Hermanos, hermanas...
Qué vacaciones más buenas. Los dos años y pico de escribir en esta parroquia sobre burradas y barbaridades me ha reportado unos meses de paz y tranquilidad (o por lo menos de no distrés), que agradezco enormemente a la labor terapéutica de esta parroquia. Escribir menos es una buena señal, pero no he podido evitar acercarme hoy al púlpito para desfogar sobre el tema estrella esta semana, hermanos.
Podéis ir en paz.
Qué vacaciones más buenas. Los dos años y pico de escribir en esta parroquia sobre burradas y barbaridades me ha reportado unos meses de paz y tranquilidad (o por lo menos de no distrés), que agradezco enormemente a la labor terapéutica de esta parroquia. Escribir menos es una buena señal, pero no he podido evitar acercarme hoy al púlpito para desfogar sobre el tema estrella esta semana, hermanos.
¿Por qué dormimos aún? Nos gusta dormir más que a un tonto
un lápiz. Dejando claro, como siempre, que aunque no comprenda la opción
pasiva, respeto las decisiones de los demás (Dios sabrá de sus motivaciones),
tengo que matizar que no respeto todas.
El compañero de trabajo que comenta que no se movilizará
porque no le llega el dinero si no cobra el día de huelga, pero que luego se
gasta 100 euros una tarde en copas, o tiene su chacha limpiándole en casa
porque él odia las tareas domésticas, y está entrándole en casa el doble de
ingresos que a mí… ¿está mintiendo como un bellaco, es imbécil, reprime la
realidad, es discapacitado en empatía, o es que todavía no ha pasado hambre?
Parece ser esto último. Gran cantidad de españoles no ha pasado aún penurias.
No le han explotado ni echado para poner al cuñado sin estudios del jefe.
Pero este funesto país ha sido siempre así por lo menos en
los últimos siglos. Uno no se mueve hasta que no le toca a él. Es más, aún
tocándole a él no se mueve por varias razones: no se lo cree, ejerce un
hercúleo esfuerzo de represión, gastó toda su fuerza por la boca en insultar y
quejarse y no le quedó para actuar… Y quizás la más realista de todas; el
español medio no se mueve mientras tenga el grifo abierto, y muchas veces una
familia de 7 se le encasqueta al viejo con pensión paupérrima de 300 euros y le
chupan la vida, entendiendo que aún pueden resistir así. Miserables… ¿Toda la
dignidad se nos fue con el Quijote? ¿O es que nuestra dignidad es de boquilla,
y la honra es sólo literaria y para vestir de blanco a la putilla de tu hija?
Ay, lo mediterráneo; qué folclórico y gallito, pero qué cobarde y pichafloja a
la vez (y qué buena comida, oiga).
El típico compañero le dirá a usted que qué se va a arreglar
con movilizarse, que si los demás no van, él tampoco va a perder dinero. Es la
típica idea por la que España es una puta mierda de país desde tiempos de
Felipe II. Este gran país y su iniciativa. Pero el voto femenino, el cese del
aparheid, o la jornada de 8 horas (y no 18) se consiguió a base de movilización
(véase que no digo sólo huelga) y desobediencia civil. Porque llegan límites en
el que por muy bueno y democrático que se sea, hay que desobedecer. Y
desobedeciendo, a veces, también se educa.
Hay dos opciones. Darle la vaselina al que te da por el
culo, o no dársela. Darte te van a dar de todas formas. Pero un poco de
dignidad viste mucho. Si se duerme tranquilo tras quejarse en los pasillos de
la oficina e insultar al presidente de turno para no hacer nada después, uno se
merece lo malo que le pase.
El remate del esclavo llega cuando empiezan a decir que si
tú vas a la huelga será porque no te hace falta el dinero. ¿Qué no me hace
falta? Desde luego para gastármelo en cubatas como tú no, soplapollas. Se trata
de sacrificio, de compromiso, de coherencia, y de amor propio. Valores, como
todo el mundo sabe, muy mediterráneos… y muy hispanos (¿?).
Penitencia para estos pecadores, sufrir el paro y la
explotación en cadena perpetua, ya que les parece tan llevadero y poca cosa. A chuparla.Podéis ir en paz.