Sed bienvenidos...

... los que estáis asqueados de toda la Tontería que nos rodea, los que estáis hasta los cojones/ovarios de aguantar imbéciles e incompetentes, los que tenéis que reventar y no podéis porque vuestra castrante moral judeocristiana os lo prohibe, los que sufríais de pequeños las mofas de seres inferiores, los que esforzándoos no obtenéis recompensa, los que vivís en un mundo que no es para vosotros, los que sabéis parte de la verdad pero os toman por locos, los que necesitáis opinar sin ser juzgados por ignorantes, los que pudiendo cambiar las cosas aún dormimos.

domingo, 29 de enero de 2012

EMPANAETE

Hermanos, hermanas...


Hay gente que ha desentrañado la verdad, hermanos. Gente que sabe pasar por esta vida. En algunas culturas se les llama empanados. En otras se les denomina aplatanados, desnortaos, huevones, amamonaos, infantiloides... la denominación es lo de menos. El caso es que se trata de seres humanos que descubrieron ya en edad tierna, anterior incluso a la adquisición del lenguaje, que si te las dabas de tonto, el devenir te recompensaba reiteradamente en un sin fin de premios y remuneraciones materiales y sociales. Ejemplos de ello los tenemos a patadas cerca de nuestros dominios. El familiar tontaina que parece que no se entera de nada y líbrase así responsabilidades como la de apechugar con el abuelo, el compañero laboral que cobra lo mismo que tú pero sin hacer las cosas porque siempre dice que no sabe, la pareja que plancha mal queriendo para que resulte más rentable dejarlo en paz que destrozar ropa, o el típico al que hay que hacerle y disculparle todo porque va de despistado simpático.


Es muy notable la tendencia que tienen estos pecadores a desarrollar el lado bonachón y simpaticote de la personalidad. Un empanado será un buen trabajador sólo porque no da demasiado por culo. Será un padrazo porque a veces hace cucamonas al niño. Será una buena pareja porque aunque sea un negado para todo y un vago, sabrá soltar un piropito gracioso a tiempo. Será un buen estudiante porque de sacar cerapios como albercas, un día sacó un 3,4 y ahora hay que reforzarle para que siga rindiendo (y el tío se acaba sacando la ESO, porque está garantizado).


La culpa es de la gente de bien, que es tonta. El empanado ataca al muy viejo e ilustre instinto paternal para ser disculpado . Un "Ay, es que no se..." dicho con la gracia oportuna dispara los resortes de maternidad que la gente lleva dentro y provoca una serie de conductas de protección hacia estos inútiles profesionales. Consiguen que los demás les hagan los menesteres. Que apechuguen con sus errores. Al final de la vida, un ejemplar de esta especie ha vivido como Dios, sin conocer la preocupación, y con una casa del copón (o en su defecto mantenido por la familia y privilegiado por rascarse). Cuando se meten en sus casas se ríen de nosotros con sobresaliente malignidad. Su puta madre...





Cada cual que identifique los casos pertinentes y actúe en consecuencia o allá él. Pero lo recomendable sigue siendo una vez más, aparcar la piedad y dejarles caer en su propia trampa de pinchos. Luego uno tiene que aguantar niveles de exigencia inauditos y castigos hijoputescos sólo por el desafortunado hecho de ser competente, o por lo menos moral. Muerte a los empanados. No se para cuando, en esta sociedad en la que todo es etiquetado y clasificado, se va de una vez a clasificar la patología de esta gente (por ejemplo: síndrome hipoactivo con sintomatología ganancial) y se les manda al Centro de Rehabilitación de Pico y Pala, a hacer una terapia intensiva de Espabilamiento Agudo, Provocación de Hervores y Cañonazos de Realidad. Hijos de su madre...



Podéis ir en paz.


martes, 24 de enero de 2012

CHUPADORES DE ENERGÍA

Hermanos, hermanas...

