porque querían. No me refiero a esos. Pero la mayoría, como buena clase media, sigue los patrones mandados como borregos y si toca después de amueblar el piso y del casamiento tener niños, se tienen y punto. Toca y toca. Luego se cagan en el niño y en la madre que lo parió porque llora, y se mea, y no quiere comer, y cuesta más que mantener el Audi. Jódete. Es un ser vivo y hay que echarle de comer. Haberlo pensado antes, que no piensas.

De los que tienen dos casas, ya ni hablo.

En esta cuestión hay dos tipos de personas, los que han sido educados para saber administrarse, y los que no. Si no te administras, no te quejes. Luego vienen a quejarse que cómo yo me las arreglo para viajar por el mundo. Viajo con lo que tú te gastas en tabaco.

Podéis ir en paz.

jueves, 6 de junio de 2013

MADRES DE HOY EN DÍA

Hermanos, hermanas…

Ya sabemos que los padres de hoy en día, en una mayoría aplastante, son gilipollas. Han perdido el sentido común, o gracias a la educación deficiente, nunca lo tuvieron. Por lo que toca analizar qué carajo estaban haciendo mientras las personas de bien estábamos siendo educados por nuestros padres de buena forma. ¿Es un producto de la mal asimilada Transición Democrática, en la que los padres de los padres actuales se relajaron porque venían tiempos de conducta libérrima, dándose al despiporre y a la alegría del destape? ¿Se trata más bien de los consejos dados por la caterva de pedagogos inspirados en el Mayo´68 que inventaron aquello de que decir NO es crear un trauma, mientras fumaban canutos en la escalera de la facultad? ¿O más bien una estupidez generacional adobada con medios de comunicación en los que se ve a Paquirrín y la exmujer tuiteando una foto en Cancún descansando de haber parido a la criatura (que ahora está apalancada con los abuelos) como si la paternidad fuese un trabajo obligado. Ser padre/madre debería estar sometido a pruebas de aptitud y capacidad y con ellas determinar un proceso de eugenesia positiva, y no se trata de una idea fascista para mejorar la especie, sino para no empeorarla más de lo que está.

Entiéndase que el tema será multicausal, y que el gilipollas común, al ser corregido, lejos de mejorar, se lo toma como un reto. Señora, entérese que a su hijo no le suspenden, sino que suspende él solito por puto flojo (lo mismo ya hay un eufemismo para que estos tontos del culo no se sientan ofendidos, como “Disfunción motivacional sobre la capacidad volitiva o Flojexia). Los colegios se llenan de madres que amenazan a los profesores porque su hijo tiene que aprobar porque es buena gente (buena gente es que no ha matado).

Señora, su hijo no es hiperactivo, es un puto maleducado. Maleducado por usted. Su hijo no tiene dificultades en el aprendizaje, ni tiene trastorno alguno; su hijo es simplemente imbécil, igualito que usted. Su hijo no es un santo, tampoco lo es en su casa, pero usted no lo sabe porque o le deja hacer, o se lo apalanca a los abuelos, o niega la mayor después de que su niño le ha dado a usted dos guantazos y le ha llamado puta. Su hijo en el colegio dice cosas como “cómeme la polla” y la culpa no es del profesor, es de usted. ¿O no se ha fijado que en esas películas y programas que le deja ver, la gente se insulta y se querella, y se cortan la cabeza y salpican sangre, y follan a lo bestia, y toda la pesca…? ¿No se ha dado cuenta que la tendencia que usted tiene a denunciar a todo bicho viviente que miremal al niño le viene de ver esos debates de chonis y mariconas?

Su hijo no trabaja porque es un flojo. Usted no le ha urgido en que el colegio es importante porque no sirve sólo para jugar o para aprobar (si quiere), sino para poder vivir después sin sangrar a la familia como hace cuando le regaláis la moto por suspender hasta el recreo.

Cuando la policía le lleva a su casa a su hijo más tajao que un ruso bañado en vodka, ¿por qué se enfada usted con la policía? Cuando su hijo se escoña la cabeza por hacer malabarismos con el coche y en urgencias le salvan su cochina vida de mierda ¿por qué se enfada usted con los médicos y enfermeros? Debería ser más coherente y enfadarse usted consigo misma por ser una puta mierda de madre, permisiva y sobreprotectora que ha fabricado un tontolhaba con denominación de origen.

Su hijo, cuando le dice que los cigarrillos se los estaba guardando a su amigo y usted se lo cree, es que usted tiene un cociente intelectual por debajo del de su hijo, que ya es bajo de por sí, fijo. Cuando se pone a buscar un culpable al que increpar por la influencia nociva que ejercen hacia el niño, con vicios y malos comportamientos, mírese al espejo y ahorre tiempo. Deje de quejarse de que su hijo no lee; ¿usted lee? Pues cállese.

No se trata de que los vecinos, los profesores o los demás niños no sepan tratar a su hijo (como usted dice), y que les falte psicología para con él, es que ustedes en su casa le han hecho tan especial y tan tontito que ahora no se sabe relacionar con nadie, es inseguro, dependiente y meapilas, o agresivo y tirano, pero de bueno nada. No es el mundo quien se tiene que adaptar a su puñetero niño, sino su puñetero niño al mundo. Si no, cuando usted falte, o se lo comerán vivo, o será un depresivo-ansiógeno-cabrón, o habrá aprendido a exprimir a otros a base de dar penita o de someterlos por la fuerza.

¿Qué pasa? ¿Que su hijo fue muy querido y deseado? ¿Que debe ser especial porque su madre lucha por serlo ella, fracasando en el intento? Su hijo es un niño como cualquier otro; come, caga, mea, duerme e intenta sacar provecho de todo como cualquier bicho, como usted misma. Así que póngale ya los jodidos límites antes de que la raza humana llegue a niveles de subnormalidad apocalípticos.

La culpa es suya, querida. Acéptelo. Y jódase.

