Sed bienvenidos...

... los que estáis asqueados de toda la Tontería que nos rodea, los que estáis hasta los cojones/ovarios de aguantar imbéciles e incompetentes, los que tenéis que reventar y no podéis porque vuestra castrante moral judeocristiana os lo prohibe, los que sufríais de pequeños las mofas de seres inferiores, los que esforzándoos no obtenéis recompensa, los que vivís en un mundo que no es para vosotros, los que sabéis parte de la verdad pero os toman por locos, los que necesitáis opinar sin ser juzgados por ignorantes, los que pudiendo cambiar las cosas aún dormimos.

lunes, 4 de junio de 2012

FUTURO PRÓXIMO

Neo-Isbilya, Junio del año 2049:


“Como cada noche, escribo en este diario, escondida en mi habitación y atenta a recoger rápido por si fuera preciso esconder esto. Mientras pueda seguiré con esta costumbre que mi abuelo (que Alláh lo tenga en su gloria) me medio obligó a hacer cada día - no acabo de entender muy bien por qué – aunque siento a veces vergüenza de ponerme a escribir porque eso es algo que no está bien en una mujer, o eso dice todo el mundo.

Mañana celebramos en el colegio el aniversario de los Mártires de Al-Andalus y vamos a salir todas a la calle a arreglar las puertas del colegio para el desfile de los hombres del Partido y dar ánimos para la guerra. Mi hermano pequeño en su colegio no prepara nada para el día; el mejor homenaje es continuar repitiendo y memorizando las Escrituras hasta que formen parte de él. Ya empieza a hacer un calor insoportable y a veces pienso en quitarme el niqab o por lo menos arremangarlo y respirar, y me viene a la mente una antigua foto de mi abuela en bañador en la playa de Almuñecar (fotos que la familia escondía cuando los Hermanos del Partido iniciaron el renacimiento de Al-Andalus, y que sacaban muy pocas veces y con mucho miedo).

Quiero pasarlo bien mañana con las compañeras. Dicen que pasará Mohammed en el desfile. Se que tengo que aprender a quererle porque desde que era pequeña es el hombre que han destinado a ser mi marido. Parece buena persona pero me da miedo de que en el futuro, demuestre ser de otra forma. Me gustaría que se pareciese a mi abuelo, que decía que las mujeres y los hombres eran iguales (a pesar de las broncas que tenía con la abuela)… era un hombre raro, pero entrañable.

Mi abuelo me contó que antes el mundo era de otra forma. Hablaba cosas buenas y malas. Pero lo que echaba de menos es que antes – al parecer – podías opinar o pensar como tu cabeza entendiera… cosa que no puedo ni imaginarme y que me escandaliza. No puedo imaginarme un mundo así, en el que incluso se permitía a la gente no creer en Dios. Me dijo que antes casi todos eran ricos. Y concentraron tanta avaricia que los grandes hombres engañaron a los súbditos dándoles casas y tierras, y todo tipo de servicios a cambio de un dinero colosal que tenían que aportar cada poco tiempo, y trabajaban sin descanso para pagarlo. Todos cayeron en la soberbia y se creyeron rajás, hasta que no pudieron serlo más y perdieron sus bienes para pagar sus cuentas. Como dice el Imán, la avaricia es un pecado imperdonable en el que no debemos volver a caer nunca más, como cayeron los hombres del viejo mundo antes de la Gran Recesión (como la llama papá, que por cierto no la vivió).

De todas formas me resulta curioso el mundo de antes. Poder decidir vivir sola, tener amigos y amigas, estudiar para ser médico o piloto, bañarse en la piscina sin el velo del hijab, ver películas extranjeras, leer los libros que escondían los abuelos en el sótano… Pero supongo que ese mundo sólo puede disfrutarlo ahora el Rey Abdullah Al-Hassim, que para eso tiene la responsabilidad sobre los hombros de mantener nuestro país, o nuestro sabio mártir Al- Qaradawi, que supo restablecer el orden en un mundo de caos, usando los recursos de nuestra tierra (como el petróleo, que juran que aún tiene larga vida), las leyes del profeta, y supo infiltrarse en aquel mundo podrido de empresarios abriéndose camino con la Sharía y sus palabras inspiradas (no creo que fuera totalmente malo lo que dicen los rebeldes sobre que alentaba la construcción de madrasas para formar mártires). Prefiero este tipo de yihad a la de los tiempos del profeta, en que peleaban cuerpo a cuerpo, o sacrificándose con bombas por mejorar el mundo. Si pudiese votar, votaría por este tipo de guerra santa.


Cuando la soberbia derrotó al mundo capitalista, algunos estados más poderosos que el resto, liderados por USA formaron una confederación económica muy fuerte pero arrinconada. Se dice que allí siguen viviendo como antaño, esclavizados por su gobierno que, paradójicamente, les deja hablar todo lo que quieran. Tienen profesiones extrañas como webgardener, narrowcasters o nanomédicos. Y viven en enormes colmenas apiñadas en ciudades muy limpias. Nuestros imanes y sus empresas internacionales luchan ahora por convertirlos haciendo que nos necesiten para seguir alimentando su ego decadente, sus equipos de fútbol y sus bancos.

Por otra parte, pienso en cómo gente como mis abuelos, pudieron salir de ese mundo tan malo que nos han descrito. Hay algo que no concuerda. Y cuanto más escribo más pienso. Y más dudas tengo al respecto. Y más creo que no lo sabemos todo sobre aquel tiempo: tuvieron que ser muy tontos, sin duda, pero me gustaría vivir unas horas de aquel tiempo y comprobar por mí misma qué es decidir por uno mismo… Y si tuvieron errores imperdonables, cómo corregirlos para mantener ese privilegio que se me antoja tan lejano. Pensar cosas nuevas y poder hacerlas. Si como decía mi abuelo, tuvieron alguna vez ese poder individual ¿por qué dejaron que algo tan pequeño como un trozo de papel con números acabara con ellos? Algo bueno tuvo que formar parte de la vida de los abuelos, algo que se me escapa, y que también se les escapó a ellos.

Me acuesto que mañana madrugo. Mañana será un gran día. Allahu akbar.”

 
Podéis ir en paz.

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