Sed bienvenidos...

... los que estáis asqueados de toda la Tontería que nos rodea, los que estáis hasta los cojones/ovarios de aguantar imbéciles e incompetentes, los que tenéis que reventar y no podéis porque vuestra castrante moral judeocristiana os lo prohibe, los que sufríais de pequeños las mofas de seres inferiores, los que esforzándoos no obtenéis recompensa, los que vivís en un mundo que no es para vosotros, los que sabéis parte de la verdad pero os toman por locos, los que necesitáis opinar sin ser juzgados por ignorantes, los que pudiendo cambiar las cosas aún dormimos.

viernes, 18 de febrero de 2011

C.S.I. TREBUJENA

En algún lugar de la piel de toro...

Entran en escena el agente especial Grissom, de todos conocido por su trajinar en USA, con su fiel compañero Warry (el negro, vamos), ataviados elegantemente como corresponde en estos casos de trascendente importancia. Sobre el suelo del hall, un fiambre. Al lado del muerto, un par de picoletos:
Grissom: Buenas tardes, agentes.
Sargento: A las buenas.
Grissom: Caballeros, ¿nos ilustran sobre lo ocurrido?
Sargento: En el acto. Verá. Aquí de cuerpo presente, puede ver lo que viene siendo un difunto.
Grissom: Sí, ya. ¿Qué sabemos hasta el momento?
Picoleto: El susodicho responde o respondía al nombre de pila Manolo.
Warry: Manolo qué.
Picoleto: No lo sabemos aún, el carnet estaba borroso.
Grissom: ¿El carnet de identidad estaba borroso? ¿cómo es posible eso?
Sargento: No, mister... el sujeto no portaba el subsecuente DNI. Hemos tomado su identificación del carnet de socio del Betis encontrado en la parte interior del pantalón o bolsillo.
Grissom: Emm... entiendo. En ese caso... Warry, recopile los indicios del crimen que puedan constituir una prueba.
Picoleto: ¿Mande? Verá agente, la mujer de la limpieza llegó antes que ustedes y le pegó un fletao a todo esto.
Grissom: (quitándose las gafas incrédulo) ¿Cómo? ¿Y le permitieron tal cosa?
Sargento: ¡Bueno! menuda es esta. Decía que ella trabajando aquí, nadie le iba a tachar de guarra, que ella era mu limpia, y ya se podía poner el alcalde en cruz que su coño hacía su trabajo como todos los días... y vamos, que no había quien pudiera con ella, mister.

Warry: Jooooder (en bajito y volviendo la cara para otro lado).
Grissom: A ver, a ver... olvidémoslo. Concentrémonos en mandar lo antes posible una muestra de ADN para su análisis y sabremos en una hora su identidad y puede que la del asesino.
Sargento: Puuffff... eso hay que mandarlo a la Delegación Provincial, y que le de el visto bueno el juez... y lo mismo el defensor pone una medida cautelar para que no prospere lo del ADN por considerarse anticonstitucional... y luego los papeles que hay que firmar por duplicado que luego se traspapelan, máxime sabiendo lo aficionado que es Paco el administrativo a darle al espirriaque... Mucho lío, mucho lío.
Grissom: ¡Pero vamos a ver, coño... ¿estamos tontos aquí o qué? El juez, en cuanto aparezca para levantar el cadaver, digo yo que dará la venia para todo esto!
Picoleto: El juez está de vacaciones y no vuelve hasta el mes que viene.
Grissom: ¡Coño, pues el que esté en funciones!
Sargento: Sí, si está, pero está de baja.
Warry: Hostia, yo me quiero ir de aquí, ya.

Grissom consulta el Google Maps en su PDA, asegurándose de la posición geográfica de España y comprueba que este país efectivamente no está en África.
El sargento picoleto se coloca el paquetillo y se toca con la otra mano una punta del tricornio en gesto de saludo.

Sargento: Dispensen. Mis hombres y un servidor nos retiramos de la escena, hasta más ver. (Al volverse, al compañero se le cae del bolsillo un cigarro personalmente elaborado con tonos verdes).
Picoleto: Uy. Nada, esto es de un alijo que le pillamos a una colombiana que traía género en lo que viene siendo mayormente el conducto vaginal, y lo hemos confiscado para su ulterior destrucción, por supuesto.

Grissom, en un insigth revelador, determina que su sueldo de funcionario nunca le pareció que estuviera a la altura de sus funciones, y visto lo visto, decide que a la primera de cambio se vendrá para acá para montar un imperio del crimen con el que ganar un pastón formidable. Después de todo, aquí no le van a empapelar ni hartos de vino. Porque de una cosa está seguro: la gestión de cualquier cosa en estos lares es, lo que viene siendo, un mojón.

Podéis ir en paz.

2 comentarios:

  1. jajaJAJAJAJAJAJ, me ha encantado. Muy fino ejercicio de ironía.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Miss. Lo peor es que en ocasiones esto no sería en absoluto ironía, sino realidad total. Qué miedo.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.