Podéis ir en paz.

jueves, 30 de mayo de 2013

TRATADO ANTROPOLOGICO SOBRE EL MACHO ALFA Y EL PAGAFANTAS

                                                                                                               
Hermanos, hermanas…

En el estudio antropológico de hoy, intentaremos dar una respuesta (como ya hicimos en el tema anterior referente a la Feria de Abril) a la cuestión proveniente de la llamada “sabiduría popular” que afirma que el género femenino se siente atraído sexualmente de forma intensa por los llamados hombres “malos” (a partir de ahora nos referiremos a este espécimen con las siglas ANE: Agresivo, Narcisista, Egocéntrico).

 
Para ello, es importante concretar los rasgos de personalidad que entran en este estilo masculino para en lo sucesivo no caer en confusión. Entendemos como Agresividad el conjunto de cualidades tendentes al dominio, la imposición no asertiva, y la fuerza psicológica ejercida sobre otros, y no necesariamente de la violencia (por la cual se ejecuta la agresividad con el objetivo de dañar). Por  Narcisismo, entendemos la tendencia a orientarse de forma recurrente e intensa al placer personal, en forma de satisfacción biológica, social o estética. Y el Egocentrismo como un rasgo por el que el individuo se sitúa como centro de interés propio y ajeno, dando por supuesta la gran magnitud de su valor y el merecimiento de privilegios aunque sean a costa o a pesar del prójimo. Dichas cualidades interactuando en el mismo individuo son consideradas por la mayor parte de la población en acuerdo casi universal, como desagradables, indeseables socialmente y a poder ser, evitables.

La tendencia de las mujeres a ser atraídas por los ANE es estadísticamente llamativa y reconocida por la gran mayoría de féminas que abarcan este tema sexual de forma sincera o sin complejos, aunque tienden en un primer momento a desmentirlo, evitarlo, o acudir a mecanismos de defensa como alegar la no-generalización o la excepción de casos concretos como el propio. Estudios universitarios al respecto ya han validado esta tendencia estadística descomponiendo el perfil del macho Alfa en los rasgos antes explicados. Se trataría de un proceso psicológico de represión paralelo al evidenciado en la población masculina cuando el hombre asegura desear una mujer inteligente, segura y divertida, cuando realmente la estadística indica su preferencia por rasgos de tipo físico y estético, inteligencia media-baja y extroversión. Para explicar estos procesos psicológicos aparentemente contradictorios hay que atender ciertos parámetros: 1) Historia biológica de la especie o fenotipo, 2) Objetivo y lapso temporal de la relación, y 3) Educación y ambiente.

Influencia del fenotipo

La hembra de la especie, como el macho, posee su particular inercia adaptativa significativa durante el paleolítico (así como en tribus actuales no influidas por los medios) en el que prácticamente la gran mayoría de comunidades y clanes han basado su economía en la caza y la recolección. Estas tareas han estado sometidas a un dimorfismo sexual por el que el macho de la especie se encargaba en grupo de tareas de provisión de aporte proteínico derivado de la caza y de la guerra, con las cualidades que este cometido exige a nivel físico, psicológico y social.

Los cazadores más potentes fueron seleccionados de forma natural de entre los que poseían rasgos particulares relacionados con la acción de la testosterona: masa muscular definida que aporta indicadores de salud y vitalidad, agresividad como herramienta para la protección de la pareja o grupo al cargo e iniciativa clara, estatus o capacidad para imponerlo con las ventajas que conlleva en la distribución de alimentos / excedentes y supervivencia propia y de su grupo, y seguridad en sí mismo o autoestima.

La hembra del clan, que en su especialización de tareas recolecta frutos y se encarga de las crías, pasando mayor tiempo en el poblado acompañada de otros miembros de la tribu que suelen ser también mujeres y niños (importantes competidores por los recursos disponibles y las proteínas que provienen de la caza), se selecciona en base a otra serie de rasgos personales y físicos que le dan más posibilidades de sobrevivir: capacidad / inteligencia emocional para manejar las relaciones sociales en provecho propio y en competición con otras hembras por el macho y sus recursos, empatía para crear las alianzas pertinentes con mujeres y niños, tono muscular y distribución de la grasa corporal en torno a una proporción cintura-cadera de 0,7 que indica salud y procreación así como poder de atracción sobre el macho alfa.

Recordemos ahora los rasgos masculinos subrayados anteriormente. La hembra del clan interpreta estos indicadores como significativos para la protección y supervivencia propia y de la cría. Resulta recomendable para el cazador disponer de unos niveles de agresividad, engaño, egoísmo y confianza más que notables para ser efectivo y práctico en la cacería (véanse estrategias para la caza mayor, bisontes, mamut…). Resulta recomendable para la pareja de este individuo contar con un compañero de estas características: práctico y agresivo para la consecución de recursos, seguro de sí mismo para tomar iniciativas de riesgo y recursos mayores, egocéntrico para imprimir fuerza e imponer la postura propia y de su grupo protegido. Practicidad priorizada sobre la emotividad, útil para sobrevivir al cometido de la caza y la guerra y al manejo de herramientas y armas.

Pero no basta ser, sino parecer. Además de poseer ciertas características hay que “venderlas” para obtener los recursos de procreación y cuidados que posee la hembra en forma de atractivo sexual. Es ahí donde entra en juego el narcisismo o aptitudes más conocidas popularmente como “chulería” o “ir de sobrado”, que aunque desagradables en una situación neutra, resultan tremendamente efectivas para vender la capacidad masculina en el juego de la perpetuación de cualquier especie (véanse danzas de cortejo y conductas de pre-apareamiento animales y humanas). Damos por supuesta la acción subrayadora de las feromonas o el androstenediol, y otras hormonas dependientes de la testosterona alta.

La mujer que durante el Paleolítico eligió estas características en los hombres, contó con mayor número de compañeros capaces y efectivos en los recursos alimenticios y lograron perpetuarse. Las mujeres actuales son las supervivientes y descendientes de aquellas.

