Hermanos, hermanas…
Es de todos conocida la tendencia vital a que el incompetente llegue a puestos de poder y rija los designios de muchas otras personas que aunque mejores, no sueñan con manejar el cotarro, quizás por ser precisamente competentes, y por tanto muchas veces también responsables y saber qué es lo que se cuece en todas partes.
Todos conocemos a algún, o mejor dicho, muchos incompetentes. Perdón, quizás no he sido correcto. Seguramente el lenguaje políticamente correcto actual me inste a decir: Persona de bajo gradiente competencial respecto a funciones generalizadas (no vaya a ser que alguno se ofenda y lo de las etiquetas ahora está muy mirado). Un ecosistema propicio para su estudio y observación es el contexto laboral o currelo, además claro está, de la política, que trataremos en futuros sermones.
El incompetente ha llegado a una situación favorable o de poder, no basándose en el trabajo o la capacidad, sino fomentando la relación personal, más concretamente el subgénero social llamado “peloteo”, aunque hay diversos tipos en este procedimiento:
• Compadreo: es la secuencia de conductas encaminadas a rozarse con el mandamás o con su curia en contextos distendidos, como en el copeteo/cafeteo, previa planificación de algún chiste emitido con donaire y relajación, consiguiendo con ello unas risas del respetable (que a su vez comunica bien con este procedimiento por ser ellos también de la misma naturaleza que el emisor).
• Enchufismo: se refiere a la consecución de un trato de favor o estatus debido a la acción anterior. El trepa no sabe muchas cosas, pero esto se lo conoce tanto como Emilio Botín un billete de 500.
• Familieo: en el paso posterior, conseguidos los favores de la guardia pretoriana, es importante el mantenimiento de todo esto. Es fácil. Se frecuenta el despacho del gran jefe… postura medio tumbada en la silla, y risas esporádicas que se escuchen desde fuera. Si escuchas al fulano llamar al gran kajuna por su nombre acortado o diminutivo, échate a temblar, porque este trepa ya es vitalicio.
Algo muy importante para mantenerse en el poder sin hacer ni el huevo es echarle la culpa a otro. El jefe es de los tuyos y te apoyará siempre a cambio del deleite que supone una buena sesión de compadreo y una cervecita. “Es que los demás son unos cabrones, putos vagos”, efectivamente, no lo dudes.
Luego está el fenómeno del haraganeo, que en cristiano se refiere a tocarse las gónadas durante el tiempo liberado que supuestamente le han dado porque su cargo es tan importante que lo requiere. Pero sin duda, la bajeza sin parangón de estos abrazafarolas es el expolio o apropiación indebida de los éxitos y proyectos ajenos, más ruinmente, en sus subordinados. Realmente es un acto que me recuerda en grado sumo a la figura de un negrero en una plantación: todo gracias a mí, todo por culpa de estos.
De esta forma se perpetúa el círculo de negados en las cúpulas, que llegaron ahí porque cuando tuvieron un problema, tú y yo le salvamos ingenuamente. Recuerdas a tus padres cuando te daban el pan con nocilla y te aseguraban en un 150% que el futuro iba a estar gobernado por tí, siempre y cuando en el presente estudiaras a saco, sacaras una carrera, trabajaras más que los demás, y te apostaras las pelotas por Dios, la patria y el rey si era menester. Pero luego ves que los pobres padres, que sólo tenían buena intención, no sabían que la ESO garantizaba la promoción, que la universidad no era ese centro de cultura al que sobrevaloraban (en parte porque nunca estuvieron allí) sino una puta mierda corrupta llena de profesores metidos a políticos y botelloneros bohemios con aspiraciones de Erasmus , que ahora trabajar más no es cobrar más sino a veces lo contrario, y que ya ni Dios, ni la patria, ni el rey, ni su puta madre existen.
No os diré con esto que haya que ser como estos miserables, porque los hermanos deben seguir siendo entes íntegros, pero sí que seamos astutos y los desenmascaremos. Bajarles los pantalones, dejarles en bragas… es algo que nos llenará de regocijo y que no es tan complicado si simplemente entendemos que como pasaba con los “desagradecidos/desgraciados”, a veces basta con darles la oportunidad repetidas veces de que se saquen las papas del fuego ellos solos. Hierve la sangre con sus sonrisas despreocupadas y sus teatros consistentes en pasear documentos para que se vea que trabajan. Qué razón tenía Ortega con lo del gobierno del mediocre… ahora lo vivimos plenamente. ¡Viva el compadreo!
