Hermanos, hermanas...
En los principios de este blog, para los hermanos incorporados a posteriori, hubo un sermón dedicado a "la Generación Actual de Padres Gilipollas", seguido de otro llamado "El Club del Libro". Ambos sermones versaban sobre el apocalipsis generacional en temas de educación familiar. Además de traerlos hoy a la memoria, me siento obligado a completarlos con este magnífico video, que avala nuestra postura.
Aporto los enlaces de ambos post por si los hermanos que desconocen el tema, desean leerlos.
http://hermanoshermanas.blogspot.com/2010/06/la-generacion-actual-de-padres.html
http://hermanoshermanas.blogspot.com/2010/06/el-club-del-libro-es-la-ilustre.html
Sólo tengo una cosa que decir ante este vídeo: ¡AMÉN!
Podéis ir en paz.
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Sin duda, este hombre es muy grande... pero yo además añadiría que no solo es la GPG (Generación de padres gilipollas) la que potencia y refuerza este tipo de comportamiento al Club del Libro, sino que algunos maestros y demás profesionales dedicados a la educación, mutilan a ésta con sus chorradas infantiles de guerra de grupitos. Se convencen a ellos mismos de que tienen vocación por su trabajo, cuando en realidad, quieren decir que les encanta ir a trabajar para tener algunas relaciones sociales con las personas a las que llaman "amigo" y vivir algunas aventuras. Porque sus putas vidas están vacías y no tienen sentido. Así que se dedican a esto último y dejan de la mano de Dios, que encima no se pronuncia, a los pobres chavales, que a fin de cuentas son los más perjudicados junto con la sociedad y los pocos que quedamos para darnos chocazos contra la pared intentando que salgan adelante día a día.
ResponderEliminarPara muestra el último comentario en DE TREPAS, INCOMPETENTES Y OTROS ANIMALES DE CORRAL. Cuanto más conozco a los que trabajan en el sistema educativo menos ganas tengo de dedicarme a esto y muchas menos de tener hijos.
Este es el comienzo de un apocalipsis social, pronto nos comeremos los unos a los otros.
Un pánfilo de 8 años es zanrandeado por el padre ante las reiteradas negativas a proceder en la calle de forma correcta. Un estúpido ciudadano observa la escena y sin intentar comprenderla, se deja llevar por los eflúvios demagógicos y denuncia al padre. Actualmente, este jóven botarate cobra una indemnización que el juez condenó al padre a pagarle por maltrato psicológico. El niño, claro, ahora es el amo. Sin más comentarios.
ResponderEliminarAlgunos de los hermanos y hermanas saben de mi debilidad por Gabilondo... A lo de amén añadiría lo de "quiero un hijo tuyo", pero esta hermana estaría pecando y desviándose del cometido del blog.
ResponderEliminarHoy estoy de padresqueenlugarde comprarseunamascotatuvieronunbebé hasta la punta del pelo.