Objetivo y lapso de tiempo en la relación sexual

Actualmente, ante los cambios en el dimorfismo sexual en las tareas, si miramos los parámetros de tiempo que piensa invertir un individuo (masculino o femenino) en la relación de pareja y en los objetivos que pretende conseguir, podremos explicar el fenómeno por el que a veces una mujer elige a un hombre que no reúne estas características (a veces las opuestas). Tenemos que manejar aquí el concepto de inversión.

La hembra prefiere para relaciones cortas basadas en el placer personal, un hombre ANE. Este representa al macho Alfa, placer y recursos a corto plazo, estatus transferido a la hembra protegida, seguridad en sí mismo, cualidades fosilizadas en el código genético como indicadores de potencia, salud y validez. Se trata sólo de encuentros sexuales invirtiendo poco tiempo de la vida y poca carga emocional. Las cualidades ANE pueden soportarse durante un corto espacio de tiempo y luego abandonarlo, a menos que se haya iniciado en la hembra una relación con conductas adictivas potenciadas por una educación femenina dependiente e insegura basada en modelos muy primitivos o con bajos recursos emocionales. El proceso es idéntico en los hombres aunque poniendo en juego los rasgos propios del género femenino antes citados (para encuentros sexuales, la hembra atractiva físicamente se considera preferible).

Para relación larga o monógama, el ANE es rechazado en pro de un tipo de hombre más sensible y empático debido a que estas cualidades nuevas tendrán que ponerse en práctica en plazos largos y son fundamentales para la crianza larga de la progenie (pero intentando perder lo menos posible de las anteriores). Este es el motivo por el que el individuo llamado “pagafantas” (alta sensibilidad, bajo atrevimiento, alta posibilidad de ser manipulado y obligado) no tiene acceso a relaciones sexuales promiscuas y lúdicas, pero a largo plazo sí las tiene en un contexto de compromiso y obligaciones dentro del ámbito matrimonial de lapso largo, carente de esquemas flexibles.

Pero como veremos en el parámetro siguiente, la exigencia de la hembra para esta nueva etapa de compromiso es mayor que la del tipo de hombre empático.

Influencia de lo ambiental

Los roles contemporáneos se han desdibujado (la hembra puede traer recursos al hogar y el hombre puede criar eficazmente, aunque aún en número escaso). La educación de una sociedad concreta puede modelar los rasgos genéticos de tal forma que la mujer persiga rasgos que no son ANE (también hombres que desean mujeres no atractivas) debido a la asimilación de ideas o valores morales o religiosos, como la pertenencia a un concreto grupo o tribu social con sus esquemas propios o el seguimiento de alguna doctrina filosófica (véase la judeocristiana). Pero en casi todos estos casos esta tendencia se solapa con un deseo personal de que la relación perviva, como ejemplificamos anteriormente.

Aun así, el núcleo genético y su inercia de miles de años no desaparece, y se da el fenómeno del “lo quiero todo” o del “duro por fuera, blando por dentro”, por el que la mujer, a la hora de hacer el cómputo de rasgos que quiere en su hombre, exige la convivencia de rasgos que a menudo son incompatibles: que aparente ser ANE por fuera, pero sea comprensivo y sensible por dentro (malo por fuera y bueno por dentro, ángel y demonio, las dos cosas en función de lo que toque en la situación actual). La educación recibida por las mujeres y considerada de su propio rol asegura en sus presupuestos que estas cualidades no solo son posibles sino además exigibles. El resultado de ello es una frustración cíclica durante el período vital femenino.

Conclusión

El hombre ANE o llamado coloquialmente “malote” resulta más atractivo sexualmente para la hembra humana (hallándose paralelismos con otras especies), debido a que los rasgos ANE anuncian características muy notables y positivas entre las que destacamos la seguridad en sí mismo y su iniciativa, y la agresividad al servicio del estatus y la protección personal; que son cualidades que correlacionan altamente con el “malote” y en una proporción muy baja con el “buenazo” o “pagafantas” (que será seleccionado para el compromiso y cuidado de los hijos, o siguiendo el lenguaje coloquial, “trabajo de machaca”). El deseo / necesidad de poseer las dos facetas hará que la infidelidad sexual femenina sea tan frecuente como las masculina (aunque la opinión coloquial no científica asegúrelo contrario).

Unos ejemplos actuales de la tendencia primaria o primitiva a emparejarse sólo teniendo en cuenta las señales biológicas, no culturales lo tenemos en las parejas tópicas formadas por “millonario-tía buena” o “futbolista-modelo” (en la primera priman los recursos del macho y la estética y juventud de la hembra, en la segunda es reseñable que el macho alfa posee además de los recursos, los rasgos físicos idóneos).

El malote está diseñado para fecundar y perpetuarse. El buenazo para mantener las crías sean suyas o no. La hembra de la especie no es consciente debido a la represión de la educación, pero lo sabe de forma inconsciente, y ejecuta para tal efecto. El enganche de la hembra a un macho ANE durante períodos largos de tiempo es producto de procesos adictivos fundados en desadaptaciones emocionales infantiles, y se considera una anomalía.

Estos procesos explican fenómenos tan frecuentes como los que observamos en las mujeres al decir que prefieren hombres comprensivos, inteligentes, que las respeten (acentúan aquí la parte del hombre para el compromiso a largo plazo obviando los otros aspectos), incluso clásicos o pijos, amigos de la suegra y pasado por el filtro valorativo de las amigas; cuando en realidad, en el fuero interno optan por el que actúa despreocupadamente, impone su norma u opta por perfiles estéticos que van desde el curtido de gimnasio al hippie tarifeño. Es una forma de autoengaño óptimamente diseñado por la naturaleza para perpetuación.

El proceso psicológico descrito es paralelo en hombres respecto a mujeres. Sólo hay que permutar los rasgos de personalidad deseables desde el punto de vista biológico.

Hoy tampoco he insultado a nadie, pero ahí va. (Si eres pagafantas es cosa tuya, ya sabes lo que hay).

Podéis ir en paz.

viernes, 26 de abril de 2013

EL MINISTERIO DE INJUSTICIA

Hermanos, hermanas...

