Estuve en Egipto hace unos años. Cuando ves a los egipcios en la calle ves un montón de tíos desocupados, corrillos ociosos en las plazas rascándose las pelotas, sentados en las aceras al modo chimpancé. Te preguntas por el índice de paro y por los oficios alternativos al comercio omnipresente. No puedes evitar ser invadido por ese sentimiento occidental de superioridad y verlos, o como vagos risueños o como embusteros mercaderes. Pero desde que en Argelia ese foco débil pero crónico de subversión se propagó por Túnez hacia el este hasta llegar a Yemen, empiezas a ver a estos tíos de otra forma. Porque por muy medievales y aficionados al gapo callejero que sean, estos están haciendo allí lo que no hicimos los españoles en cuarenta años con Paquito.
Nosotros, los de la machura ibérica y la honra, la bravada y los cojones, esperamos a que la espichara el viejo para luego ir diciendo que España luchó por la democracia. Sí, ahora mismito. Estos mohamé están en la calle dejándose matar para conseguir algo y lo están haciendo partiendo desde una estructura social del medievo, desde la nada con un par, con convicción y sin tomar represalias cuando se los mata. Pues no serán tan chimpancés como los vemos desde aquí. A ver si le llega el día al niñato de Marruecos y le ponen de una vez mirando a la Meca.
No tengo ni idea de cómo será el nuevo Egipto, ni cómo el mundo árabe futuro. Están pidiendo salir de una situación mala para meterse en otra menos mala. Quizás pidiendo libertad para tener que aguantar que los familiares de concejales corruptos de un ayuntamiento tengan pagas millonarias por invalidez falsa, en vez de situaciones peores como que la pasma te coja por la calle, te lleve a la comisaría y te den de hostias sin tener idea de por qué. Pues vale la pena, no hay color. Ya era hora de que despertaran. Me alegro de su toma de conciencia. Aquí siempre estuvimos muertos y lo seguimos estando. Aquí preferimos montarla por la copa del mundo de furbo, pero si se trata de que te sodomicen, uno prefiere tomar a gusto y dar las gracias después.
Me temo que la tribu neolítica sabía de la existencia del mundo y que con sus flechas pretendían defenderse como podían del resto del planeta. No les culpo por intentarlo.
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