Me cago en los chupadores de energía. Me refiero a esos compañeros de trabajo que te abordan fuera del recinto laboral y tras acabar el horario para hablarte de más de lo mismo y de cosas que tienes que hacer mañana. “Pues si hay que hacer algo toma la vía oportuna para tramitarlo mañana y déjame vivir, ¿o piensas que me interesa saber el problema este para ir a mi casa a pensar en ello y solucionarlo – igualmente – mañana?”.

El chupador es un ser peligroso, hermanos. Sumamente. No lo confundáis con una persona responsable o preocupada por la labor. Aborda la medida terapéutica consistente en descargarnos la mierda preocupante para irse a casa habiéndola evacuado en vosotros, que os vais rumiándola, mientras él se toma un cafelito tranquilo después de haberte advertido sobre la venida del Apocalipsis. Es un acto egoísta comparable a echarte un cubo de inmundicia encima sin permiso y luego decirte “qué bien me he quedado”. El hideputa pensará que no tenemos vida más allá del trabajo.

Los chupadores te comunican todo con la etiqueta URGENTE, aunque el asunto sea una chuminada. No creáis en estas presiones; son mentiras de neurótico gilipollas. Lo único que quieren es que de lo suyo te ocupes primero y que esperen los otros.
Lo que más me toca la moral es esa consulta psicológica improvisada en la que te meten – y no me refiero al ámbito laboral únicamente – y que usan para quejarse sin fin. Condeno al Infierno a todo aquel que se queja sin aportar soluciones. A todo aquel que raja sin parar y no propone alternativas. Es un acto infame y egoísta, pecaminoso. En mi dictadura ideal habría una ley que permitiera la queja previo pago de 100 euros, a devolver al multado por la posterior entrega de una propuesta de solución.

Pandilla de vagos irredentos de este país de quejicas y conformistas… Porque esa es otra, amigos: la ristra de lamentaciones acaba siempre con un relajo del susodicho que a los 5 minutos está como nuevo, y tú con la pelota en tu tejado. Para el fulano todo está muy mal pero se arregla al segundo cubata.

Una de las cosas que más chupa la energía a una persona de bien, es el cotilleo. Entiendo que pueda tener una razón adaptativa, pero que te diseccionen a mengano y la vida y obras de su santa esposa, incluyendo el que no pueda pasar por el marco de la puerta de su casa, te deja un regustillo y desasosiego que te susurra por dentro: “también están rajando de ti cuando no estás”.

Nos atiborraron de anuncios en los que nos aconsejaban decir NO a la droga. Pero por salud mental hay que saber meterles un NO como una catedral a esta gente por el ojete. Una buena negativa a tiempo te puede quitar de mucha tontería, de mucha urgencia de mentira, y de mucha terapia gratuita.

No digo que tengamos que entrar un lunes por la mañana al curro como si viniéramos de una animosa película de Marisol, pero se echa de menos a la gente positiva, razonablemente optimista, sin llegar al folclorismo de los programas de niños artistones de Canal Sur. Y si se quiere quemar gratis al compañero, se hace uno un blog como este y despotrica dentro sin darle por el saco a nadie. ¿Qué coño es eso de tener la costumbre de que solucione el otro?

En este país en el que junto al Museo del Prado algún día veremos el Centro de Interpretación del Tonto Ibérico, o el Museo Patrio del Discapacitado por Gusto, seamos más que nunca prácticos e independientes: en la vida real, a cada queja… una solución.


Podéis ir en paz.

lunes, 9 de enero de 2012

PERSONAS HUMANAS

Hermanos, hermanas...

Mucha gente ha pensado siempre que yo odiaba a los perros porque nunca quise tener uno en casa. ¿Qué tendrá que ver? A mí los perros ni fú ni fá. Reconozco su nobleza y algunos hasta me hacen gracia. Pero lo que tengo claro es que un perro no es de mi especie. Para un misántropo esto no debería ser argumento puesto que podría aplicarse la famosa cita “hay bichos que son mejores que las personas”… y es verdad en la mayoría de los casos. Pero algo que tienen que saber todas las personas, es que los perros no son humanos.