Hermanos, no dejéis de ver el video de, precisamente, Emilio Botín, de la dinastía de los Lupin y los Moriarty, intentando hablar inglés. El mismo idioma que se exigirá que los candidatos a puestos de trabajo de, precisamente, el Banco Santander hablen a un nivel alto y fluido y si no a la puta calle, que de todas formas aquí tengo al sobrino del Borja que no habla bien ni el español pero te hace unas chuletas en las barbacoas de puta madre, oye.
Podéis ir en paz.
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He de reconocer que estos chupaculos de los que hablamos me dejaron fuera de juego durante un año y medio, es decir, me hundieron en la miseria mental pensando que era imposible llegar donde yo quería, por que había una cola infinita de enchufes y familiares. Pero cometieron un error infinito, que lo hacen muy habitualmente, se permiten el infinito lujo de decirte a ti lo que debes o no debes hacer con tu vida... lo cual hizo que con el puñal en la mano, espuma en la boca y un curriculum con un peso que jamás a dejado y dejará de crecer comence una remontada a codazos con la vida y a pisotones ante estos mierdecillas, y los tirititeros que manejan sus cuerdas. Por desgracia el mundo está lleno de estos miserables que pasan todo el día con una calculadora en la mano intentando abultar su cuenta de resultados mensual disminuyendo todo lo que puedan sus esfuerzos laborales. Lo peor de todo es que estos elementos son parte visible de los poderes económicos ocultos, y forman parte de el gran problema financiero y de gestión de este mundo. Malditos payasos enchaquetados!!, estaré siempre con lo ojos abiertos para poneros en vuestro sitio una y otra vez, tanto tú, como quien maneja tus hilos me tendreís siempre detrás para daros una patada por el culo y... a la barbacoa cuando aparezcais en mis infiernos.
ResponderEliminarYo no sé por qué, pero cada vez que leo el sermón (en el mejor sentido de la palabra, lo dice un predicador... no?) en vez de terminar con una chispa de ira asesina que se escapa por la comisura del ojo, lo que tengo son lagrimitas tamaño albaricoque. Porque siempre habrá animalitos trepadores, los que realmente mandan, los cuatro que realmente mandan, lo prefieren asi, los trepas no se cuestionan, ni dudan, ni nada, son perritos fieles que despues de un bofetón correctivo te siguen chupando la mano. No tengo herencia, no tengo mas que mis manos (vacias, claro) y a mis padres equivocadisimos porque aún con toda la formación del mundo y mucho de suerte si no eres nadie... no eres nadie. y ya está. Y encima si la coyuntura económica no acompaña, amigo, puedes estar preparadísimo... tendrán todas la excusas del mundo para joderte mientras comen langosta a la brasa... Supongo que cuando lo trivialice algo más, o no sé... dejaré de llorar, pero ahora me da una pena tremenda cada uno de los temas de los sermones.
ResponderEliminarSobre todo el futbol, no comprendo cómo toda esa capacidad de unión y esa fuerza se desaprovecha de esa forma, bueno, eso es todo, de todas maneras, a veces, cuando voy a casa tengo la suerte de abrazarme a la persona que amo después de trabajar en algo que no me reporta beneficios pero sí satisfacciones con un par de gatos a los pies y plantas en la terraza... Mientras ellos intentan quitarse el sabor a culo de señor de la lengua...
No pudiendo prácticamente añadir algo nuevo a lo ya dicho con tanta destreza, sólo me queda el comentario: qué vergüenza/risa/indiganción da Botín ¡qué gran exponente del triunfador patrio!.
ResponderEliminarPensándolo bien tengo algo más que aportar respecto a este tema, todos los caminos llevan a Roma y si no lo digo reviento:
ResponderEliminarDespués de las noticias acontecidas estos dos últimos días (con permiso de la roja) ¿alguien reflexiona y es capaz de ver hacia qué nos encaminamos?.
Muy oportuno el anuncio de la reforma laboral el día que debuta la selección en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica. Lo de siempre: pan y circo, que no se subleven los esclavos.
