Sed bienvenidos...

... los que estáis asqueados de toda la Tontería que nos rodea, los que estáis hasta los cojones/ovarios de aguantar imbéciles e incompetentes, los que tenéis que reventar y no podéis porque vuestra castrante moral judeocristiana os lo prohibe, los que sufríais de pequeños las mofas de seres inferiores, los que esforzándoos no obtenéis recompensa, los que vivís en un mundo que no es para vosotros, los que sabéis parte de la verdad pero os toman por locos, los que necesitáis opinar sin ser juzgados por ignorantes, los que pudiendo cambiar las cosas aún dormimos.

martes, 21 de septiembre de 2010

LAS BONDADES DEL ENCHUFISMO


Disculpen los hermanos este revival temático en el que me refiero a entradas pasadas, pero me resulta personalmente necesario descargar hoy la ira del Señor sobre los incompetentes, trepas, y chupaculos una vez más. Me consta que se trata de un tema de honda preocupación entre la gente de bien, entre los hermanos, y hoy en especial, los tentáculos de estos mearruedas me han llegado a mí, y optaré por mi derecho a rajar, que es lo único que se me permite, siempre y cuando lo haga “civilizadamente”, es decir, dejando en paz a los que mandan.

Como decía la hermana Sectaria, tras una acción bélica y sin capacidad de defenderte, puesta en práctica por esta puta escoria infrahumana, cabe tan sólo la tristeza. Es esta una tristeza jodida e inmovilizadora, llena de sinrazón. No se entiende simplemente cómo toda esta caterva de burros con capacidad de regir destinos que te ves obligado a tratar en corto son capaces de llegar a niveles tan astronómicos de descaro, amiguismo y poca vergüenza.

Si hay algo en lo que el incompetente es realmente competente es en dejar en la cuneta a las personas buenas, a los trabajadores, a los educados, a los prudentes, a los mejores. Desconozco si se trata de una mutación que triunfa en nuestro tiempo y los selecciona frente a los más aptos (toda una revolución biológica, hermanos). Pero el caso es que se muestra una realidad innegable. La densidad poblacional del pisatalentos alcanza tal cota de gilipollas por kilómetro cuadrado que parece ya un asunto irreversible y condenado.

Vuestras empresas, vuestros colegios, vuestros ayuntamientos rebosan de imbéciles blindados tan a conciencia que la mínima observación que hagas sobre ellos te pone en riesgo, a ti, al competente. Vuestros concejales son analfabetos, vuestros profesores juegan a trabajar en el colegio… y toda esa comodidad que ven amenazada por las personas preparadas debe ser preservada, por lo que si alguien debe beneficiarse de un sueldo, que sea mi pariente, que para eso nos vemos el sábado para ir de copas. Los trepas aprendieron a unirse. Este es el país cochambroso que merecemos; el país en el que en vez de reforzar a los trabajadores serios, reforzamos a los folclóricos que se pavonean por las empresas jugando a que tienen méritos, cuando en realidad saben que son unos mediocres para mear y no echar gota.

La incompetencia es una lacra y un dominó que se extiende como un virus. Démonos cuenta de que nos han arrinconado, de que ya son más que nosotros. Han comprendido antes que los mejores que aquí no se trata de currar y ser bueno; aquí se trata de que cuanto más idiota menos trabajo te dan y por el mismo sueldo, cuanto más te niegues a hacer tu trabajo más tendrá que hacerlo otro por ti, de que ser incompetente tiene muchas más ventajas, y de que en vez de laborar a la vieja usanza más conviene saber a quién tienes que sacar de paseo y reírle los chistes previo pago de la cerveza. El que comprenda esto triunfará, trabajará fijo, mandará sobre los otros, abortará la evolución positiva, quedará blindado, y cobrará más que tú.

