Hermanos, hermanas...
Hace una semana, compartía con un Hermano de esta casa y gran amigo de la infancia, una de esas tardes en las que dos tipos se juntan, para delante de una barra, recordar viejos tiempos y maldecir mujeres. Acababamos hablando del concepto creo que ya existente de "berlusconización" futura de la política y la cultura españolas. Ingenuos de nosotros, hablábamos de tiempos venideros, cuando en realidad, este fenómeno ya se asentó aquí hace tiempo, y a las pruebas, así como al ejemplo, me remito:
El concejal madrileño Álvaro Ballarín, de cuerpo presente en el retrato, contrata hace unos meses a su nueva asesora de cultura (repito, Asesora y de Cultura), a la ex miss Barcelona y portada de Interview, la señorita Martínez, cuyo currículum vitae abruma al más preparado por su 3º de Arte Dramático, su nivel medio autoevaluado de inglés y equitación (de las clases que dió cuando era chica), su conducción de programas "call tv" de madrugada - de estos de llama ya gilipollas que te pierdes el premio millonario por acertar la palabra clave -, y sus tetas nuevas con peculiaridad de mirar una a Cuenca y otra a Manhattan.
Pues muy bien que hace, el hombre. Tiene que pensar en el bienestar de la concejalía, no es lo mismo ir a trabajar y tomarse un cafelito en la máquina, que salir bien mamado del despacho. Miren esa cara de concejal. Sus rasgos indican claramente que es culpable. Pero joder, yo le comprendo. Yo prefiero una tía buena agradecida que un choco competente. Total, quién va a notar la diferencia en la gestión de la cultura de Madrid. Ni el Tato, joder.
A la buena vida. Viva la Virgen. No nos engañemos, ¿para qué sirve la preparación académica o la experiencia cuando se tiene un buen par de tetas siliconadas? Para nada. Nasti de plasti.
La influencia italiana a través de la educación global telecinquera nos envuelve. Viejos verdes atiborrados de botox y billetaje gobernando ayuntamientos, y asesoras buenorras y jamonas que son seleccionadas desde Gran Hermano. El ciudadano promedio mira las simpáticas travesuras de Berlusconi y sonríe admirado mientras envidia al viejo siliconado, que disfrazado de Mister Mikonos en su mansión Playboy, se calza a las jovencitas pechugonas ávidas de dineros y fama fácil, remuneradas con la pasta que anhelan los parados del país.
Normal que este listo del PP (también salpicado por el Gürtel) se apunte al carro. Pronto vendrán los tiempos en que el presidente español de turno también llame a Sálvame Deluxe para desmentir y de paso poner a parir a tertulianos encocados.
La penitencia para estos es: ¡el celibato eterno!
La pena de todo esto es que los que valen siguen mordiendo el polvo, y los aprovechados sin mérito ninguno (quizás por carecer de vergüenza torera y refiriéndome a unos y a otras) continuan dirigiendo nuestras vidas y llevándose pensiones vitalicias por no hacer nada. Bueno... por no hacer nada no. Tirarse a tías buenas es algo, y además está muy bien.
Podéis ir en paz.
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Santo Cristo. Si es que los tontos no nos dan tregua. Hoy mismo en el periódico salen las declaraciones del mamarracho este, presidente italota, diciendo que las manifestaciones de las mujeres en todo el país para quejarse de su actitud y su trato degradante al género femenino, supone una desvergüenza. Tiene cojones.
ResponderEliminarEste ve una vergüenza que las mujeres opinen de esto, pero le parece estupendo que su país tenga un presidente que se tira abiertamente a las menores putillas y con fondos públicos (fijo, no te creas que coge dinero de su bolsillo). El alfeñique este dice que él siempre ha respetado a las mujeres.
Ay, que divertida chiquillada aquella que protagonizó hace un par de años, al bajarse del coche con sus guardaespaldas: se fue hacia una agente de policía de tráfico que estaba de espaldas e hizo alegres gestos de empetarla por el saco repetidas veces, ante la complicidad de su equipo de machotes gorilas.
Qué gran respeto y dignidad profesa este honorable chimpancé a las mujeres.
Si una aspirante a starlette accede a un puesto de asesora de Cultura, habrá que plantearse si el concepto de Cultura ha cambiado. Es planteable pensar que el concepto de cultura para el espectador medio de telecinco sea comprar libros sin dibujos para rellenar los huecos que deja el home Cinema en la estantería.
ResponderEliminarAl igual que veo la crisis del concepto de Cultura en esta noticia también se hace patente la crisis en el mundo político. Me preocupa que la idea de que el que se mete en política es para llenarse los bolsillos se haya normalizado como una epidemia.
Muchas veces pienso que hay millones de personas competentes y preocupadas por la sociedad, pero que no se meten en política por no crearse enemigos, por vergüenza y sobre todo por no tener que tratar con listillos que no saben atarse bien los cordones pero que tienen la de Ubrique alicatada hasta la hebilla.
La política es ahora lo que los puestos de pipas y las papelerías antes. Un trabajo en el que meter a tu hijo tonto.