Este gobierno que se hace llamar socialista (socioslistos habría que llamarlos) ya no tiene ni pudor a la hora de mostrar su verdadera cara que es la de todo político al final, no sé de qué me extraño... Pero es que tiene narices: suben los impuestos perjudicando las economías más asfixiadas, recorta los derechos de los obreros y beneficia al capital mediante medidas como el FROB sin ninguna garantía más que palabrería por los medios (es necesario, es un préstamo, se devolverá...). Dar nuestro dinero, el de todos, a los que más daño nos hacen y que además no sólo no se recortan ni se les recortan sus privilegios si no que continúan brillando los beneficios en sus balances. Así pues los beneficiados, los de siempre y nosotros como siempre, a su servicio: sueldos vergonzantes, hipotecas leoninas, incentivos al consumo irreflexivo y alienante, bipartidismo que deriva en oligarquía... y circo (perdón, fútbol y cuore). Con esto, todos calmaditos.
¿Y qué hacer?... Como ciudadana humilde me hago esa pregunta a diario y no veo escapatoria. En un mundo dominado por el capital el panorama se vuelve cada vez más siniestro en cualquier rincón. Vivimos esclavos del dinero y de cómo unos pocos lo quieran manejar y repartir. Nos esquilman aquí, nos esquilman allá... Nadie sabe realmente dónde poder desarrollar su potencial y cualidades siendo honesto y trabajador ¿para qué? lo admitido y admirado es el pelotazo sin más desde aquel Lazarillo de Tormes maestro de la picaresca española. Las generaciones venideras cada vez más incultas y peor educadas, chapó. Y para colmo, los poderes con sus armas mediáticas nos restriegan por televisión a las mujeres ricas haciendo la pedorra rodeadas de cantidades ingentes de dinero... ¿Quién lo entiende?. Asquerosidades como el llamado corazón capitaneado por chupópteros del peor pelaje ganando dinerales por contar barbaridades mal expresadas y del peor gusto. Y no nos olvidemos de las vidas de los triunfadores por el mundo como queriéndonos decir “corred, corred, malditos. No estorbéis, no critiquéis. Los que tenéis alguna aspiración marchaos porque no tenéis nada que hacer, ya nos quedamos con la masa aborregada para seguir chupando del frasco”... Qué pena. La audiencia manda, al final va a resultar que tenemos lo que merecemos. Cuánto agilipollamiento.
Me congratula sobremanera, hermana Bakerstreet, que despotrique usted. Espero que el uso del púlpito haya servido para liberarla de algo de rabia aunque sea en bajo porcentaje. Un hermano me comentaba hace poco: "este es un gobierno de izquierdas que te hace hablar con los términos de un tío de derechas". Curiosa observación que he visto cumplida en mí mismo muchas veces.
ResponderEliminarLe ruego esté atenta a esta casa en un futuro no lejano en que espero subir al púlpito para compartir una revelación: "Los que manejan los hilos", que creo, le interesará.
Poco puedo comentar ya de este tema, pero creo que puedo aportar algo del punto de vista del que un día, en vez de lamer ortos, le pegó con su propia incompetencia a su jefe en la carita.
ResponderEliminarNuestra actitud ante estas personas que es más que acertada. Hay que cerrar las bocas de los ineptos a base de sentido común y profesionalidad, pero el reverso de este asunto llega cuando realmente lo haces y eres desterrado y castigado.
El ser derrotado por los inútiles es un duro golpe de realidad del que cuesta recuperarse, pero superando esto lo que te queda es una indignación tremenda y una manía persecutoria bien rica. ¿A día de hoy de quién te fías? ¿del directivo maduro y familiar que sabes de entrada que va a ser un cabrón con pintas, o del joven emprendedor que lleva el veneno en la sangre como la tinta de los pollos fosforitos que vendían en los gitanos?.
No se ustedes pero yo, en temas profesionales, me cuesta confiar en el buen hacer de la gente y lo peor es que eso me hace sentir peor y más seguro a partes iguales. Por desgracias esta es la herencia ponzoñosa que nos deja el arremeter contra semejantes sacos de lastre laboral.
Lo que más me jode de los incompetentes es ese extraño don para quedar impunes al decirte a tí en la cara todo lo que haces mal (que en realidad lo haces bien), y a la vez tener la suerte de que los demás no les restrieguen todas sus incompetencias a ellos. Esto se explica en parte porque la buena gente suele ser educada y prudente y mide las cosas que dice, y por vergüenza ajena. No se merecen esta delicadeza (ellos nunca la tendrían contigo). Acabemos con estos cabrones altivos, uniéndonos y ridiculizándolos.
ResponderEliminarPutas, maricones y chuloputas.
ResponderEliminarSi hermanos, está es una clasificación muy personal pero la palabra incompetentes se les queda pequeña.