El otro día esquivé a un perrillo en la carretera antes de llegar a un pueblo. Estaba desorientado y nervioso, y no se apartaba de la calzada. Al entrar en el pueblo un minuto más tarde, una moto va delante de mí con dos simios haciendo el caballito, conducción temeraria, juventud pava y cani, con la correa de un perro al viento en cuyo extremo – por supuesto – no había perro. Hijos de mil padres… pensé. Comprendí el suceso. Me acordé del anuncio ese del cánido deprimido en la gasolinera y el famoso eslogan “Él no lo haría”. Me pregunto sobre las circunstancias y razones de las personas humanas de la moto.

En un pasado, el Cabesa – bautizado ad hoc por nosotros para mayor didáctica – fue agasajado con el perrillo por sus padres un verano porque al niño se le puso en los cojones tener una mascota. El Cabesa, que antes se llamaba Antonio, jugó con él hasta que se echó novia una semana después, y desde entonces sacó al perro a mear a la calle todos los días su señora madre. Dos años después, el cánino olvidado, es recordado por el Cabesa cuando su amigo el Yona sugiere que el look que te da un bulldog de 60 kilos o un pitbull es más mejón para que te respeten en la barriada. Aprovechando la inminencia de las vacaciones, planean soltar al perro lejos de allí e ilusionarse con el producto del nuevo chantaje a la madre (o me compras un pitbul o me compras la moto, así que tú verás lo que haces), a lo que ésta responde que el perro porque es más barato.

El Cabesa defiende a muerte a su nueva mascota desde hoy hasta que lo abandone por alguna razón, alegando no se qué del alma de su perro, asegurando que su perro piensa y siente como una persona (esperemos que no como él), y que por su dueño el pitbull se come a su abuela por los pies. Este engendro de tío proyecta su inseguridad y sus complejos, además de su miedo a los demás, en el animal y lo educa para atacar al que le mire mal. Y ahí tendremos problemas, porque este botarate llevará al chucho sin bozal a todas partes.

Luego están las personas humanas que miman a los perros más que a su propio hijo. Les visten con ropa humana, le dan comida humana, les ponen bragas y calzoncillos, les hacen cortes de pelo y manicura, cama con sábanas para dormir, disfraces humillantes, etc. Algún gilipollas da lechuga al bicho porque dice que es vegetariano, o lo lleva al psicólogo porque se ha inventado un trauma para él. Lloran porque el can se ha comido media cara de su hijo el chico, y se plantean “ay pobrecito de mi perro que no se qué hacer para que esté a gusto en la casa con mis hijos”… “no se si mandar a mi pareja a vivir fuera para que el perro se sienta realizado y no me coja celos”… o “qué hago mal, si yo lo trato a cuerpo de rey, hasta con su cinta andadora y su patinete con motor y todo“. Luego tiene que venir el encantador de perros de la tele a decirle al imbécil de turno que su perro no es una persona y que lo trate como lo que es, un perro. Con el rollo de que al cuadrúpedo no le falte ni gloria bendita, hacen de él un chucho discapacitado, caprichoso, celoso y gilipuertas. Exactamente lo mismo que hicieron con sus hijos. Más tarde, en plena epifanía psicoanalítica – y esto si tienen suerte - descubrirán que a su perro lo compraron para centrarse en él a tope y aparcar los problemas de pareja que en realidad tienen, o la inmadurez que presentan para relacionarse con otras personas.

Los perros no tienen más derechos que las personas. Tienen los derechos que tienen los animales, a ser respetados y protegidos (incluso al matarlos para nuestra alimentación omnívora). A muchos de los que se les llena la boca con derechos de animales y facultades sobrenaturales y superhumanas de sus perros los sorprendemos alguna vez en una cuneta como al Cabesa. Los perros, sobre todo para su bien, no son personas. Son perros.

