Sed bienvenidos...

... los que estáis asqueados de toda la Tontería que nos rodea, los que estáis hasta los cojones/ovarios de aguantar imbéciles e incompetentes, los que tenéis que reventar y no podéis porque vuestra castrante moral judeocristiana os lo prohibe, los que sufríais de pequeños las mofas de seres inferiores, los que esforzándoos no obtenéis recompensa, los que vivís en un mundo que no es para vosotros, los que sabéis parte de la verdad pero os toman por locos, los que necesitáis opinar sin ser juzgados por ignorantes, los que pudiendo cambiar las cosas aún dormimos.

lunes, 20 de junio de 2011

TRES EJEMPLOS DE ESTUPIDEZ PERINATAL

Hermanos, hermanas...

La imbecilidad de los padres de esta generación llega a límites insospechados por la ficción. Siguiendo con la tesis por primera vez presentada en La Generación Actual de Padres Gilipollas” y las secuelas (Apocalipsis Generacional), hoy presentamos 3 casos que vienen a ilustrarnos a cerca de la teoría de que la mayoría de los individuos actuales, ya antes de ser padres irresponsables, eran simios mentalmente grotescos y peligrosamente inquietantes. De estos tres ejemplos aprenderemos…

• De cómo el individuo o individua hace primar la estética sobre todas las cosas, y por ella, moriría y/o mataría.
• De cómo el ser humano sigue dominado por el pensamiento mágico.
• De cómo el ciudadano medio adopta a poder ser, una postura progre y gilipollas, que le resulta cómoda y autocomplaciente, derivándose de ello un daño inmediato para “susniñosdesusentrañas”.

Como primer ejemplo, hablemos de la Mamirexia. Este palabro no me lo he inventado yo, hermanos. Existe, y alude al trastorno mental que algunas embarazadas y tontas del culo sufren en sus carnes, consistente en querer (y ejecutar de hecho) estar en exceso delgadas, respondiendo a los cánones que Dios y los maricones de pasarela mandan. La futura madre (lo de futura ya veremos, por la tontería que tiene encima) ha visto en las asépticas y estéticas series y películas de la tele, así como en las revistas retocadas por Photoshop; casos de tipas en edad de merecer, con sus piernas bien contorneadas, pechos turgentes, cara delgada y mona, que ocultan dentro del vestido del carácter de su personaje un almohadón bien mullido. También han visto a famosas que paren y tienen tiempo y dinero para entrenadores personales y se dedican sólo a lo que toca ahora. El caso es que veíamos hace poco la noticia en la que una embarazada dejaba de comer para ser una madre sexy, vamos follable. Se hinchaba a abdominales (con el bombo puesto), se metía una hora de bici y otra de footing. Cuando le hicieron la cesárea tuvieron problemas para rajar porque la pared abdominal era una puta piedra. La subnormal quería estar embarazada pero teniendo el vientre plano, flípenlo. Pensó que las leyes naturales no iban con ella, que la reserva de grasa en tetas y molla era para otras. Que antes muerta que los tobillos gordos. Y no pudo esperar a parir para recuperarse. Tenía que ser la jodida Victoria Beckham de la barriada. No supe si el niño salió de allí vivo o no, pero si lo hizo no me quiero yo imaginar cómo. Mamirexia… piensen en ello.

El segundo ejemplo de estupidez humana lo vi en un foro hace poco. Una embarazada estaba muy preocupada porque pensaba que los pensamientos se traspasaban al feto. Atentos, no los sentimientos como la ansiedad o la tranquilidad (regulados por los flujos hormonales en el torrente sanguíneo, por el hipotálamo y toda esa historia), sino los pensamientos. Por lo visto, la buena-mujer creía (influida por todo ese esoterismo barato de conexión madre-hijo más allá de la biología y maternidad) que si te cruzabas un negro por la calle y te asaltaba un mentismo del tipo “puto negro, vuélvete a tu selva de mierda”, al preinfante le eran transferidas las ideas racistas de balde. O que mirando a una señorita de la mala vida, si se tercia mirarle y evaluar que su culo es bocato di cardinale, el niño le saldrá putero. Hay que leer más. No infravalorar la cultura general es importante: saber un poquito de todo arregla estos problemas y te previene de ser un zoquete. El niño, lo mismo te sale racista y putero, pero no por esto, sino porque tú lo eres y le educarás para ello, negligente aunque enérgicamente.

El último ejemplo nos viene de los padres progres de los que hablaba el diario El País hace unos días. El titular decía algo así como “La decisión de los padres de no vacunar a sus hijos hace que se extiendan las epidemias”. Resulta que viéndose el incremento de cientos por cien de casos de rubeola y sarampión en la población infantil, con sus consecuentes defunciones, se investiga y se constata que una población de padres elige no vacunar a sus hijos por ideología. Hubo menos muertes por E. Coli en Alemania y montaron la de Dios es Cristo. Alegan razones revolucionarias como no enriquecer a la industria farmacéutica, o el ya tardío argumento de que cuidarnos tanto nos hace vulnerables. Pareciéndome estas razones buenas o malas, no creo que quepa preocuparse a muerte por el color de la ropita si es niño o niña, o por si le tienes que poner a la barriga los auriculares con Mozart o Los Ramones. Total, el niño se te va a morir… ¡progre carajote de los cojones!

Y luego, la máxima: hijos tontos, progenitores gilipollas. No falla.

Lo que acaban dando es más y más argumentación de que los padres imbéciles de estos tiempos deben dejar de preocuparse por qué mundo van a dejar a nuestros hijos, y empezar a preocuparse por qué hijos vamos a dejar en el mundo.


Podéis ir en paz.

1 comentario:

  1. Me quedo chanin con la Mamirexia. Por un momento me he imaginado a la madre diciendo "estoy engendrando a mi hijo, pero la cabeza la tengo en el culo, los brazos en las caderas, el tronco en el pecho y las piernas en las costillas… así se me hace un tipo de infarto y ya tendré tiempo de montar al niño cuando me salga del papo". Mejor no decirlo muy alto porque a las claras es una giipollas como un castillo, pero como la diagnostiques la tienes en el centro de salud más cercano pidiendo su paguita.

    Ja ja ja ja ja! El tema de los pensamientos es para nota. Suena a argumento de película de terror chunga de los ochentas. No puedo más que imaginarme al padre poniéndole a la madres vídeos de partidos del Betis para que en cuanto le corten el cordón umbilical estén sacándole el carné de socio.

    No vacunar a los hijos como ejercicio ideológico es exquisito :D Sólo con imaginarme a un niño generado a partir de clichés, ideas y actitudes políticamente correctas me hace estremecer de asco. Deberá ser un puto engendro muy lejano de como debería ser un ser humano.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.