Para evaluar hoy el estado de la justicia de España, JUZGUEN ustedes mismos a nuestros jueces...

Sujeto
Delito
Condena
Consecuencias
Farruquito
Homicidio: atropello por conducción temeraria y negación de ayuda a la víctima.
3 años de cárcel
Cumplió 1 año y 2 meses.
Ortega Cano
Homicidio: atropello por conducción temeraria triplicando tasa de alcoholemia.
2 años y 6 meses de cárcel
Recurriendo. En 3 años podrá volver a conducir.
Isabel Pantoja
Blanqueo de millones de euros de dinero público.
2 años de cárcel
Se le perdonó la cárcel
María José Campanario y su puta madre
Falseo documental para recibir una paga vitalicia de 1800 euros de dinero público por discapacidad inexistente
1 año y 11 meses de cárcel
Se le perdonó la cárcel
Emilia Soria
Uso una tarjeta ajena que se encontró para comprar 190 euros de pañales para su hijo.
1 año y nueve meses de cárcel
Hubiese entrado en prisión si no se hubiesen recogido miles de firmas para su indulto.

Ustedes mismos. (Y que conste que no he contado al kamikaze asesino defendido por el bufete del hijo de Gallardón).
Podéis ir en paz.

lunes, 15 de abril de 2013

TRATADO ANTROPOLÓGICO DE LA FERIA DE ABRIL

Hermanos, hermanas...

Hoy apartaremos por una vez el sarcasmo y las ironías para acercarnos a un análisis más moderado sobre la Feria de Sevilla y su relación paralela con los rasgos de la personalidad colectiva del andaluz, más concretamente del occidental.

La Feria es un acontecimiento folclórico que pertenece a las llamadas fiestas de primavera del oeste andaluz, que tienen un marcado carácter profano y orgiástico aunque revestidas muchas de ellas por un tamiz católico pretendido que cae en contradicciones de las que el andaluz no es plenamente consciente, pero que logran disminuir la tensión / culpabilidad de lo erótico-festivo dando un sentido espiritual (como por ejemplo la Semana Santa, El Rocío…). Es decir, que utilizando un significado trascendente, se defiende una explosión barroca de tipo bacanal enfocada íntegramente al placer personal y grupal, pero coexistiendo varias morales que no tenían por qué estar presentes en las fiestas dionisíacas.

 
Carácter privado ambivalente

La Feria de Abril es una fiesta, que aunque defendiéndose pública, no lo es. Es en un 90% privada, siendo casi la totalidad de las casetas o clubes de socios que las mantienen con cuotas, de carácter privado, con la infraestructura y logística necesaria para preservar esta condición. Básicamente el recinto o real de la Feria viene a ser un territorio cedido por el ayuntamiento para que coexistan cientos de locales privados autogestionados por clanes unidos por parentesco o por actividades comunes (cofradías, club de fútbol, peñas…). El mantenimiento de las casetas es posible gracias a estas cuotas del clan, cuyo pago garantiza el derecho y uso del local, estableciendo así el cortafuegos para individuos no afines, o no aceptados por el consenso de la tribu.

El acceso de las personas no pertenecientes a estos grupos es muy limitado, y dicho límite significa la incapacidad de disfrutar de las actividades de redistribución de alimentos y estatus que se efectúa en las casetas. Estos individuos tienen dos opciones para participar del evento: a) ir a una caseta pública de distrito o local de gran tamaño erigido para dar cabida a esta tipología de personas, conservando así el pretendido carácter público y universal de la Feria, donde son frecuentes la pendencia y las disputas, y la liberación de la agresividad junto a la ingesta de sustancias psicotrópicas; o b) ser iniciado en las relaciones de distribución interna de la caseta por el miembro de un clan en calidad de invitado transitorio, y durante ese tiempo ser agasajado con alimento, bebidas alcohólicas, nicotina y relaciones sociales como si fuese un miembro aceptado de la tribu, pero sin derecho de permanencia ni de pertenencia en ella más allá del término del ágape. Los miembros más radicales de la élite de los clanes usan el término tiesos para calificar a los no miembros despectivamente (haciendo referencia a la falta de dinero y estatus).

Llegados a este punto debemos analizar dos cosas: la redistribución del estatus, y la expresión folclórica del carácter colectivo.

 
La redistribución del estatus social

Nos remitiremos aquí a un análisis desde el materialismo cultural de Marvin Harris, para distinguir por un lado lo que el sevillano percibe e interpreta en el evento, y por otro las razones reales que subyacen, que son en su mayoría económicas y de apoyo social.

Desde un punto de vista de un observador externo a la cultura que tratamos, se distinguen ciudadanos de un substrato inferior (invitado) y de otro superior (anfitrión), no teniendo por qué corresponder con la variable “clase económica”, aunque se suele dar correlación notable entre ambas. La pertenencia a un clan no aporta dinero al miembro del club, sino un estatus sobre el que no posee caseta. Convirtiéndose así la caseta en un objeto suntuario, exclusivo, que da el poder de redistribuir riquezas al anfitrión, y vivir familiaridad y camaradería.

El invitado sostiene una actitud agradecida por ser partícipe de la fiesta. El miembro del clan también recibe su honorario en forma de estatus. Véase que el estatus, como hemos señalado otras veces, es un valor fundamental en la cultura andaluza, en tanto que aporta reconocimiento social y apoyo de redes extensas (de ahí la importancia vital de la familia extensa y los valores matriarcales) si se necesitara en momentos de escasez o de economía de subsistencia, de alianzas o de objetivos lucrativos futuros. Así pues, miembros de clanes diferentes se invitan también entre sí para afianzar sus negocios y recordar pactos. Se trata de un comportamiento gregario que se da también en encuentros importantes de las tribus como las uniones conyugales o los ritos de iniciación a los símbolos mistéricos (comuniones, bautizos…), en los que el ágape no se halla enfocado como los miembros de la tribu dicen, a la celebración del momento (cuyo simbolismo, responsabilidades y consecuencias, en su mayoría desconocen), sino al fomento de las alianzas y el estatus. A mayor redistribución de riquezas / alimentos y población a la que se agasaja, mayor el estatus pretendido y reconocido.

