Sed bienvenidos...

... los que estáis asqueados de toda la Tontería que nos rodea, los que estáis hasta los cojones/ovarios de aguantar imbéciles e incompetentes, los que tenéis que reventar y no podéis porque vuestra castrante moral judeocristiana os lo prohibe, los que sufríais de pequeños las mofas de seres inferiores, los que esforzándoos no obtenéis recompensa, los que vivís en un mundo que no es para vosotros, los que sabéis parte de la verdad pero os toman por locos, los que necesitáis opinar sin ser juzgados por ignorantes, los que pudiendo cambiar las cosas aún dormimos.

sábado, 26 de junio de 2010

LOS INOCENTES “ECHADORES DE CULPA”

Hermanos, hermanas…

Antes había hombres y mujeres de verdad. Ahora casi que no. Yo mismo no soy aún un hombre de verdad. Me gusta la gente que sabe apechugar con sus decisiones, con sus responsabilidades, y más aún con las consecuencias de sus actos. También me gustan los que son capaces de reconocer un error. Vamos que me pone la gente madura, y no las células activistas del Club del Libro. Antes había tipos con honor, tipos que antes de actuar pensaban, que antes de hablar evaluaban si lo que iban a decir era útil y si no se callaban la boca. Que cuando la cagaban, en vez de insistir en el error como niñatos, reconocían, porque todavía conservaban la vergüenza torera. Tíos de esos que eran capaces de batirse contigo a balazos llamándote de usted.


Ahora reina la Tontería. Vivimos el mundo de los tontitos. El mundo del asistido y del subvencionado. El mundo en el que el Estado se ejercita en dejar claro al ciudadano que por el simple hecho de ser ciudadano, al igual que el cliente, siempre tiene razón, aunque éste haga las “mongolidades” más viles y abyectas.


Ahora cuando un ilustre miembro del club del libro te coge una moto y hace el caballito entre risotadas del respetable para impresionar a las hembras y colgarlo en el Youtube, y como resultado vemos que el susodicho se parte la crisma y acaba con su patética vida, empiezan a ocurrir ipso facto una serie de acontecimientos curiosos, contradictorios y surrealistas que van en contra de toda lógica:
Para empezar (en este concreto ejemplo) empiezan a aparecer especímenes pseudohumanos de todas partes diciendo que pobrecito, que sólo se divertía, que hay que ver que no somos nadie, y qué injusto es Dios que ha dejado que muriera con lo guapo que era el niño… y demás comentarios que te hacen ver que la masa tiene un verdadero problema para engarzar razonamientos lógicos. Luego ves al grupo de amigos que reían las gracias del motero venido a menos (y tan a menos), lanzando improperios y quejas, con lo que sigues notando que esta gente no razona o que tú te has perdido algo y no entiendes.


Tú, lo que piensas, como sapiens racional es que el cani se ha matado porque lo llevaba buscando hacía sabe dios cuánto. Unas veces bebiendo hasta el coma, otras provocando pelea, otras chutándose sustancias muy valoradas, y otras haciendo el caballito por una calle transitada.
La cara de alpargata te llega cuando la comunidad empieza a denunciar al ayuntamiento porque las infraestructuras están como el culo y por eso es que el niño inocente murió. Salen en los medios reivindicando que el adolescente la palmó por culpa de los políticos, de la mala señalización, de que los baches vaya por dios, de que nadie advirtió que haciendo el mongolo se podía morir, de ZP y Rajoy, y de Pinochet si hace falta. Acto seguido el ayuntamiento en vez de mandar a tomar, dice que abrirá una investigación y los culpables pagarán… Y acaban metiendo en juicio al señor que pone las señales rojas de prohibido hacer el gilipollas, al que hay que ajusticiar para calmar los ánimos de los votantes y los gitanos subvencionados; cuando los que tenían que estar acusados en todo caso en la sala del juzgado serían el adolescente imbécil de cuerpo presente, la jauría de amigotes animadores y su entorno todo que lo educaron para lo que acaba de ocurrir. Pero resulta que acusar a una víctima de ser su propio agresor se considera tabú, aunque sea verdad.


