Sed bienvenidos...

... los que estáis asqueados de toda la Tontería que nos rodea, los que estáis hasta los cojones/ovarios de aguantar imbéciles e incompetentes, los que tenéis que reventar y no podéis porque vuestra castrante moral judeocristiana os lo prohibe, los que sufríais de pequeños las mofas de seres inferiores, los que esforzándoos no obtenéis recompensa, los que vivís en un mundo que no es para vosotros, los que sabéis parte de la verdad pero os toman por locos, los que necesitáis opinar sin ser juzgados por ignorantes, los que pudiendo cambiar las cosas aún dormimos.

lunes, 10 de junio de 2013

EL NEOBURGUÉS


Hermanos, hermanas…

Hasta hace poco no me explicaba cómo en derredor, las quejas de los conocidos sobre la imposibilidad de llegar a fin de mes, llegaban a cotas nunca vistas. Un análisis superficial acabaría dictaminando que es culpa de la crisis. Pero no es tan fácil. ¿Por qué yo no tengo grandes problemas, ingresando en muchos casos la mitad de pasta que los que se quejan tanto de estar siempre en números rojos?

Estos cabrones te hacen sentir como si fueras un potentado de la hostia, y se apuntan a la moda de pobres que ahora se estila tanto. En la familia paradigmática de la que hablo, supongamos que entre los dos ganan 3500 euros al mes (que ya hay que tener suerte para que tengan trabajo los 2 y bien pagado), pero el comentario que les escuchas más es: “Illo, estamos a 15 y tengo 50 euros en la cuenta” o “No podemos ir hoy a la playa porque no nos queda pasta” o “Como me recorten más le tendré que pedir a mis padres”. ¿Esto cómo se explica? Muy fácil.

Adentrémonos en la intimidad de esta familia y empecemos a ver indicios y contradioses. El primero que vemos es que te enteras de que tienen una “mujé de la limpieza”, reminiscencia de esa tendencia del español a creerse hijodalgo y grande de España. A ver desde cuándo los pobres podemos tener remilgos en limpiar nuestra mierda. La clase media y su patética tendencia a engañarse y creerse rico. Es que eso de limpiar un váter, mira, como que no es lo mío, que yo estudié un ciclo formativo para aspirar a algo.

Otro contradios económico doméstico es la “necesidad” de tener cada miembro de la familia un coche, y el marido además una moto. La necesidad en realidad es muy cuestionable. En mi casa nos aviamos con uno porque no hay más cojones ni más dinero. Y en casa de mi padre no se tuvo coche ni hubo nada hasta que yo tuve 17. Más que necesidad es querer tener comodidad al 100% si o si, porque hasta para comprar el pan hay que ir motorizado y parece que coger un coche que sea de otro miembro da asco o es indigno (otra vez la clase media con sus remilgos de pobre dignificado). Lo del extra motero del hombre de familia entra a satisfacer su afán de adolescencia interrumpida y aplazar su frustración por estar atado a su familia y funciona como sucedáneo de libertad.

El siguiente contradios son los vicios estúpidos en los que se gastan miles de euros al año: en tabaco se puede gastar cada miembro fumador casi 1000 euros. Pero en alcohol mejor ni hacemos el cálculo porque ya es para hundirse y no levantarse más. No beben agua, ni zumitos, ni cocacola. Hay que beber cubatas por cojones, si no eres maricón. Las rondas y convidadas son frecuentes y a veces entre semana. Vamos, que miles de euros también. Como comer, que no cocinan nunca porque será también un trabajo de chacha, y mire, no. Así que vayamos al restaurante Alexandro´s a comer un escalopini al marsala con hierbas provenzales acompañado de un buen reserva, que si no somos finos habrá que aparentarlo.

La ropa es aparte, parece que entre la clase media, está también mal visto repetir modelito hasta en el trabajo. Cada fin de semana es una oportunidad para renovarse uno mismo (no espiritualmente o intelectualmente, que eso no se sabe cómo se hace), su imagen (que es lo más importante que uno tiene en la vida) por supuesto con marcas. Llevar algo no marcado o del mercadillo es de cutre, y verás, que aceptamos a los cutrones como amigos, pero no es lo mismo, oiga. A veces la marca es una cuestión de vida o muerte. El suministro de ropa es más importante que el de la comida.

Y luego los niños. Algunos me constan que han tenido niños porque querían. No me refiero a esos. Pero la mayoría, como buena clase media, sigue los patrones mandados como borregos y si toca después de amueblar el piso y del casamiento tener niños, se tienen y punto. Toca y toca. Luego se cagan en el niño y en la madre que lo parió porque llora, y se mea, y no quiere comer, y cuesta más que mantener el Audi. Jódete. Es un ser vivo y hay que echarle de comer. Haberlo pensado antes, que no piensas.

De los que tienen dos casas, ya ni hablo.

En esta cuestión hay dos tipos de personas, los que han sido educados para saber administrarse, y los que no. Si no te administras, no te quejes. Luego vienen a quejarse que cómo yo me las arreglo para viajar por el mundo. Viajo con lo que tú te gastas en tabaco.

Podéis ir en paz.

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