Sed bienvenidos...

... los que estáis asqueados de toda la Tontería que nos rodea, los que estáis hasta los cojones/ovarios de aguantar imbéciles e incompetentes, los que tenéis que reventar y no podéis porque vuestra castrante moral judeocristiana os lo prohibe, los que sufríais de pequeños las mofas de seres inferiores, los que esforzándoos no obtenéis recompensa, los que vivís en un mundo que no es para vosotros, los que sabéis parte de la verdad pero os toman por locos, los que necesitáis opinar sin ser juzgados por ignorantes, los que pudiendo cambiar las cosas aún dormimos.

martes, 3 de mayo de 2011

LA LETANÍA DE LA MENTIRA

Hermanos, hermanas...


Si me esfuerzo tendré lo que merezco. MENTIRA.
La crisis ha llegado a lo máximo y a partir de ahora remitirá. MENTIRA.
No puedo vivir sin él. MENTIRA.
Si no estás conmigo, estás contra mí. MENTIRA.
Cómprame la moto y estudiaré este verano. MENTIRA.
Le dije “a mí no me toques los cojones” y le mandé a tomar por culo. MENTIRA.
Yo sólo me quiero tirar a mi mujer. MENTIRA.
Me da igual lo que digan los demás. MENTIRA.
No es maleducado, es que es hiperactivo. MENTIRA.
No hago nada especial para estar así de buenorra. MENTIRA.
Soy un tío, yo siempre tengo ganas. MENTIRA.
Un tío no sabe si otro es guapo. MENTIRA.
Algún político honrado hay. MENTIRA.
Todo el mundo tiene un precio. MENTIRA.
Yo siempre digo la verdad. MENTIRA.
Todas las opiniones y todos los gays son respetables. MENTIRA.
Al final, el bien prevalece. MENTIRA.
Mi hijo es el más guapo del mundo. MENTIRA.
Tengo un montón de palos en la espalda. MENTIRA.
Los gitanos no tienen la culpa, nosotros no los integramos. MENTIRA.
Soy de izquierdas 100%. MENTIRA.
A ese pijo lo enchufó el padre, el jefe, pero él se ha mantenido. MENTIRA.
Si digo “no” a mi hijo se traumatizará. MENTIRA.
No soy xenófobo. MENTIRA.
Yo no creo en nada. MENTIRA.
Tarantino es un genio. MENTIRA.
Si no podemos estar juntos, por lo menos seamos amigos. MENTIRA.
Confío plenamente en la justicia de este país. MENTIRA.
Bin Laden tiene la culpa de todo. MENTIRA.
Ya te llamaremos. MENTIRA.
El 11-S fue tal cual lo contaron. MENTIRA.
Los recursos de las autonomías se reparten justamente. MENTIRA.
Todo esto se arregla con un cambio de partido en el gobierno. MENTIRA.
El lunes empiezo. MENTIRA.
Eres la mujer de mi vida. MENTIRA.
Los niños siempre están mejor con su madre. MENTIRA.
Si vuelves a hacerlo te quedarás sin Reyes. MENTIRA.
Es el día de mi boda, el día más feliz de mi vida. MENTIRA.
Yo quiero a mis hijos por igual. MENTIRA.
Cuando me jubile me iré a una casita en la playa. MENTIRA.
Con mi pensión y mis ahorros me cubriré la vejez. MENTIRA.
Algún día me beneficiaré a mi vecina. MENTIRA.
Yo no me hago pajotes. MENTIRA.
Me gustan todos los críos. MENTIRA.
De este agua no beberé. MENTIRA.
No hay nada por lo que valga la pena luchar. MENTIRA.
Podemos cambiar esta mierda. VERDAD.


Que el amor del Señor sea siempre con vosotros.
Podéis ir en paz.

3 comentarios:

  1. Uno que está cansado de esperar4 de mayo de 2011, 21:49

    Mentir es un arte que no se consigue dominar, es la mentira la que acaba dominando a aquel que creyéndose artista, acaba viviendo una mentira. No hay mentiroso más peligroso que aquel que se cree sus propias mentiras.
    A todos aquellos que prefieren vivir en la mentira: es mentira que la ignorancia nos haga felices, no te lo quieras creer.
    Las peores, las mentiras piadosas. Mentimos a los demás con la excusa de no hacer daño, y nos mentimos a nosotros mismos al querer creer que esa es la razón. Las mentiras piadosas esconden el miedo a decir la verdad, sirven de tapadera a los cobardes con escrúpulos.
    No somos mentirosos por decir mentiras, decimos mentiras porque somos unos mentirosos. Es nuestra naturaleza.
    Querido Predicador, penitencia, verdades como puños, y a la cara, por supuesto.

    ResponderEliminar
  2. Valoro enormemente su discurso, hermano. Aleluya.

    Durante mi infancia no comprendí muy bien lo señalado en (Jn 8, 32): "La verdad os hará libres". Pero luego nuestro Señor tuvo a bien iluminarme y vislumbré que cuando uno sabe la verdad de cómo y dónde vive, esa verdad te duele "como to´ sus muertos", pero te libera de la esclavitud precisamente por saberte esclavo, y darte por tanto la conciencia y la necesidad de cambio que uno mismo debe ejercer.

    Amén.

    ResponderEliminar
  3. Espero que con el tiempo la Mentira se convierta en una tradición y forme parte del nuevo escudo de España junto al torito de Osborne. De esta manera a lo mejor está justificada en cierta manera el uso de esta práctica como parte inseparable del discurso en este país.

    Mientras pasa esto lo mejor es ponerse las branquias de mentirosos y nadar en esta charca de mentiras hasta que baje el nivel y empecemos a evolucionar de nuevo.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.