Sed bienvenidos...

... los que estáis asqueados de toda la Tontería que nos rodea, los que estáis hasta los cojones/ovarios de aguantar imbéciles e incompetentes, los que tenéis que reventar y no podéis porque vuestra castrante moral judeocristiana os lo prohibe, los que sufríais de pequeños las mofas de seres inferiores, los que esforzándoos no obtenéis recompensa, los que vivís en un mundo que no es para vosotros, los que sabéis parte de la verdad pero os toman por locos, los que necesitáis opinar sin ser juzgados por ignorantes, los que pudiendo cambiar las cosas aún dormimos.

sábado, 12 de noviembre de 2011

MARUJAS DE BAR

Hermanos, hermanas...
Hay algo tan infame como las pandillas de frikis reunidos gritando en el Fnac sobre cosas que creen que el resto no sabemos, en japonés. Las marujas cafeteras. Son un producto y a la vez una causa de la decadencia general. Son en todo caso, una muestra social representativa e inquietante. Reunen las características más mastuerzas de nuestra comunidad, y a la vez un conjunto de procesos psicológicos realmente interesantes.


Para conocer a estas pecadoras, baste con seguirlas en un día rutinario de los suyos. Nuestro grupo de estudio está compuesto por una población de marujas de edad diversa. y con glamour. Tres de ellas visten con pantalón de chandal y una parte de arriba indeterminada escotada y estampada en leopardo, o con abrigo de mediopieles, ora operadas de tetamen, ora recien retocadas de labios a lo Jolie. Una de ellas planea su segunda liposucción. Las otras tres son consideradas maduras (de edad, que no de mente, de las que se empiezan a pelar cortito), visten chandal del mercadillo con zapatos de salir, camiseta publicitaria y peinado de peluquería Charini´s.


Han salido a andar como cada día de lunes a viernes. A hacer deporte. Su meta, mantenerse. Las "jóvenes" van al gimnasio, donde pasean el macuto y lo intentan patéticamente con el encargado, que les sigue el rollo, para no perder a las clientas y la mensualidad sacada de la tarjeta del marido (ya sean estos altoempresarios o parado haciendo chapuzas, ellas viven como Dios, para cuidarse y no envejecer). No creas que salieron muy temprano a su actividad matutina, salieron tras despertarse a eso de las 10,30. Ya hacía dos horas que los hijos se levantaron y se fueron al colegio sin desayunar, con 10 euros que éstas dejan en la mesita de la entrada para que desayunen bollycao y bocabits, y gasten el resto en lo que les de la gana. Alegan no poder despertarse antes por el efecto de los tranquilizantes que toman para dormir, pero en realidad la razón es vagueo supino.


Al terminar sus veinte minutos de paseo deportivo aprovechado para comprar ropa en el Primark, se apalancan en el bar del barrio, donde desayunar por tercera vez, cafelito y bollería industrial, lo comido por lo servido, reponerse y eso. aprovechan para arreglar el mundo. Lo bueno que está el camarero de la marisquería (una de ellas se anima a intentarlo), lo hijaputa que es la maestra del niño que le manda deberes al pobrecito, que va a llevar a la Jenny chica al psiquiatra porque no obedece y eso es que es imperastiva fijo, lo sinvergüenza que es Zapatero que le ha recortado la paga que tiene la bendita mujer por rascarse el coño... Y otros temas de interés.


Antes de irse, desyunan por cuarta vez, y tras quedar recogen a sus vástagos del cole, donde inventan un motivo para bronquear a la maestra por negligente y deshogarse con ella, y vuelven a casa, que ya ha sido debidamente arreglada por Elisabeth González, a la que el marido paga un par de euros la hora para que la señora no se tenga que doblar el espinazo con trabajos de la chusma. Si la comida no está, la señora calienta una conserva, y si la Jenny chica protesta se le ponen patatas fritas que es lo que le gusta, y santas pascuas.


Por la tarde hay Sálvame y una ristra de programas culturales donde una se fija en las sofisticadas maneras de la dialéctica para aparentar en las ocasiones del bar, llevando la razón con argumentos subnormales aunque irrebatibles por su alto volumen. Este mecanismo les convencerá de que viven en un mundo de razón, sin darse cuenta que el tranquimacín de las noches lo toman porque en realidad son unas putas horteras y desgraciadas con aires de alta alcurnia, burguesía y rancio abolengo.


En definitiva, como se ve, son personas útiles para la comunidad, son imprescindibles, cumplen una función esencial. Yo aún no se cual es... pero alguna será. Por lo cual debemos proteger esta especie humana. Así que hagamos una reserva natural bien acotada, y mandémoslas allí.



Podéis ir en paz.

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