¡Oé-oeoeoé… Ló-loló-loló-loló… Yo soy español-español-español…!!!
Uy perdón, me han cogido en plena euforia patria ante la imparable furia española, su arrojo y su talento. Evidentemente, estoy orgulloso de ser español, es decir, intervenido, rescatado, en paro, pagando intereses desorbitados, recortado, copagando en sanidad, y con un sistema educativo castrado e incompetente… pero coño, España está triunfando en la Eurocopa y eso es lo que cuenta. Como me decía un Hermano hoy: “Claro, ¿no te has enterado de que por cada gol encuentran trabajo 500.000 personas?”. Albricias, joder. Bendito sea Dios y la Virgen del Carmen.
Así que me uno y engroso la jauría de todos estos españoles que opinan que la mejor forma de vengar las afrentas, medidas y recortes que nos vienen de Europa es la despiadada e inmisericorde acción justísima de meter una pelota en la red del equipo alemán o de otro al uso. Seguro que con eso, estos tíos agachan las orejas, hocican, y reconocen de una vez la valía y el heroísmo hispánico; y nos perdonan los impuestos, los recortes, la prima y la suegra.
Y que no estoy poniendo a parir al fútbol como deporte, entiéndaseme la ironía (aunque a los simios futboleros no se les pueda pedir comprensión lectora), al que veo como un juego / deporte /divertimento digno como otro cualquiera. Pero el deporte como religión y sistema de “circo” ha llegado a su cota más meritoria y abrumadora. Véanse las portadas al respecto de La Razón (medio de comunicación a juzgar y condenar por parcial y embustero, como Intereconomía o Público), y entiéndase que la filigrana al rizar el rizo ha llegado al sumun al ser capaces de vender el Circo, sin el Pan.
"HEMOS GANAO
LA COPA DEL MEAO,
EL QUE HA PERDÍO
SE LA HA BEBÍO".
Mis héroes a partir de ahora tendrán méritos claros y contundentes. Serán Iniesta, Piqué y su novia, Torres y Cesc, y Sergio Ramos (diseñador y modelo, twittero seguido, y futbolista en ratos libres). Y Casillas presidente. Los spots en los que salen acompañados de la música épica que les corresponde lo demuestran.
Merkel teme por su supremacía ideando maldades en el trono del Reichtag. Rajoy llegando a visitarla y encontrándola en dichos afanes, le pega dos güantás, deponiéndola y diciéndole “quítate tú pa ponerme yo, que pa eso soy campeón y por lo tanto es justo y necesario.”
Olé los cojones patrios mediterráneos…. Porque si no podemos los países del sur (España, Italia, Grecia, Chipre, Portugal… y voy a meter a Marruecos y Argelia también porque estoy generoso) superar la tendencia natural y cultural al vagueo y la corrupción (que pagamos los diligentes y honestos) pues merezcamos el poder por los goles, que viene a tener la misma importancia. Vamos digo yo; y en esto me secunda la mayoría de asistentes al circo.
Mi primera medida anticrisis sería que los jugadores percibieran una prima de 300.000 euros por ganar la Copa del Meao. ¿Cómo? ¿Qué eso ya está aprobado? Mierda, llegué tarde.
Podéis ir en paz.
Uy perdón, me han cogido en plena euforia patria ante la imparable furia española, su arrojo y su talento. Evidentemente, estoy orgulloso de ser español, es decir, intervenido, rescatado, en paro, pagando intereses desorbitados, recortado, copagando en sanidad, y con un sistema educativo castrado e incompetente… pero coño, España está triunfando en la Eurocopa y eso es lo que cuenta. Como me decía un Hermano hoy: “Claro, ¿no te has enterado de que por cada gol encuentran trabajo 500.000 personas?”. Albricias, joder. Bendito sea Dios y la Virgen del Carmen.
Así que me uno y engroso la jauría de todos estos españoles que opinan que la mejor forma de vengar las afrentas, medidas y recortes que nos vienen de Europa es la despiadada e inmisericorde acción justísima de meter una pelota en la red del equipo alemán o de otro al uso. Seguro que con eso, estos tíos agachan las orejas, hocican, y reconocen de una vez la valía y el heroísmo hispánico; y nos perdonan los impuestos, los recortes, la prima y la suegra.
Y que no estoy poniendo a parir al fútbol como deporte, entiéndaseme la ironía (aunque a los simios futboleros no se les pueda pedir comprensión lectora), al que veo como un juego / deporte /divertimento digno como otro cualquiera. Pero el deporte como religión y sistema de “circo” ha llegado a su cota más meritoria y abrumadora. Véanse las portadas al respecto de La Razón (medio de comunicación a juzgar y condenar por parcial y embustero, como Intereconomía o Público), y entiéndase que la filigrana al rizar el rizo ha llegado al sumun al ser capaces de vender el Circo, sin el Pan.
"HEMOS GANAO
LA COPA DEL MEAO,
EL QUE HA PERDÍO
SE LA HA BEBÍO".
Mis héroes a partir de ahora tendrán méritos claros y contundentes. Serán Iniesta, Piqué y su novia, Torres y Cesc, y Sergio Ramos (diseñador y modelo, twittero seguido, y futbolista en ratos libres). Y Casillas presidente. Los spots en los que salen acompañados de la música épica que les corresponde lo demuestran.
Merkel teme por su supremacía ideando maldades en el trono del Reichtag. Rajoy llegando a visitarla y encontrándola en dichos afanes, le pega dos güantás, deponiéndola y diciéndole “quítate tú pa ponerme yo, que pa eso soy campeón y por lo tanto es justo y necesario.”
Olé los cojones patrios mediterráneos…. Porque si no podemos los países del sur (España, Italia, Grecia, Chipre, Portugal… y voy a meter a Marruecos y Argelia también porque estoy generoso) superar la tendencia natural y cultural al vagueo y la corrupción (que pagamos los diligentes y honestos) pues merezcamos el poder por los goles, que viene a tener la misma importancia. Vamos digo yo; y en esto me secunda la mayoría de asistentes al circo.
Mi primera medida anticrisis sería que los jugadores percibieran una prima de 300.000 euros por ganar la Copa del Meao. ¿Cómo? ¿Qué eso ya está aprobado? Mierda, llegué tarde.
Podéis ir en paz.
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