 
Expresión de los rasgos colectivos

El carácter andaluz posee múltiples rasgos. Se caracteriza por un locus de control interno para los éxitos o lo considerado como positivo, y un locus externo para los fracasos y lo negativo, como forma individual y grupal de autoprotección. Se trata de una cultura de población altamente extrovertida pero a la vez muy hermética. Esto último encuentra un paralelismo muy significativo en la Feria y otras fiestas, y en el proceder habitual lúdico del andaluz.

El andaluz señala como sus propios fuertes, por norma general los siguientes rasgos: extroversión, apertura, sentido artístico natural, y exaltación de los valores relacionados con la amistad. Tras un análisis de sus actos, sólo el primero (extraversión) corresponde a la realidad. El segundo (apertura) no se corresponde con sus actos sociales. El tercero y cuarto no son significativos o por lo menos no más que en otras culturas, aunque son sobrevalorados e identificados como genuinos de la tierra.

Mientras en culturas como la madrileña o la vasca, la inserción del neófito en el clan es más larga y sometida a tiempo y consenso para acabar desembocando en relaciones de hermandad duraderas y comprometidas, la incorporación en clanes andaluces es rápida, transitoria (por un momento, día o fiesta concreta), intensa y aguda, para desembocar en la frecuente no incorporación o aceptación del nuevo en el grupo hermético. Este grupo hermético suele estar integrado por individuos con lazos ancestrales (familia nuclear o extensa, amigos de infancia y/o reclutados en encuentros orgiásticos de alta significancia para el grupo). Este grupo de amistad sevillano/andaluz suele tener a menudo una función social muy potente con una carga afectiva muy baja o inexistente (aunque sus componentes lo revisten de amaneramientos y formas a menudo teatrales de exaltación para aliviar la tensión de dicho contraste). Ejemplo de dicho proceso es que la supervivencia del clan andaluz occidental es muy longevo debido a que su objetivo es sencillo y directo (fiesta, feria, ingesta de licores, bacanales…) y poco comprometido (no se orienta hacia la ayuda mutua o falla en estas ocasiones salvo contadas excepciones).

La estructura de locales tribales herméticos orientados al estatus y redistribución de alimentos y sustancias internos o privados, con el objeto de mantener el statu quo de las alianzas sociales, basados en grupos de élite cuya función es la estructura de la fiesta en sí con compromisos amistosos de bajo calado, es la expresión folclórica exacta y colectiva del carácter sevillano en particular y del andaluz en general.

Expresiones artísticas y sociales en las danzas y cantos de estas tribus que sostienen de forma consciente estos procesos encubiertos elitistas y herméticos quedan traducidos en manifestaciones como: “Todo el mundo me conoce”, Llegamos y la liamos”, “Todos los días del año, yo soy feliz con mi gente”. Esta expresión “con mi gente” es muy significativa por la frecuencia de aparición en el discurso espontáneo, denotando un carácter privado, endogámico y etnocéntrico que se refleja en otras costumbres puntuales como El Rocío, o crónicas, como las tendencias a valorar lo foráneo haciéndolo fracasar ante lo local, o la baja capacidad para valorar las costumbres extranjeras.

Posiciones de este tipo hace que en esta geografía concurran poblaciones incondicionales de estas costumbres junto con grupos totalmente contrarios.

 
Y que conste que esta vez, no he dicho palabrotas ni he insultado a nadie.

Podéis ir en paz.

martes, 9 de abril de 2013

PUBLICANDO LA VIDA (I)

Hermanos, hermanas...


En esta sociedad mediterránea nuestra que tan a gusto vive entre contradicciones, en la que se manda a la abuela de 80 años a recoger al nieto para cargar la mochila desde el colegio para que no te coja escoliosis el pobre retoño de 12 años, pero se fomenta el gusto cofrade en los chavales por cargar 4 ó 5 pasos de Semana Santa, me preguntan por qué no quiero que me etiqueten en el Facebook, porque no pongo mi nombre en los nicks, por qué no voy soltando fotos de todo lo que hago, o dando mis localizaciones al minuto en el Twitter.

Por mí uno puede poner la foto de su niño el chico en la red, su foto comentando que está ahora mismito en frente de la Torre Eiffel (vamos, que en casa no hay nadie durante algunos días), su idea política radical con su nombre y su careto fotografiado en blanco y negro en postura pseudointelectualpasando por filósofo, o la foto de la juerga de ayer mientras disfrutaba de su baja médica. Incluso dar, si lo estima necesario, los datos varios de otras personas incluyendo a sus queridos familiares. Incluso, además, ejercer su derecho a la libertad y grabarse stripeándose para el nuevo novio mientras se casca el tema (que uno puede ser tonto y hasta gilipollas de torneo, pero oiga, libre ante todo).

Pero hermanos, yo no.

Llámenme conspiranoico o lo que estimen oportuno. No lo haré por dos motivos:

Uno: Ya lo tienen fácil de por sí para rastrearme con el GPS del móvil que me obligan a llevar para vivir en esta sociedad, para saber de mis gustos por lo que compro con mi tarjeta, para saber sobre lo que se rastreando mi carrera, o lo que quieran desentrañar de uno. Encima de que me invaden por el ojete, no les voy a poner la vaselina gratis.

Dos: Paso de dar explicaciones sobre mi vida privada. Esto puede resultar reaccionario a día de hoy e incluso no entenderse. Pero demasiado intentan controlarte ya los cotillas de los compañeros, los jefes en el trabajo, los amigos celosos, o los locos de turno. Cuando la vida de uno es de uno, eso es un tesoro que muy pocos disfrutan ya.