En otras ocasiones ocurre que un fulano se va de expedición humanitaria (que es muy loable por supuesto) a ayudar al tercer mundo ya que se siente agradecido por vivir en Europa con todas estas comodidades (y esta esclavitud económica), por lo que se aventura sin estar preparado a vestirse con ropa del Coronel Tapioca y dialogar con los aborígenes y todo ese tema Indiana-Gandi para hacer el bien, sin informarse de que el mundo es un sitio peligroso y que no basta con haber visto documentales de Luther King, sino que para hacer cosas así hay que estar preparado. Cuando llegan los compadres del secuestro exprés y se los llevan en mitad del desierto, pasa lo mismo: la culpa es del gobierno y exijo que los traigan de vuelta porque mi hijo sólo quería dar de comer a los negritos, y lo que sea.


Otros simplemente, después de fumar durante 30 años pillan un cáncer y la culpa es de la industria tabacalera y del gobierno que me tiene que indemnizar por ser un irresponsable (y mira que habían anuncios que avisaban de que se te quedaba la picha floja si fumabas… ay ay).
El caso de esta semana es el del tren de Casteldefells, en el que la gracia de 13 botelloneros les costó la vida por cruzar las vías en vez de cruzar por los sitios habilitados. Es que el tren venía a mucha velocidad, es que el paso subterráneo estaba petado de gente. Los trenes no frenan así tan fácilmente y menos porque un tontolhaba se ponga delante a menos de 20 metros, y si el paso está petado de gente te esperas un minuto, que el botellón no se va a trasladar. Pero claro, en esta subcultura esperar es intolerable, porque desde casa y desde el gobierno se acostumbra al personal a que todo capricho es para ya, y la paciencia y la prudencia es de mentecatos, y maricón el último. Adivinen lo que dijo ayer el sheriff de la aldea en un alarde de demagogia barata: “se abrirá una investigación”. ¿Y qué vas a investigar, soplagaitas? ¿el cómo se puede ser tan imbécil de suicidarse? Ah pues mira, buen tema para una investigación sociológica. Valiente país de subnormales nos ha tocado.


Hermanos, hermanas… sean coherentes, responsables, consecuentes; sean hombres y mujeres de verdad. Distínganse de toda esta fauna y de esta masa informe de gentuza que no piensa, de estos seguidores de exnovias de toreros y reporteros bailaores de politonos.


Aleluya hermanos.


Podéis ir en paz.

7 comentarios:

  1. Efectivamente señor predicador, a las cosas hay que llamarlas por su nombre...y los actos que realizamos a diario tienen consecuencias, tanto positivas como negativas. Es decir, estos chicos se han suicidado, por hacer algo extremadamente peligroso, y punto... a las consecuencias me remito.Cuando uno toma drogas, fuma, se juega la vida con el coche, etc... las consecuencias son la muerte, y con suerte una muerte rápida. Cada vez que un fumador me dice la eterna frase "de algo hay que morir" yo le digo... pues bien, pero... primero: has pensado en que puedes morir lentamente, de una forma agónica durante años haciendo polvo a tu familia más cercana... y segundo: "gilipollas" los gastos sanitarios de tu muerte agónica que te has producido las pagamos todos... pero si quieres seguir fumando me gustaria que lo supieses. Del mismo modo lo podemos aplicar al daño que hace un adolescente o adulto,tanto a familiares ,amigos y gastos sanitarios; cuando esta muerto dentro del coche o destrozado en el suelo por hacer el "tonto" con su vehículo.
    Siento ser un poco frio en mis comentarios pero hace tiempo que no me impacta ver las muertes a consecuencia de las "tonterias que uno sólo es capaz de hacer, o en el caso de Casteldefells, lo que la masa humana es capaz de hacerte hacer".Reconozco que son los daños colaterales de estos "gilipollas" lo que me dejan de piedra(familias destrozadas,personas muertas por la locura del ocupante de un cohe o moto). Al menos el tren no descarriló por culpa de ellos y penetró en una casa matando a personas que podrian estar en la cama durmiendo tranquilamente... eso si sería una tragedia.

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  2. Tiene usted más razón que ojú. La puta manía de santificar a gente que sólo ha sido víctima de sus propios actos nos va a llevar a adorar a ídolos de chichinabo.

    Por que le pase algo malo a una persona no tiene por qué ser elevado a la categoría de mártir.

    Propongo una patrulla de ciudadanos cabales que se dediquen a decir verdades en estos casos dando lugar a frases como "si señora López, su hijo Er´Yona era un auténtico hijo de puta por muy muerto que esté".

