Sed bienvenidos...

... los que estáis asqueados de toda la Tontería que nos rodea, los que estáis hasta los cojones/ovarios de aguantar imbéciles e incompetentes, los que tenéis que reventar y no podéis porque vuestra castrante moral judeocristiana os lo prohibe, los que sufríais de pequeños las mofas de seres inferiores, los que esforzándoos no obtenéis recompensa, los que vivís en un mundo que no es para vosotros, los que sabéis parte de la verdad pero os toman por locos, los que necesitáis opinar sin ser juzgados por ignorantes, los que pudiendo cambiar las cosas aún dormimos.

sábado, 14 de abril de 2012

EL SERMÓN REALISTA

Hermanos, hermanas...

En verdad os digo que el día en que tengáis vástagos que os sucedan, no les dotéis de conocimientos, ni de educación, ni les exijáis estabilidad emocional. ¿O queréis acaso que sufran vuestros primogénitos las penurias del infierno en este valle de lágrimas? ¡Insensatos! ¿Sabéis realmente del sufrimiento de la persona cabal y estable entre esta plaga infecta de neuróticos, histéricos, psicópatas, marujas cotillas de medio pelo, seguidores de telepredicadores deluxe, y afiliados a la bronca y al juzgado de guardia?

Las personas que muestren estabilidad emocional, capacidad de autocontrol y sensatez, estarán condenadas a tratar la exigencias, descontroles y excesos de los subnormales de la vida cotidiana (me refiero a esos que se autodan el derecho a cabrearse porque les has llamado dos minutos tarde, o los que te encumbran como amigo pero te despedazan a la primera que le dicen "no", o a los que ponen querellas porque no le dices a su niño que es muy guapo). Estamos rodeados de anormales hijos de puta.

Los que muestren conocimientos o apertura mental serán tratados de repelentes, se reirán de ellos los borricos y garrulos que conviven en cualquier calle, institución, o bloque de vecinos. Serán tomados por inferiores frente al chabacano (ente valorado y encumbrado a la excelencia ciudadana).

No maltratéis a vuestros hijos, padres futuros. Dadles el código preciso para comunicarse con la especie humana predominante, con los grupos humanos que sobrevivirán. No les déis libros o experiencias que les aporten un nivel de conciencia que les ponga en peligro de entender el mundo. Retrotraedlos a lo primitivo: que se refugien en las alegrías y frustraciones del fútbol, o en la realidad atrezzada de los montajes de la tele, o en la virtual realidad de las 28.983 amistades del Facebook. Decidles que si quieren solucionar algo griten más alto que el otro y amenacen con más denuncias. Que no toleren un sólo fallo a sus semejantes, que exijan lo que ellos nunca darían, que pidan sin dar, que reclamen lujos sin saber usarlos, y que reivindiquen derechos sin tener la calidad humana mínima para ser respetada. Otra solución: valorar a los garrulos y bajunos de la sociedad, y esterilizarlos ya de una vez. Ustedes... hacedme caso, coño. Podéis ir en paz.

2 comentarios:

  1. Buenísimo, como todo lo que escribes.Aún así, prefiero ser como soy a mezclarme con los mediocres.

    ResponderEliminar
  2. Dios le colme a usted de bendiciones, hermana: por el elogio, pero sobre todo por la épica conclusión de su comentario, idea por la cual aún este planeta retiene algo de dignidad en las personas que conservan curiosidad, empatía y superación.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.