Luego están los peligros típicos como que te expandan por ahí una foto tuya en tetas, o con una papa del quince potando entre dos coches. O peligros más políticos y evidentes. Por ejemplo, cuando cambien las tornas de todos estos derechos y bienestar que tenemos tan bonitos y venga otra cosa, los que tengan las armas de su lado mirarán donde tengan que mirar para ver quién es de su bando y quién no, y fusilar en consecuencia. Eso no queda tan lejos porque se ha hecho siempre. Cuando entró el bando nacional por el sur dando matarile, buscaban en los comentarios de los vecinos, en los registros de la burocracia, en los artículos de periódico, y en todo lo escrito y no escrito. Es lo normal en estos casos.
 

 





En verdad os digo hermanos, que la tecnología no es el demonio. Es una herramienta con alguien malo o bueno manejándola, igualito que la energía nuclear. De todas formas lo que me preocupa no es que detrás de esa herramienta haya un bueno o un malo. Lo que me preocupa (y eso es lo más frecuente en una sociedad como la nuestra) es que haya un tonto.


 

Podéis ir en paz.
 

jueves, 7 de febrero de 2013

PUTA FAMILIA PERFECTA


Hermanos, hermanas... Todos se parten la cara por aparentar ser la familia perfecta, con la pareja perfecta, los niños perfectos. Piensen en la familia típica de los anuncios de la tele, esos que publicitan cualquier cosa bajo una imagen hiperaséptica, antibacteriana, vestidos de blanco reflectante, viviendo en un entorno también blanco, minimalista, sin una puta mancha de nada, todos como con una especie de pijama blanco, y seguramente cagando truños blancos aunque no se vea.
En esa familia aséptica, el padre es muy joven y sexy, fuerte y musculado sin hacerle falta gimnasio, colmado de éxito en su profesión liberal, de rasgos varoniles que rezuman testosterona como para tumbar un mamut de una hostia, pero paradójicamente blandito y cariñoso con los niños, cocinero afanado para su mujer, y amo de casa las 24 horas. La mujer también es sexy (es una puta modelo de lencería), tan joven que parece recién salida del bachillerato pero con dos partos ya en lo alto en los que tuvo la parejita perfecta. Aunque buenorra, es una mujer moderna e inteligente, triunfadora como directiva en su empresa, con valores, con seguridad sin igual, y una animosidad que ya quisiera para sí Marisol cuando se pasó por Río. Han contagiado a sus hijos esa seguridad y esa felicidad por la vida. El niño no tiene ni una tara física aunque su ligero amaneramiento es mirado con ojos progresistas por la familia. La niña, rubia y de ojos azules, es educada para ser femenina y porculera, pero con un gracejo que quita el sentío. Cada cosa en la casa acaba con un chiste blanco, unas sonrisas de ortodoncia americana y blanqueada. Sus muertos.

Te están vendiendo papel higiénico, un yogur para cagar mejor, o unos cereales para el vientre plano sin esfuerzo. Usan eufemismos para no llamar a las cosas por su nombre. Porque imaginen, hermanos, a ese padre recibiendo una cagada de paloma en la coronilla, o a esa madre joven tirándose un cuesco como los de la vida real… No. No puede ser. Y ahí viene el problema…

Me parto de la actitud del personal y sus esfuerzos hercúleos por dejar claro que son la pareja ideal. Somos la pareja perfecta, superfelices, nunca discutimos, superamigos, confi total, te lo juro, la base es la sinceridad, y todo eso. Qué feliz soy yo, qué feliz es ella, follamos todos los días, que bien nos llevamos con los cuñados cuando nos vamos por ahí de copas o de excursión, o cuando me echo unos chistes verdes con mi suegro, el hioputa, entre cañas ahí… jo, menudos somos. Todos escondiendo bajo la alfombra kilos de podredumbre que no airean hasta que un día por la vecina de tu madre te llega la noticia de que fulanito y menganita se separan con guerra de por medio, niños llavero, y cuchilladas por el piso. El día antes eran la puta pareja del siglo, hermanos. Hoy son unos hipócritas a los que el devenir les ha quitado la careta.

Si no discutíais nunca, mala cosa; alguien está perdiendo su personalidad a favor del otro y nunca se aúnan criterios ante las dificultades impepinables de la vida (en el futuro el primero se irá a por tabaco). Si follábais todos los días; o es que estáis enfermos por desajuste hormonal, o tapáis un problema mayor con el triquitraca, o simplemente mentís por aparentar. Si tan pegado estabais a padres y suegros, ¿no sería porque el haber aceptado el coche regalado, el pago de la boda, el amueblado del piso, o el servicio de guardería que os hacen, os ha hecho aceptar también como normal esa dependencia hacia ellos en una relación que llamáis familiar, no siendo más que una sarta de chantajes bidireccionales? Si llevabais tan bien la conciliación laboral ¿no sería porque trabajando a destajo era la única forma de huir de casa? Si tanto decías que tu mujer era la única que te apetecía tirarte ¿no sería que te metías una trola a tí mismo porque no aceptabas la realidad? Eso de estar todo el rato sobremanera animoso delante de los demás ¿no sería porque sabías que tu trabajo es una mierda, tú un fracasado, y que te equivocaste casándote y teniendo hijos porque tocaba según los cánones tradicionales, cuando en realidad te apetecía la vida aventurera, hacer surf y tirarte a todo bicho viviente?

Hermanos… la tele nos dice que seamos como esa familia del anuncio. Pero en verdad os digo que esa falsa limpieza no es más que un producto en el que convertir a los seres queridos. Hay quien ha dejado al novio porque en una cita el kétchup le saltó a la camisa, quitándole todo el glamour. Hay quien tras muchos años, abre el grifo para que el marido no escuche el indigno y sucio chorro de su meado. Todo muy limpio, con relaciones muy desinfectadas, con emociones muy cool, con imagen de triunfo total ante los demás… pero en el centro de la familia promedio, un mojón de vaca inmenso y humeante habita de forma perenne contaminándolo todo.

Ser auténticos cuesta trabajo, hermanos. Muchas veces la verdadera confianza y la sinceridad entre personas que se quieren es dura, no es blanca, a veces sucia e incómoda, otras duele mucho… pero siempre, si somos comprensivos y maduros, es salvadora y agradecida. ¡Un poco de color de verdad en esa casa, coño ya!

