Sed bienvenidos...

... los que estáis asqueados de toda la Tontería que nos rodea, los que estáis hasta los cojones/ovarios de aguantar imbéciles e incompetentes, los que tenéis que reventar y no podéis porque vuestra castrante moral judeocristiana os lo prohibe, los que sufríais de pequeños las mofas de seres inferiores, los que esforzándoos no obtenéis recompensa, los que vivís en un mundo que no es para vosotros, los que sabéis parte de la verdad pero os toman por locos, los que necesitáis opinar sin ser juzgados por ignorantes, los que pudiendo cambiar las cosas aún dormimos.

lunes, 31 de mayo de 2010

LOS DESAGRADECIDOS

Hermanos, hermanas...
Hoy dedicaremos este rato a los pecadores de la semana: esa raza infame de desagradecidos que pueblan el planeta y que viven con nosotros en cada actividad personal, deportiva, social y sobre todo laboral.

Acostumbran a llegar dando pena (he ahí el primer indicio a menudo pasado por alto y que rompe la barrera de los ingenuos, que suelen coincidir la mayoría de las veces con los "buena-gente"), poniendo excusas,como quien te encuentra por casualidad y te cuenta las penurias que ha vivido - cual Oliver Twist elevado a la enésima potencia -, porque no lo dudes... a continuación te lanzan como si tal cosa la original frase "es que a mí la vida me ha dado muchos palos...". Como si ostentasen el título absoluto de catalizadores de desgracias de la vida. Después te enteras de que es al revés, de que siempre le han dado todo mascadito (hasta seguro que le limpiaban el culo aún puber), y de que para palos los tuyos y no te quejas; pero vamos, que eso es otra historia.
Hay otros que se dejan de estrategias y van directo a la yugular diciendo que les des esto y lo otro que si no te llevo al tribunal supremo y te vas a cagar.

El modus operandi de estos animales es siempre el mismo, lo haga como lo haga. O por pena o por presión la gente buena accede a sus peticiones (ya sea por ayudar al quejumbroso o por la típica coacción que le ejerce el gorila dominante). El ingenuo se parte la cornamenta, se hernia, se extralimita, hace concesiones, cuida la relación, se desvela por librar al individuo de su carga. Los hermanos que trabajen de cara al público me están entendiendo.
No obstante, el malagradecido es un espécimen de por sí neurótico. Ya lo era antes de atacar. Además ha tenido una vida fácil en la que dando por detrás ha conseguido atención y ganancias, "por las buenas" o por las malas artes. Dada su neurósis, y su personalidad débil y absurda, siempre se haya insatisfecho por mucho que hayas hecho por él. Lo más grotesco es que al desconocer su propio defecto (y aquí se haya la abreacción de todo esto), el hijoputa es capaz de decirte a la cara, sin pestañear y absolutamente convencido que no has hecho lo suficiente, que tenías que esforzarte más y le sobra poca vergüenza para asegurar que no eres bueno (por no decirte "cabronazo").

Lógicamente este acto humano te deja sin palabras y con ganas de matar. Pareciera que el agradecimiento fuera inversamente proporcional al esfuerzo que hacéis por estas sanguijuelas.
Debemos identificarlos, hermanos.
No para tomarnos justa venganza, ni descuartizar, ni administrarle el mismo proceso. Debemos identificarlos para no hacer nada por ellos. Para darles la oportunidad de verse como son: discapacitados en cuestión de autonomía personal, "utilitazadores de personas", inseguros, embusteros y psicopatillas de tres al cuarto. Aunque claro está... esto, nunca conseguirán verlo debido a su deficiencia y optarán de nuevo por completar el círculo: Echarte la culpa a tí.

Ahorrad vuestros esfuerzos para el que lo merece.
Podéis ir en paz.


Video ilustrativo de regalo (para nostálgicos:
http://www.youtube.com/watch?v=LuseG4MoZyY

jueves, 27 de mayo de 2010

HERMANOS, HERMANAS... BIENVENIDOS

Este púlpito es, como se puede leer en el perfil, sólo un sitio donde volcar la ira acumulada (ya sea con o sin razón) sin ser juzgado por ello. Porque para ser juzgados, ya tenemos el día a día y a todos los mentecatos posibles, que no sabiendo nada se permiten la libertad de corregirte. Lógicamente, sin juzgaros los unos a los otros, podéis participar de esta descarga de mierda vital.

Hasta entonces, hallaos como en casa.
Podéis ir en paz.