Las putas se caracterizan por chuparles el culo a sus chulos, que en efecto, tienen un puesto superior. Con esta actitud consiguen sus favores. Son las reinas del escaqueo, los marrones que provocan los solucionan otros, normalmente sus lacayos, personas currantes, responsables y con sentido común, pero con un puesto inferior... Son falsas, ya que la culpa de todo siempre la tienen los demás y nunca cometen un error. Ofrecen a su chulo la visión sesgada y suele hablar con un tono bajito, suave y haciéndose las victimas, para que su mentira sea más creíble. Algunas podrían llegar a subir de nivel y convertirse en zorras, este subtipo tiene la característica especial de ser más lista, que no inteligente, que las demás. Sibilina, con mala idea y hace putadas sutiles, cosas que no se puedan demostrar y poniendo a los demás en tu contra. Te joden la vida laboral de tal manera que acabes pensando que quizá eres tú el que, al fin al cabo, tienes la culpa o has hecho algo que haya podido molestarles.
Basta ya! propongo comprarnos un gran caballo blanco e ir a la caza de la "zorra". Hay que dejarles en pelotas para que sus chulos se den cuenta que no hacen tan bien su trabajo y además se quedan con el "dinero" que le corresponde a él.
Él, suele escuchar pacientemente a su puta, mientras tiene en la puerta a gente que desea trabajar, le gusta su trabajo y quieren hacer cosas por el bien de todos los que allí trabajan. Pero el chuloputas no tiene tiempo para la gente que se deja la piel y les dice cosas como, esta semana va a estar complicado. Mientras tanto la puta se mira las uñas con cara de desidia y no hace ni el amago de levantarse. Porque si algo caracteriza a los IMCOMPETENTES, es que no tienen ningún tipo de remordimiento, escrúpulo, vergüenza...
Desde fuera se suelen escuchar risas y qué casualidad que las putas y las zorras que frecuentan esos despachos son siempre las mismas.
El chuloputas atiende atentamente e intenta poner orden en los líos en los que ésta se ha metido, a pesar de ser competencia de dicha puta. Le encanta sentirse EL PROTECTOR, por eso ellas suspiran cuando le ven aparecer, se lo imaginan aparecer entre nubes y musiquilla, como en un videoclip de la MTV.
Paralelo a esta situación se encuentran los maricones. Conviven entre nosotros haciéndonos creer, que aunque tienen un puesto, son cercanos, comprensivos y atraen a la gente hasta su despacho para conseguir información, fingiendo darte consejos y obtener tu confianza para luego darte por el culo cuando menos te lo esperas. Estos especímenes se caracterizan por no tener cojones para poner en su sitio a la gente que más se lo merece y por el contrario, no hacen otra cosa que darles vaselina. Mientras que a los demás nos hace una penetración anal por sorpresa y sin lubricación, pero ¡cuidado! no vayas a quejarte, él es el que manda ¿no lo recuerdas?
Siempre tendrás que aguantar que una puta te agreda, un maricón te de por el culo o un chuloputas te amenace...
A pesar de ello siempre existe una montaña como esta donde volcar esta mierda y coger fuerzas para verles las caras de nuevo mañana. Sin rendirme llegaré y con sutileza, como hacen ellos, intentaré todos los días inyectarles un poco de realidad, revolución, renovación, sin duda me queda la esperanza de que este tipo de situaciones puedan mejorar, solo hay luchar por hacernos oír y desenmascarar a los malvados y si podemos atraerlos al lado de la luz, será lo peor que a ellos les pueda pasar...
Me cago en la estampa de todos esos trepas incompetentes hijos de puta que se las arreglan para que larguen del trabajo a todo aquel que es más trabajador y legal que ellos. Ojalá se mueran de un dolor ultraintenso en el culo. En vez de acabar con los buenos, que se exijan un poco a ellos mismos, que trabajen, coño!
ResponderEliminarTengo tanta rabia contenida que creo que voy a explotar...necesito gritar, darme chocazos contra la pared o cualquier cosa que me anestesie y pueda dejar de ver las incompetencias e injusticias que he visto en el día de hoy. Necesito decirles que son unos fumapenes, poneculos, correveidile, comemierda, tontosdelculo, frotacalvas, sujetahuevos, arreglabajos, asustaviejas, recogecolillas, friegaescupideras, manporreros...