Podéis ir en paz.

domingo, 27 de enero de 2013

ARTE vs HAMBRE

Hermanos, hermanas...
En este país en el que muchos parados en vez de buscar curro, se van a ver entrenar al Betis, no es tampoco raro que un político pague 300.000 euros de dinero público en una mega-escultura contrahecha y perturbadora a un puto chiflado amigo suyo para decorar un aeropuerto desierto, y que a la gente le parezca lo más normal del mundo.

¿Pero qué es el arte, hermanos? Es esa la pregunta que se hace en bucle en cada universidad, escuela de arte y museo del mundo, sin obtener respuesta concreta, y muchas veces contradictorias o mutuamente excluyentes. Bajo mi punto de vista, puedo entender el arte como la producción de un estímulo con la capacidad de provocar una emoción (para bien o para mal) y/o una reflexión personal. Pero acerquémonos a la realidad y veamos cómo se valora el tema, que eso ya es harina de otro costal, máxime cuando tratamos el arte contemporáneo y ultramoderno, el no figurativo (vamos, en el que el fulano de turno no puede decir: “uy, mira esa tía gorda, la han sacado clavadita, que se va a salir del cuadro”).

El arte moderno y el mundillo que lo rodea es básicamente una mierda engañosa y corrupta, en la que se denomina arte serio a lo que un grupo de gilipollas deciden, unidos por su amistad de cafetería, dinero de sus familias acomodadas, e intereses político-económicos (que a partir de ahora llamaremos “generación”). Lo que se salga del criterio de esta panda de botarates no es arte, y por lo tanto no vale dinero. Entre los criterios que hacen de una expresión una obra de arte, están:

Primero: pertenecer a la generación o caerle bien a alguno de sus miembros, para lo que se aconseja pelotear sus chorradas, hacerle de mamporrero en la inauguración de su exposición, o tomarte las cervezas con él.

Segundo: ser excéntrico, que sirve para llamar la atención, como tarjeta de presentación o cartel publicitario… es impagable. Se aconseja un amaneramiento exagerado, efecto acabado de levantar, actitud egocéntrica, y ayudarse en lo posible de porros o rayas de coca.

Tercero: aunque vayas de sensible y artista, sólo te importarán las relaciones con la gente de pasta (concejales, nuevos ricos, narcos… ya sabes, gente de bien) que son los que te van a echar de comer; no te engañes.

Cuarto: acercarse al sol que más calienta es a veces una cuestión étnica (no todo el mundo vive en New York). Si vives en un pueblo andaluz, échate unas birras y unos chistes verdes con los cofrades y capillitas, y con algo de suerte te van a salir trabajos hasta que al hijo chico del hermano mayor de la hermandad le dé por estudiar Bellas Artes.

Quinto: Inventa una historia rocambolesca hablando de tí mismo en tercera persona y con un nombre cool (ahí, como mitificando con estilo), eso siempre resulta infalible. Por ejemplo: “Su nombre era Marcus von Tennesse, expulsado de todas las escuelas de arte de Barcelona, París y Chicago por transgresor, educado por una comunidad de ermitaños en su infancia desde que sus padres desaparecieron en extrañas circunstancias. Inadaptado e hipersexual, se hizo figura a los 16 años al exponer un retrato del Papa cagando. Entre sus parejas sentimentales se encuentran Madona, Julia Roberts, Guti, y la mascota de su mecenas, Chupi. Polifacético, lo mismo pinta un cuadro, que suelta unos poemas con su música, que te hace un corto con super 8, que te cocina un plato de lentejas de la abuela con su chorizo y todo”.

Sexto: Haz un performance donde uses los siguientes elementos; una lata, heces fecales propias, una antorcha, pintura roja, música de ultratumba y gritos a tutiplén. Dale un significado trascendente y anticapitalista y no fallará.

De esta forma, el arte moderno es dos cosas. Por un lado una forma más de que una banda generacional de ineptos gane una pasta formidable sin hacer nada. Por otro, un método magistral del rico para blanquear dinero. (Véanse los casos de todos esos magnates con un Pollock en el baño, que no saben ni quiénes son Delacroix o Zurbarán, o si estos juegan en el Manchester o el Bayern).

Lo que pagan es la firma. La firma del tío ya encumbrado como artista. Encumbrado por la generación pertinente, por los que manejan el cotarro del mundillo en ese momento. Las obras de arte de verdad, en su 95% se perderán para siempre. Porca miseria, hermanos.


Recordemos el suceso hace poco en Arco, cuando sobre un cuadro protagonizado por un grotesco personaje de cabeza descomunal y rasgos expansivos, preguntaron a todos los pringaos presentes, y aseguraron que era una obra perturbadora, cargada de ironía, protesta contra el sistema establecido, ansiedad social, y todas las chorradas que se suelen decir. El cuadro, había sido pintado por un crío de 5 años en la clase de infantil de su colegio, ajeno a que el mundo en el que vivirá su adultez dentro de poco, estará lleno de mentiras y de mierda.



Podéis ir en paz.

viernes, 18 de enero de 2013

PARADOS DE LARGA CORRUPCIÓN

Hermanos, hermanas…

 La encargada del mostrador de Cáritas suda la gota gorda currándoselo, gestionando los paquetes de macarrones, las latas de tomate, y los geles de ducha. Al lugar acude una masa de personas de toda clase. De los que aparecen en las estadísticas como necesitados, parados de larga duración, sin recursos y al borde del desahucio. Pero un tipo humano es notable entre las gentes.

 Señalamos en concreto a la maruja de tinte arrubiado y grasiento, en chándal y babuchas, que siempre está de buen año, gorda de comer bollería y teleras de jamón, y fumando tabaco del caro. Son legión. No tienen complejo ni vergüenza de presentarse de esa guisa en el local de ayuda social. Ellas lo valen. Vienen de desayunar en la cafetería del barrio donde hacen terapia de grupo poniendo a parir al médico. Tras poner la mano y pedir las bolsas que les corresponden volverán al segundo café para continuar la tertulia antes de echarles de comer a los 3 niños de 30 años que tienen acostados hasta las 15:00 en su casa.