Yo, por lo menos, que opino que los bichos tienen que estar libres y felices en el campo y no humanizados por cojones en un piso, no abandonaría nunca a un animal a su suerte después de haberlo atontado y acostumbrado a una vida estúpidamente humana. Así que absténganse los tontos del culo de llamarme insensible por tratar a los perros como animales, porque al final resulta que el que respeta en realidad a los bichos es la persona a la que menos humanidad se le intuye.


Podéis ir en paz.

miércoles, 4 de enero de 2012

MAGOS DE ORIENTE, PETRODÓLARES, Y FÚTBOL



Hermanos, hermanas...

Este hijo de puta es Yusuf Al-Qaradawi. Aunque nació en Egipto en 1926, no confiéis en que la espiche pronto: bicho malo nunca muere. Pero a parte de ser evidente que este tío no se cepilla los dientes ¿qué tiene que ver el fútbol con esta mamona? Remontémonos para comprobar como la hijoputez de los fanáticos salafistas y la prolífica y ya ilustre idiotez de los occidentales - más concretamente los idiotizados por el fútbol - se unen para acabar con lo poco positivo que aún nos queda.

Hace poco, llamó a la puerta del Barça, la todopoderosa y ultracaprichosa Qatar Fundation. Últimamente, a la llamada de los petroislamistas, el esfinter del empresario/presidente de clubes de fútbol promedio se ve dilatado hasta límites insospechados. La razón: la pasta. Acto seguido el FC Barcelona defecó sobre su digno sponsor de toda la vida (Unicef: preñado de altos valores y ayuda incondicional al necesitado, que pasó a retaguardia) por la firma engrasada en crudo de la Qatar. Dicha fundación es una de tantas que te vende objetivos nobles: promover la ciencia, potenciar la educación y dar prestación social.

También el presidente del Real Madrid ha estado buscando en Abu Dhabi algunas limosnas y está negociando para que Fly Emirates forme parte de la entidad. A mí en realidad como si se la machacan con dos piedras. Pero hay truco.

Acuérdense del rey mago, el tal Qaradawi (cabeza principal de los Hermanos Musulmanes, que derrocaron a Mubarak hablando de democracia, pero nada más sentarse en el trono han impuesto la sharia para mutilar mujeres, lavar el coco de niños y matar mariquitas). Este tío es el wahabista/salafista que marca el ritmo ahora mismo. Desde la Plaza Tahrir, desde su programa de Al-Jazzira (donde arenga a dar cañita brava a las mujeres con maquillaje de ácido sulfúrico y matar judíos) y desde donde se le deje. La Qatar Fundation se basa en las directrices de este tío. La Qatar y diez mil más cuyo lema es que dependan de uno con tal de dominar el cotarro. Y lo hacen con la pasta. Y ya sabemos que con la visión simple de un billete de 5 los peces gordos sueltan el caldillo, y los futboleros con un Messi se olvidan del paro. Y lo saben. Método cabrón pero magistral para controlar el mundo cual supervillano.

Así que cuando se dice que la Qatar tiene los valores antes expuestos, hay que traducir el discurso a: potenciar la educación en madrasas donde poner a los musulmanes en contra de occidente y promulgar la yihad, dar ayudas sociales para población musulmana que se acoja de alguna forma administrativa a alguna organización fundamentalista (por ejemplo la mezquita de Lerida), y fomentar la ciencia que tenga que ver con expandir sus mensajes (red, móviles...). Exactamente como hace el gobierno de Arabia Saudí (que importa a España mogollón de pasta para mezquitas y escuelas de Islam radical con un doble discurso de tolerancia hacia ellos, pero prohibiendo otras religiones en su reino).

Una vez traducido, que cada magnate (político o empresario) haga lo que tenga que hacer y apechugue en sus adentros como Dios le de a entender... lo malo es que el dios de esta gente, es el parné.














Podéis ir en paz.