ResponderEliminarquerido predicador, hermanas y hermanos,
ResponderEliminarhe de reconocer que mi terapia contra la rabia es otra, aunque estoy tratando de aprender lo sano de descargar mi angustia de esta maera. Hoy la osito amoroso ha vivido una injusticia que la ha transformado en Regan Macneil. Y sólo puedo añadir que al llegar a casa he ido al baño y he cagado tres mojones: uno pa un jefe, otro pal otro jefe, y el último pa mi jefa. La vergüenza que siento por lo ocurrido me da más pena que rabia. Y necesitaremos crear un blog donde encontrar una forma de gestionar la tristeza que queda tras la rabia. Id en paz, si es que podéis...
la de la secta
Hola Sectaria... Esos "mojones simbólicos" me parecen súmamente adecuados. La tristeza que algunos pueden sentir tras la rabia, creo que se solucionan con la acción contínua y machacona de la virtud. Levantándose una vez más que las veces que hemos caído, más aún cuando nos derribó un remamahuevos de esta calaña. Gracias por su comentario.
ResponderEliminarA la hermana Pandora, especialmente involucrada por lo que leo en su comentario, le felicito por sus numerosos insultos que seguro han contribuido a que mañana continue luchando por un mundo mejor.
Mi señora madre me invitó en el pasado a no decir tacos, y prometo que procuro desde aquellos días no decirlos; pero al tener que designar a muchos seres de este mundo, no puedo escatimar a la hora de denominar a las cosas por su nombre. Así que sigo animándolas a ambas a expresar su derecho al pataleo/cabreo, porque es el mínimo derecho que "a veces" le dejan a los que sí son competentes, aunque poten como la niña Regan o abran la caja de los truenos.
Queridos hermanos hoy es un día triste. Cada día pasa algo que me hace perder la fuerza para poder seguir luchando ante este tipo de injusticias. En estas últimas semanas mi ira ha ido convirtiéndose en tristeza y doy la razón a la hermana de la secta cuando habla de crear un sitio donde poder gestionar este tipo de sentimientos que queda tras la tormenta.
ResponderEliminarEstoy triste, desanimada, sin fuerza, sin armas; mi gente está triste, desanimada, sin fuerza y les quitan las únicas armas que necesitan para luchar contra esto. No sé si alguien podrá entender lo que siento en estos momentos pero no se trata de rabia, ni ira, ni enfado...se trata de desilusión. Pienso en todo lo que me gusta mi trabajo y las cosas que se puede hacer con paciencia para que haya cambios en un futuro, pero pienso en mis valores que nada tienen que ver con lo que allí se practica y tengo ganas de irme, quiero estar en un lugar en el que se valore la humanidad, el afecto, la tolerancia, los compañeros se apoyen unos a otros y no se den puñaladas por la espalda, donde los abrazos y los besos sean sinceros, donde se castigue sin impunidad al perverso, donde se premie al buen trabajador, a los que nos dejamos la piel para que todo salga bien...y a los que salvamos el culo a otros sin importarnos el premio o el castigo...
Los malvados han vuelto a ganar la partida con trampas y nosotros lo hemos permitido. Por tener sangre en las venas, por tener el don de sentir, el don de escuchar y el don de trabajar duro por sacar nuestro trabajo adelante, porque hermanos, dejarte la piel trabajando es un don que muy pocos tenemos y sufrimos, por todo eso hoy, hermanos, es un día triste.
Yo confieso ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso os ruego, hermanos, que intercedáis por mí y utilizo hoy este espacio para compartir con vosotros una injusticia sin igual.
ResponderEliminarSiento ganas de despedirme a mi misma por mi incapacidad de comprender a los sumos incompetentes de mis altos cargos y no poder llevar hacia adelante mi hipocresía, tragando día a día valores que poco tienen que ver con los que profeso en mi vida privada. A día de hoy me confieso pecadora por querer abandonar mi aportación al mundo educativo porque hay otros muchos que se cagan en mi trabajo sin escrúpulos pensando que van a trabajar como el que va al bingo. Sí señores, al Bingo. La cuestión no es preocuparnos de la calidad educativa de nuestro entorno y la mejora de la vida de muchos de los menores con los que trabajamos. La cuestión es trabajar con nuestros amigos, poco y si estamos de cachondeo mejor... ¡Qué coño importa la calidad educativa y los valores fundamentales! ¿Qué coño queremos trasmitir con nuestra enseñanza? Quizá, por gente como esta de la que os estoy hablando los niños prefieran el botellón. Os soy sincera, hoy yo también lo prefiero.