 Una de las gordas se aproxima con cara de asco a la encargada y tras un gruñido pseudohumano, pide lo suyo. “Niña, échame también unas cocacolas, mi-arma, estírate… oy por Dió, qué rácana…”. La encargada contesta que Coca Cola no hay, que es un producto de lujo. La gorda sigue culpando a la mujer y a su avaricia administrativa, alegando que la quieren matar de hambre.

 A la gorda le suena el Whatsapp de su Samsung Galaxy III. Es el niño mayor. Que dónde tiene el dinero para el Kickboxing. La madre le dice que en la entradilla y lo manda a tomar por culo. Cargando las bolsas hasta el coche, cierra el maletero y se va con las amigas a reactivar la economía de la cafetería con la paguita que el marido recibe por retrasado y los 400 euros de los niños.

 La encargada, que sabe del pie que cojea cada personaje del barrio, se caga en los muertos de la administración y de las focas en chándal. Se acuerda de su hijo el licenciado, con mujer y dos hijos, él en paro y ella con sueldo de mierda, que buscan todos los días algo mejor, una actividad digna, sin chupar de los demás, pensando en emigrar antes que en gastar los recursos de la comunidad. Una comunidad que tiene gente buena como ellos, y también, como hemos visto, verdaderos cerdos hijos de puta.

 Podéis ir en paz.

domingo, 6 de enero de 2013

INDEPENDIENTE DE MENTIRIJILLA

Hermanos, hermanas…

En esta sociedad nuestra en la que a la gente lo mismo le da un filipino que un chino, un paje de rey mago atiende a los niños con un cigarro de liar en la mano, o el desfile de gilipuertas de una despedida de soltera disfrazadas de Paris Hilton con pollas en la cabeza es el sumun de la experiencia vital, no es raro el fenómeno generacional que hoy describimos. El pecador del mes: el vago con pretensiones de emanciparse. Hay jóvenes de cuerpo pero pre púberes de mentalidad, cuya infraeducación dada por los inútiles de sus padres, no les da para sentir el más mínimo petardazo de incoherencia y de hipocresía. Son personajes baratos, vulgares, chupadores de derechos sin cumplir un solo deber.

Este joven de turno, al llegar a una edad en la que no lo aguanta ni la madre que lo parió, siente la necesidad de realizarse, pero de una forma fácil, sencilla y sin contraprestaciones; como todo lo que ha vivido hasta ahora. No tiene trabajo ni lo busca, o de tener, el sueldo se lo gasta en sus vicios (que lo mismo es coleccionar todas las figuritas de Warhammer, que beber hasta perder el sentido con los amigos, que pasarse las noches pasándose todos los Resident Evil que existen), pero por su trigésimo cuarto cumpleaños quiere independizarse. Quiere un piso / picadero donde vivir a pierna suelta, andar en pelotas, no dar explicaciones, hacerse macocas sin tener que esquivar a los padres, organizar torneos de Play con sus amigos beodos y porreros, juntar a sus amigas en fiestas de pijamas que acaban con tíos a los que trabajar el pilón, y disfrutar de las bondades de la vida emancipada.

Cuando el joven o jóvena de nuestra historia se ve como autosuficiente, empieza a darse cuenta de que… hostia tú, es difícil. Se le había olvidado hacer la cuenta de restar que le señalaba que el alquiler de su piso tan chulo es de 600 y su sueldo es de 400. También resulta que la comida cuesta jurdeles, la limpieza es algo que siempre ha creído que hacían los duendecillos por las noches, la luz y el agua aparecían porque se le daba vueltas a la llave del grifo o se apretaba un botón. Lo único que está contemplado en el plan de gastos, al parecer, es el tabaco y las birras. Ups.

Pero no crean, hermanos, que esto es un contratiempo. Esto se soluciona de la misma forma que todo. Con la palabra mágica: “¡Omaaaaaá!” El joven maduro, con pelos en todos los sitios desde hace veinte años, es asistido por la criada de su madre, que orgullosa de servir, se adelanta a la segunda palabra del niño/a para endiñarle un tapergüer por cada día de la semana, lavarle la ropa, pagarle el alquiler, y la gasolina del coche que le coge al padre. La progenitora mientras, esgrime frases del tipo “la pobrecita de mi niña”, “si no conozco yo a mi hijo, quién lo va a conocer”… y tonterías autoesclavistas de ese tercio. El vástago/a está en casa de los padres todo el rato, comiendo consumiendo, y dando por culo, pero va a su piso cuando quiere fiesta de colegas, ver porno, cuando los padres le calientan la cabeza, o llevarse al huerto al compañero de trabajo para el fornicio. Quiere independencia para lo bueno, quiere confort para lo malo. Los padres, que siempre fueron unos meapilas y unos pagafantas, lo hacen posible.

Sus hijos, orgullosos y pagados de sí, te aseguran en toda la cara la siguiente afirmación: “Es que yo… vivo independizado”. Tú vives en tu mundo de la piruleta, cacho de mamahostia.

Que conste que esto es un tema muy generalizado no sólo entre los singles, sino también en matrimonios jóvenes que tras casarse viven consumiendo en casa de los padres por comodidad y por dependencia, necesiten o no ayuda económica. Te casas con parafernalia, te amueblan un piso, te pagan un viaje a Tailandia o a Cancún, tienes hijos, pero no has dejado de ser un puto crío dependiente y comodón. La verdad es la verdad. Y si se es tonto, se es.

La gente quiere aparentar sin hacer el esfuerzo de ser. Y para ser verdaderamente autosuficiente hay que poder, y además tener cojones. Y los cojones simbólicos, que están muy hermanados con la coherencia y la honestidad, hoy en día son un bien muy preciado que tienen muy pocos. Y todos estos infraestimulados, no los tienen.

Podéis ir en paz.