Es el imperio del amigo del que manda, del tate, de la cuñada que prefirió no estudiar porque se sabía respaldada. Y no hacemos nada, porque aunque competentes, nadie nos quita lo panoli. Así, la gente buena, competente y con vergüenza torera, queda relegada con el objetivo de perpetuar toda esta decadencia del compadreo y los reyes ciegos.

Hago un llamamiento a aquel competente y honesto que llegue arriba en cualquier ámbito: Amigo, tú, el que seas… si tienes poder para ello, el primer atisbo de trepa compadrero que detectes, córtalo de raíz. A la puta calle. De lo contrario, verás en breve al imbécil del siglo gobernando el cotarro.

Una cosa me consuela, hermanos:
Ante mi negación a ser como estos HIJOS DE PUTA, me queda dormir tranquilo, porque nunca tendré que pagar el precio que ellos ya están acostumbrados a “tragar” a diario…:

… Chupar pollas.


Podéis ir en paz.

4 comentarios:

  1. Uno de esos que están cansados de esperar.21 de septiembre de 2010, 20:28

    Generación JASP rezaba un anuncio de Renault cuando apenas si habíamos empezado a plantearnos ser parte de una. Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados… ¿y para qué? ¿Para qué tenían que habernos preparado exactamente? ¿Para esto? Menuda mierda de preparación que hemos recibido.
    Vendemos a nuestros alumnos la importancia del esfuerzo, el mérito y el honor, tratamos de formarlos para la “vida real”… y luego resulta que mientras que tú “les vendes la moto” te ven sufrir con esfuerzo mientras que el resto lee tranquilamente una página del Marca o se pierde de camino a su clase. ¿Quién se encarga de estos niños? Me llegó a preguntar uno de estos individuos… “se supone que nosotros, vamos, yo, no te preocupes… tú, puedes ir en paz”.
    Y cada día me veo mas cerca de abandonar los viejos sueños de un mundo mejor, de una utopía real y alcanzable… porque al final los que triunfan son aquellos que “aprendieron en la mili”, los que se doctoraron en el arte del escaqueo, los que triunfaron subiéndose a trenes baratos, los que practican la política del siglo XX (y lo digo con agravio e intención de ofender, que conste).
    ¿Cuánto cuesta despedir a un incompetente? ¿Aceptarían una aportación económica desinteresada? El problema es que si lo hacemos a escote, nos vamos a dejar una pasta. Y nos íbamos a quedar solo, Pisha!!

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  2. Alabado seas hermano Cansado, por tus observaciones tan concretas y exactas que me llegan al alma y, consuelo de tontos, me alivian al ver que usted siente y percibe esta tristeza, a la cual, me consta, se enfrenta día a día con ánimo renovado y gran vocación.
    A veces somos como el jodido Paul Newman en "La leyenda del indomable".
    Mil gracias, amigo.

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  3. Hay cierta canción que a esta sectaria no le gusta especialmente, pero que le ayuda en su día a día: la tristeza no se queda a nuestro lado por siempre... se cansa antes que nosotros y de repente se va. Y justo hay que aprovechar ese instante (tal vez veremos asomar un pequeño brote rojo brillar) para reponernos y tirar pa´lante. Porque dormir es justo y necesario. Y porque la dignidad y la entereza no nos la puede quitar nadie: porque no es nuestro estilo vivir por vivir.
    Habrá que pelear, cojones!!!
    Que se preparen, porque cuando tras la tristeza llegue la fase de la rabia se van a enterar esos lameculos, esas zorras. Porque a la guerra sabemos jugar todos y sólo se ha perdido esta batalla.
    La de la secta, desde la trinchera

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  4. ¡Aleluya hermana!!!
    "Oh amigos, de nuevo en la brecha". Los hombres y mujeres de verdad nos levantaremos 51 veces después de las 50 caídas. Y qué gran verdad: tenemos dignidad (algo que no se puede comprar con pasta o influencias). Ahora sólo nos queda patear el culo de los cabrones, que para ese efecto ha sido creado.

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