    Sin más me gustaría ilustrar este magnífico post con el siguiente vídeo.

    http://www.youtube.com/watch?v=Ri3rILZor1Q

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  3. Hermano OtroSamu, magnífica solución la patrulla ciudadana para propinar verdades. Verdades que sean ostias como panes. Con esto y la contratación de Bruce Willis, salvaremos el mundo. Gran regocijo el mío al ver tu video y la justa recompensa a la imbecilidad.
    Hermano Hares, considero muy acertado el considerar que cuando un personaje que anda buscando la muerte (véase el idiota que conduce piripi a 200) es una gran suerte y alegría cuando sólo muere él y no se lleva a inocentes por delante, como ocurre tantas veces por desgracia.

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  4. Se me eriza la piel hermanos. Que grandes verdades las que aquí se cuentan.
    Hace ya unos años en mi pueblo/ciudad, se santificó a un chorizo con el alias de "el patano".
    Este Nobel de la paz era un ladrón y drogadicto, que salió muy mal parado en una persecución policial. El caso es que un tiro se cargó a este desgraciado. Es lo que pasa por escapar de la poli. Que yo sepa en una huída no te van a tirar piropos precisamente.
    El caso es que su barriada sacó en volandas por las calles a este malnacido, ya muerto, como si se tratase de la virgen del Rocío. Vamos, que el kinki parecía que sanaba a los enfermos o era Robin Hood.
    No sé lo que pasó con el policía, pero seguro que esa sarta de perros rabiosos lo hubiesen matado y quemado de tener ocasión.
    Por otro lado, quiero decir que un día en la UVI viene a costar unos 2000 euros aproximadamente. Todo sea por la vida supervaliosa de un cani. No me extraña que este país se colapse con tanta chusma.

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  5. ¿Cómo estará el conductor del tren? Según las noticias inmediatas al accidente se le hizo la prueba de la alcoholemia a este pobre hombre. Rápidamente se buscó a un culpable potencial que exculpara a los imprudentes ¿descerebrados? Incluso se dijo que allí no había nadie para indicar lo que ya estaba indicado, el paso subterráneo, así como impedir que los adultos se comportaran infantilmente. Rápidamente, sin que nadie lo diga, la cosa pasó a tener un tufo a dinero, ¿cuánto vale un muerto? Seguramente a las familias les habría venido a lo justo que el conductor hubiera tomado un par de cervezas, o que el cartel indiador estuviera algo borroso. Han sido muy lamentables esas muertes y esos heridos, que habrá que ver cómo será el resto de sus vidas, pero también es lamentable que se quiera sangrar a esta sociedad o al que tenga la mala fortuna de verse implicado inocentemente en un accidente; todavía recuerdo al camionero que fue linchado por atropellar a un gitanillo no custodiado por su familia. Estamos tan instalados en lo políticamente correcto que la verdad queda oculta.

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  6. Bienvenido, y ciertamente hermano Mirlo, qué frase demoledora que expresa la esencia de esta sociedad de "conveníos": ¿Cuánto vale un muerto?... y que me gustaría completar con ¿y cuántos votos para el que en la oposición consiga culpar al que mande?. El uso de los muertos es terrible pero moneda de cambio a la orden del día.

    Hermano Manolage, conozco aquel caso del que hablas del tal Patano y su funeral al estilo Arafat. Era un traficante y un ladrón violento que se enterró entre honores de reyes, de reyes bajunos, claro. Recuerdo que al policia le inhabilitaron, creo, y yo que se que más. Le organizaron el entierro los padres de los yonkis del barrio que él mismo metió en la droga. Yo no entiendo ná de ná.

    Peligroso paralelismo el existente entre la mala crianza de la GPG (Generación de Padres Gilipollas) para con la juventud del Club del Libro, y la permisividad del Estado para con la gente. Todo parece estar contaminado por la misma mierda.

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  7. Es que esto es un no parar: otro tonto de 19 años hoy en el telediario, fiambre por apostarse con los amigos y las novias en plena botellona, subirse a una columna de estas electrificadas. Sube a lo alto, se electrocuta como es normal, cae y muere. Lógico.
    Los vecinos y familia, y los periodistas incluidos, despotricando de la infraestructura y de la mala suerte. ¿Mala suerte? ¿me he perdido algo? Pónganse delante de un camión en marcha por iniciativa propia y mueran: llámenlo a eso mala suerte. Ole los cojones de la gente y de los desinformativos de la tele, tratando las chorradas mortales de los tontos como inocentes chiquilladas de la alegre muchachada.

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