Sed bienvenidos...

... los que estáis asqueados de toda la Tontería que nos rodea, los que estáis hasta los cojones/ovarios de aguantar imbéciles e incompetentes, los que tenéis que reventar y no podéis porque vuestra castrante moral judeocristiana os lo prohibe, los que sufríais de pequeños las mofas de seres inferiores, los que esforzándoos no obtenéis recompensa, los que vivís en un mundo que no es para vosotros, los que sabéis parte de la verdad pero os toman por locos, los que necesitáis opinar sin ser juzgados por ignorantes, los que pudiendo cambiar las cosas aún dormimos.

jueves, 20 de enero de 2011

TORITOS Y ANIMADORAS

Hermanos, hermanas...

Cuando era chico, en el colegio existía, como en todos, un porcentaje de la población que parece que la sociedad deja vacante para que lo ocupen mamahostias y gilipollas de medio pelo, que lo mismo son conocidos como populares, líderes de grupillos chungos, matones de clase (o toritos del bullying), guaperas y calentonas, abusones, y toda esa caterva de niños cuya función es dar por culo a los infantes educados en valores y en la normalidad de la vida.

Recuerdo a un hijo de puta llamado C.G.P. (con iniciales, como los criminales), al que la gente de bien llamamos años después “el aspiradora” por sus fosas nasales de mandril. Este sujeto era de esos que intentaba hacer lo posible por proporcionar una vida sufrida a los demás, que vinieran con miedo al cole, que durmieran mal, que renunciaran a los dos duros del recreo sin rechistar para enriquecerse él. Daba de hostias gratis. Inexplicablemente para nosotros, su red social era extensa, llena de personajes populares (como el Glenn Medeiros de la clase, el grandullón del barrio malo, e incluso algunos profes que le bailaban el agua), además de ser serio “aspirante” a los favores sexuales de la folclórica del 6ºB que casi apuntaba ya con las tetas (ya te digo, favores sexuales… que a esa edad, con las leyendas urbanas de que fulanita y menganito habían follado, la gente lo flipaba con las fantasías).



En torno a este tipo de “capitán de equipo de futbol”, violento con los débiles y sacador de orgullosos suspensos, se arremolinaba una comunidad de niños, que no sé si sería por imbéciles, pocos escrúpulos, dependencia o miedo, le hacían la corte al líder. Líderes sin mérito ninguno, aparte del de llamar la atención y que los conocieran en todas las clases del colegio. Fenómeno curioso y que se repite en otros casos, es que el tío era un puto enano de cojones, siempre rodeado de niños mayores que lo encumbraban (si es que cortesanos chupaculos hay en todas partes), con tendencia a publicitar su tamaño virtual y no proporcional de pene, y vestirse de marquitas. Además, él puede inflarte a collejas y a humillaciones, pero él no tolera ni que le digan "maricona" en plan bien; y como su cerebrillo pequeñito e infrautilizado no le da para más, recurre a lo más elemental: la hostia humilladora en público. Y aunque no hemos hablado de las toritas, o más propiamente, vacas, ni que decir tiene que estas pegan menos pero cuando enfilan a la compañera le someten a una tortura psicológica digna de las SS.

Pero esto se torna en gustazo orgásmico definitivo cuando tú, que fuiste la víctima como tantos otros de sus intentos sádicos de traumar al prójimo, empiezas a crecer y darte cuenta de que el reinado del churrete este no sólo es efímero, sino acotado al pobre territorio de las calles del colegio. Se produce entonces el sumun de la justicia poética:

Un día le ves por la calle, con treinta, con el mono de la obra donde un amigo del padre lo tiene de peón y sin posibilidad de prosperar, un par de niños grandes y cafres que tuvo de follarse a alguna "jefa de animadoras" venida a menos cuando tenía 16 años (por ir rápido y jugar a ser mayor, que era lo que les gustaba), viviendo con sus padres en el mismo puto barrio, y con la guapura metida por el ojete de envejecer y engordar mal y pronto.

Entonces uno ve la ocasión de irse para el maltratador de niños y carcajearse en toda la cara:
- "¡Jaaaaaa, jaaaaahhh, jódete… jó-de-te! ¡Ahora a pagar! ¡A pagar ahí! ¡Gilipollas! ¿Querías ser popular? ¡Pues toma popularidad, mamarracho, pichacorta…! ¡Querías aprovechar la juventud para desfasar a saco; pues toma consecuencias… por toda la boca, jaaa jaaaah…! Yo sería un pringao para tí, pero mírame ahora, trabajo en lo que me gusta, estoy más jóven y buenorro que tú, soy feliz, tengo una casa preciosa, y soy libre para moverme a donde quiera, y me doy los gustazos que me salen de la polla... y tú eres un fracasado de mierda. A pagar por ponerle la cara morada a fulanito por tener gafas, a pagar por bajarle los pantalones a menganito delante de los demás para que se riera la peña, a pagar por extorsionar a zutanito y amenazarle con que le caía más si hablaba, a pagar por humillar a la gordita, por las hostias a la salida, por la gracia que te hacía ver llorar al pringaete, por los motes facilones, por amedrentar con tu pandillita de cobardes retrasados, por tus aires de superioridad, por la tortura psicológica al que no era futbolero, por las veces que llamaste maricón a uno, por las veces que te cagaste gratis en la madre de otro… en definitiva, por cabrón y chuloputas! Me río en tu cara, payaso… JÓDETE."

Pero el niño educado tiene la suerte o desgracia de ser educado siempre, y el que tuvo, retuvo. Así que uno lo mira, asiente contento, y sigue su camino… porque no se hace leña del árbol caído.



Alabado sea el Señor cuando tiene a bien administrar su Justicia Divina, hermanos...




Podéis ir en paz.


Video: Justa venganza.


3 comentarios:

  1. Curioso que al tal Glenn Medeiros acabe por ponerle el estomago en la boca y resulto que yo era un bestia...cosas de sus seguidores y seguidoras. Posiblemente nunca he disfrutado mas de una venganza.
    Elquelasabelaentiende.

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  2. En el video, el enano harto de testosterona regalada por su grupo de matones, decide que el gordo, sólo por ser gordo no debe hablar con las hembras (quizás por ser potenciales receptoras reproductivas) y estima el derecho de pegarle para que éstas (no se sabe por qué) pasen del gordo y se fijen en él.
    Todo torito de mierda merece este ajusticiamiento público. La próxima vez, hará algo nuevo para él: pensar.

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  3. Esta historia es aplicable a cualquier cosa que perdure. Los pencos de recreo sonm los mismos pencos de oficina, los jefes intermedios, los proveedores cabrones… A todos ellos les llega la hora de la verdad tarde o temprano mientras el resto disfrutamos el espectáculo comiendo pipas con sal. Quizás es por eso que esta canción tiene un lugar muy especial en mi discoteca: http://youtu.be/4i_dzB0TMfY

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